(Desconocido):
Me levanté de la cama buscando mi traje. Mi padre quiere que valla a una fiesta del consejo, esos vampiros hipócritas, sé que muchos quieren derrocar a mi padre para quedarse con el gobierno mi padre también lo sabe lo que no entiendo es porque no se deshace de ellos.
Una camisa blanca, el pantalón y saco azul marino oscuro casi para llegar a negro, en eso consiste mi traje. Cuando me siento sobre la cama para colocarme los zapatos siento los brazos de mi amante rodearme, su brazo derecho esta por encima de mi hombro y su brazo izquierdo esta a dirección de mi codo entrelazando sus dedos sobre mí pecho. Empieza a hacer un camino de besos por mi cuello.
-Basta--digo sujetando sus muñecas.--Tengo otras cosas que hacer.
Sin dar más explicaciones salí de aquella habitación esperando que al volver ya no estuviera.
Abarque uno de mis autos y puse marcha hacia la casa donde se celebra la fiesta.
Le di mis llaves al encargado, con paso firme entre al salón principal haciendo un análisis del lugar.
Interesante, tal ves me pueda tirar a alguien de aquí, fije mi mirada en una morena alta.
Ella me dedico una mirada coqueta, lo tendría que dejar para después.
Cuando me adentre más a la mansión sentí el olor de Kheily, ¿Kheily? Como es posible, ella no puede estar aquí.
Con el ceño fruncido y mil preguntas rodando por mi cabeza buscando una explicación razonable para que ella se encuentre aquí, además de un nudo en la garganta que me molestaba.
Quedé paralizado cuando la vía a unos veinte metros de distancia. Ella estaba ahí tan hermosa como siempre, aunque había algo en su mirada que me decía que se había hecho más fuerte mental y físicamente, traía un vestido corto que hacía resaltar más sus esbeltas piernas, en realidad todo su cuerpo; dejando al aire sus rizos.
Miles de sentimientos estrujaron mi marchito corazón, ella debe tener 17 años y aun asi todas y cada una de sus facciones la hacen hermosa para cualquiera, mo tiene nada que envidiarle a ninguna de estas vampiras. Inevitablemente sonrei.
Supongo que sintió que la estaba observando, ya que su mirada se encontró con la mía, frunció el ceñó como que examinando me, aprovechando que alguien paso por mi delante me esfume.
No quería que me viera, no es el momento o mejor dicho yo estoy preparando para explicarle.
Necesitaba cerciorarme de las razones por las que ella esta aquí; tal ves no se encontraba ahí por decisión propia; pero, mi conciencia me decía que no vuelva, yo la deje y tengo que afrontarlo mis decisiones.
Solté un gruñido.
No tenias ganas de pensar en que voy hacer, o mas bien nunca querría hacerlo.
No puede volver. Tendré que desaparecer unos años más. Lo peor es que tengo que buscar una buena excusa para mis padres, ¿que les puedo decir? Sí, me encontré a una mujer y me voy a quedar mas tiempo lejos. O me estoy divirtiendo, maldición que mejor dejo que se les pase y vuelvo después.
Sentí unos brazos envolverse al rededor me cuello, acariciando mi pecho haciendo un recorrido hasta mi ombligo para después clavar sus uñas. Y claro que me puso duro, cojí sus manos llevándolas más abajo, empezó a acariciar encima de mi pantalón.
Mientras hacia eso yo lo único que pensaba era que la que me estaba haciendo eso, era ella y solo ella. Demonios no puedo pensar así estoy con alguien mas, no puedo ser tan perro. Traté con todas mis fuerzas de concentrarme con la mujer que estaba en la cama. Olvide todo y me concentré en todo lo que aquella mujer tenía y ponía a mi merced.