Siempre serás tú

Capítulo 11

-Señor, llegamos--Que vergüenza. Me suicido, como es posible que aiga perdido la cordura.

Blake no tuvo que hacer esfuerzo en quitarme de su encima, yo como si tuviera un resorte por cuerpo salí de su encima. No quería tenerlo tan cerca de mí.

Abrí la puerta y salí de ahí con prisa. Traté de correr, pero que creen traía vestido y tacos; imposible.

-Tuviste que haber esperado a que te abriera la puerta--Lo dijo en son de regañada.--me quitas credibilidad como caballero.  

-Eso no es cierto, además lo importante es que yo la "afectada" lo sepa y que pasaría si yo fuera la que te abriera la puerta a ti. Porqué tienes que abrir la puerta tú, si yo lo puedo hacer solita.

-pues..

Lo corte.

-Era una pregunta retórica.--dije obvia.

Ann se posicionó a mi costado y enredo nuestros brazos.

-No te pongas nerviosa solo será un instante y como tip te digo que trates de calmar a tu corazón.

-No pues me tranquilice.

-Okay piensa que eres la diva del momento okay, todas te tendrán envidia al momento en el que entres.

-Lo intentare--dije soltando el aire con exageración.

Ann fue hacia Andrew con elegancia y sus tuvo su brazo y le susurró algo al oído.

-Si quieres nos podemos ir, no es necesaria mi presencia. --No me di cuenta en el momento en el que Blake me sostenía de las manos y me hablaba con ternura.

-No, tengo que hacer esto. Tu nunca me vas a dejar ir y en algún momento tendré que enfrentar a esta gente, tú eres el gobernador imposible escapar de ellos, y no soy cobarde.

Me sonrío con ternura y orgullo.

-Hagamos esto.--respondí.

Cuando llegamos a la entrada Blake me rodeo la cintura con un brazo y pegando me a su costado.

Las puertas se abrieron con delicadeza, di unos cinco pasos y todas las miradas se concentraron en nosotros. La bulla se apasiuo.

Traté de respirar con la frecuencia adecuada y 
creo que lo logre. Eso espero.

Traté de mirar fijamente a todos, no me permitiría bajar la mirada.

Era palpable como dagas invisibles me atravesaban por todo el cuerpo, Ann lo decía en serio.

Todos se inclinaron para recibirnos. Excepto una pareja que demostraban odio, repugnancia y celos, esta gente si que tiene emociones fuertes. Supongo que nadie los vio ya que estaban apartados de toda la gente.

Una vez que se volvió a escuchar la música todos volvieron a lo suyo.

Ahora a bajar con clase por esas benditas escaleras.

Blake ahora sujeto mi mano para darme más facilidad de bajar.

Una vez abajo una pareja fue la primera en acercarse nos.

-Es un placer al fin conocer a la mujer que va a domar al "gobernador"--dijo juguetón.

No se si domar era la palabra correcta ya que digamos que no es que él se acerque tanto a mí. Vamos en progreso.

Solo sonreí, no lo conocía lo suficiente para decir una de mis frases sarcásticas.

-Ella es Rebeca, mi mujer.

Me la presentó.

-Hola, yo soy Kheily.

¿Qué mas le puedo decir? No lo sé.

-Claro que lo sé, ven acompáñame, dejemos que ellos conversen. Antes de que Blake pudiese negarse me adelante.

-Claro.

Volví la mirada Blake que me miro un tanto preocupado. Me acerque a él.

-No te preocupes, estaré bien.--sonreí y me encamine con Rebeca.

-Veo que no es alguien que necesite ser cuidada...-Eso escuché a lo lejos.

-¿Cómo fue que te encontró?--me fije en Rebeca.

-¡Ehh! No estoy segura, pero creo que fue un ¿sábado? Bueno esa fue la primera vez que yo lo vi, lo vi por la ventana cuando estaba en un taxi. Todo dice como dos años y un poco más.

-Oh, comprendo. Ah mi Lucas me encontró hace ciento seis años en un bar.

-Oh,--dije yo también.--y Lucas es muy cercano a Blake.

-Sí, se conocen hace milenios, son muy amigos.

Llegamos al jardín, era muy hermoso.

-Y te asustaste cuanto te enteraste lo que era.

Me daba curiosidad.

-La verdad sí, fue horrible le tire todos mis zapatos en cuanto dijo aunque al inicio no se lo creí. ¿y para ti como fue?

-Bueno a mi no me asustó al contrario me dio curiosidad ya que yo lo descubrí, no lo sé siempre me dio curiosidad los seres sobrenaturales.

-A que entrar se van a preguntar donde estamos.

-Ve tú, enseguida voy yo quiero estar aquí unos minutos más.

-Esta bien.

Me senté en una de las bancas al frente de un pequeño lago.

Vi la sombra de aquel hombre, él que no hizo la reverencia, se manifestaba a través de las aguas cristalinas.

Volteé para enfrentarlo mas no fue necesario ya que me encontraba sobre el césped con él sobre mí cuerpo.

-Sabes que por tus venas corre algo que me vuelve loco.--Dijo con malicioso.

Paso un lenguaje por toda la longitud de mi cuello. Me dio asco.

-Aléjate--Demande. Claro como su me fuera a hacer caso.

-Quiero tu sangre.--Abrió la boca dejando ver sus colmillos. Trató de acercarse mas puse todo mi empeño para alejarlo. Le tire una patada en su parte más sensible,  me levanté y claro no llegue muy lejos, mi cuerpo fue estampado contra un árbol.

-Tienes mucho valor.

-Demonios, Aléjate.

Ya no podía hacer más él sujetaba mis manos con saña, sus piernas las había puesto entre las mías y con otra de sus manos sujetaba mi cuello.

Soltó mi cuello , su mano bajo acariciando todo mi cuerpo hasta llegar a mi muslo paro un momento y luego empezó a adentrar su mano por debajo de la falda del vestido. Yo no quería esto, era mucho para mí, cerré los ojos esperando a que termine lo que se proponía.

Abrí los ojos al ya no sentir lo cerca de mí, él se encontraba tirado en el piso siendo golpeado por Blake, la furia era evidente en él.

Golpeó su cara una y otra vez, sus nudillos estaban lastimados y aun así no se detenía. Me acerque a él.

-Basta.--Traté de detenerlo.

-Nunca escucha  bien, nunca vuelva a tocarlo o juro que te mató, me escuchaste--Vociferando, lo cogió de la camisa y lo estampo contra el suelo.  Le rompió el cuello.




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