Llendo a la escuela como si todo estuviese de lo mas normal, como si nuca hubiera conocido a ese vampiro que me reclamaba como suya.
Sé que esta aquí, observándome siguiendo me, agradezco que no me hable porque ahora no quiero escuchar nada de lo que salga de su boca solo necesito pensar.
Empecemos.
No tengo opción.
Si no obedezco podría haber consecuencia nada agradables.
Siempre quise esto. Y ahora el maldito destino esta jugando sus cartas para darme lo que pedí, no sin antes cobrarmelas de una forma muy cruel.
No podía pensar en otra cosa que no fuera él, en todo el bendito día, me llamaron la atención más de cinco veces.
-¡kheily!, responda--Me reprendió la maestra, ya no cinco veces ahora son seis.
-¡perdón! Que decía.--dije como una tarada, consiguiendo que la profesora se enoje más.
-Sigamos--dijo ignorandome. Y yo volviendo a caer en mis recuerdos.
-Hoy si que estabas en Narnia--dijo mi amiga.
-Sí, no se lo que me pasa--mentí. Y claro que lo sabía.
-Yo sí, seguro que alguien de tus libros murió y estabas como que, ¿por qué? No es acaso posible que todos sean felices, ¿por qué él?, nooooo, trato de comprenderte en serio, pero porqué los matas.--dijo dramatizado como yo lo haría. No me juzguen siempre que pasa cosas así yo sufro, me duele más eso que un chico de la vida real, ese amor es tan puro, perfecto y consiente que si vale la pena mis lágrimas.
-Me hiciste acordar--dije. Quería cambiar de tema, aunque es cierto--el murió--dije haciendo un mojín de tristeza y es muy cierto, ¿por qué él?¿por qué no el malo?acaso no todos puedes ser felices, esa mujer no tiene corazón y menos sensibilidad hacia mi pobre corazón que sufre.
Me quede pensando en mi personaje.
Mi amiga ya se había ido a su casa y yo me encontrando vagando por la calle hacia mí casa.
Sentí un golpe en mi hombre que me hizo derrumbarme en el piso, gire la cabeza para ver quien era, solo logre ver un rostro con colmillos y los ojos rojos, levantó el pie listo para golpearme, cerré los ojos esperando el golpe que nunca llegó. Abrí los ojos, el vampiro que me quiso lastimar estaba tirado en el suelo, su cabeza ya no estaba unida a su cuerpo como se supone que deberia estar, se encontraba sujeta de la mano de Blake, su rostro estaba con facciones de odio y furia, sus ojos estaban de color rojos encendidos.
Cuando nuestras miradas se encontraron su facciones se relajaron tiro la cabeza para algún lado. Se acerco a mí y de inmediato trato de ayudarme a levantarme, me queje cuando toco justo donde ese vampiro me había golpeado.
-Lo siento--dijo como si fuera su culpa de que ese sujeto me golpeará.
No dije nada, ninguno lo hizo en todo el camino a mi casa, hasta que llegamos a la puerta.
-Te espero arriba--dijo. Asentí y toque la puerta.
Entre, trate de que no vieran mis muecas de dolor cuando me abrazaban, subí las escaleras, entre a mi habitación y él estaba ahí terminando una llamada.
Me miro con ternura.
-Tenemos que irnos pronto--dijo serio.
-No, y...--él habló, me interrumpió .
-Saben lo que significas para mí, sí no nos vamos pronto te van a matar y eso bajo ninguna circunstancia lo voy a permitir, y si quieres un motivo no se vana contemplar al matar a tu familia.
-No--Dije en un susurro casi inaudible--ellos no. Yo-o--Titubee. Me senté en mi cama con cuidado.--Debe de haber otra forma.
Se acercó a mí y me abrazó, ese abrazo que muchas veces no significa nada para mi, esta vez significó mucho, los latidos frenéticos de mi corazón lo decía por mí, ese abrazo era confort para mí como si con eso todo mi mundo se encontrará en paz.
-Te prometo que nadie les va a hacer daño, pero necesito que tú estes segura a mi lado. Tu familia solo será un blanco fácil para ellos. Saben que tu debilidad es tu familia y que tú eres la mía, atacarán con tal de causarme daño.
-¿por qué yo?--pregunté una vez más con la voz rota esperando que esta vez me responda.
-Eres mi alma.--eso hizo que mi corazón quisiese salirse de mi pecho, pero se que solo necesita mi sangre y esta mas que claro que sin importar qué, no me va a dejar ir.
No voy a negarme a ir con él, porque simplemente no tengo otra opción, mi familia sufrirá, sé que nos puede protegerlos.
Asentí, sin saber como responder a eso.
-Solo te pido tiempo, dame unas semanas para arreglar todo ¿si?--pedí.
-2 semanas.--dijo firme.
-Esta bien--respondí. Tampoco quiero darles más tiempo para que lastimen a los que quiero.
Antes de que saliera por la ventana lo detuve. Sin que lo pudiese evitarlo dije.
-Quédate un momento por favor.
Gire a mirarme examinando si lo que le decía era broma, después de unos segundos asintió.
Me metí bajo las cobijas sin cambiarme, él sentó en una esquina de la cama mirándome.
-Por cierto--dije apunto de quedarme dormida--sé que ¿cómo te llamas?
-Blake--fue lo último que escuche antes de quedarme dormida.