Capítulo 4

Es el día, supuestamente hoy muero, se que este es dolor más grande que puedo causarle a mi madre quien siempre lucho por mí, que tantas veces vi llorar por algo mínimo que me pasaba, que se desvelaba por mí todas las noches, pero esta vez voy a ser egoísta y prefiero que sufran por un tiempo mi muerte a que todos ellos mueran por algo que no tienen nada de culpa y menos mi hermano, ellos se repondran tienen a mi hermano, un nuevo comienzo por el cual luchar y seguir adelante.

Prefiero sufrir mil veces yo a ver a los que amo sufrir.

Blake no estaba de acuerdo con mi plan de que me atropellaran de verdad, sono masoquista lo sé, pero era necesario para los testigos que presenciarian lo sucedio. 

Blake contrataría a alguien que supuestamente me atropellará, y obviamente sería un vampiro que me sacaría de la escena en el momento exacto. Obviamente habría uno que otro daño para mí, pero serian leves.

Estoy muy nerviosa, le pedí a Blake que no me dijera en que momento pasaría, ya que como me podria acobardar y no puedo hacer eso.

Solo sentí como algo duro fue impactado contra mi costado, dolía como el demonio, ¡Dios!, solo escuchaba ecos de los murmullos de la gente.

Desperté con un dolor inmenso en la cabeza y en todo mi cuerpo. 

Estoy recostada en una cama amplia, el lugar era amplio y personalizado exactamente como me gusta, con ese estilo hippie y de princesa que tenía, y estant grande con libros. Recorrí el lugar con la mirada hasta que me tope con Blake mirando por el ventana, al parecer no se a percatado de que he despertado debe de estar sumido en sus pensamientos.

-Blake--llamó. Es inevitable el dolor que surge en mis palabras. Trate de sentarme, mas no pude, hice una mueca de dolor, Blake se acercó a mí deteniéndome de mi acto.

-No lo hagas. Estaba esperando que despertarás--quería preguntar por lo que había pasado después, soy interrumpida por el acto de Blake que acerca su muñeca sus labios y perforar su piel con sus colmillo, después acercar su brazo hacia a mí, sin preguntar por qué solo bebí. 

Su sangre me sabía bien no era como cuando me mordía el interior de la mejilla y sangraba sabía dulce, no, era algo más que eso sí, me sabía dulce, pero tenía un sabor mas allá, como a chocolate.

-Detente--Escuche de su parte, lo hice.

Sentí  como el dolor disminuía y mi cuerpo volvía a como antes del accidente.

Decidí tomar valor y preguntar lo que había pasado después de que el carro impactara contra mí.

-¿qué pasó después de que me quedara inconsciente?

Pase saliva con dificultad, temerosa por su respuesta.

-Antes de que los mortales pidiesen acercarse a ti el carro explotó--lo miré con los ojos muy abiertos--nadie salio lastimado, fue algo de último minuto para que tu muerte fuera más creíble. 

No respondí no podía, la culpa me carcomia por dentro, sintiendo ese característico dolor en el pecho por la culpa.

-¿Dónde estamos?--pregunté queriendo cambiar de tema.

-En Canadá--entre abrí los labios con asombro, guau... eso soy me lo esperaba creí que estaríamos en otra parte del país no en otro país.

-Bueno--dije saliendo del shock--y ¿esto?--dije señalando el cuarto.

-Vas a vivir aquí creí que te gustaría tener un cuarto a tu comodidad.

-Gracias--fue lo único que pude decir.--¿cuánto tiempo llevo durmiendo?

-Dos días--tanto he dormido supongo que el choque si fue fuerte.

-Quisiera ver por última vez a mi familia por favor.

Se quedo un momento pensativo, luego solo asintió con la cabeza.

-¿cuando...-me travé por un momento--va a ser el velorio?

-mañana,--nos quedamos en silencio--por la mañana, a primera hora iremos.

Salio de la habitación, cuando estaba segura de que ya se había alejado suficiente de la habitación sollocé, me desahogue tanto como pude, tal ves ya me había escuchado medio mundo en esta casa, pero no me importa en estos momentos estaba tan destrozada que ya me daba igual si pensaban que era alguien débil.

Solo eso pude hacer hasta quedarme dormida.

-Kheily--abrí los ojos lentamente, viendo el rostro de Blake.--vamos.

Recordé que me llevaría al entierro. Me pare como pude.

-vamos--dije.

-primero cámbiate,  si vas así solo llamarias la atención, ahí hay ropa para ti--dijo señalando los armarios y saliendo.

Tenía razón con la ropa así solo conseguiría llamar la atención, en los cajones encontré un enterizo negro, me lo puse, amarre mi cabello en una cola alta y limpie mi rostro. Cuando abrí la puerta Blake ya me estaba esperando.

-¿vamos?--pregunté. 

Antes de dar algun paso unió nuestras manos, me sorprendió que hiciera eso no era algo que esperace, no dije nada solo lo seguí.

En el camino solo nos encontramos a unas cuantas personas que me miraban con incredulidad y a Blake no lo miraban era como si temieran hacerlo, aunque no los juzgo Blake puede ser muy imponente y temible.

En la puerta nos encontramos a un chico muy guapo no lo niego tenia la test blanca, ojos verdes y pacibles, todo lo contrario a la mirada de Blake, el cabello castaño claro, es hermoso, pero no se compara a la belleza de Blake.