No entendía porque Mateo se estaba comportando así. Pero lo sentís sincero, después de un rato decidimos que lo mejor era regresar, yo quería volver a casa y asegurarme que mamá estuviera bien.
Mateo se estaciono frente a mi casa.
- gracias, no se porque lo hicistes....pero gracias- le dije muy agradecida. El me sonrio
-De nada, sentí que debía hacerlo- dijo con la mirada hacía el volante.
- Chau- intente abrir la puerta pero Mateo me sujeto la mano. Me giré a mirarlo.
- Tami.....si ese hijo de puta intenta o te hace algo porfavor decimelo- su mirada era suplicante; no entendía porque le importaba si el siempre me himillaba y maltrataba. Pero al ver si mirada sólo pude decirle que
- Si, gracias- y baja del auto.
Al entrar a casa busque a mamá y me contó que Roberto se había marchado.
Los días fueron pasando y Mateo ya no me molestaba, pero aún algunos de nuestros compañeros lo hacían.
Sofi volvió a hablarme porque me extrañaba y cuando le conté lo sucedido con mi padre se disculpó mucho por no haber estado apoyandome. No le conté lo de Mateo para que no volvieramos a pelar por su culpa. Sebastián cumplió con su promesa y siempre está haciéndome reír; la pasó muy bien con el y estoy considerando la idea de aceptarlo. Aunque Mateo ya no me moleste ya no volveremos a ser aquellos amigos de la infancia.
De lo de Roberto ya pasó un mes, por ahora no a vuelto.
Era viernes y había decidido aceptar la invitación de Sebastián de ir al cine en la tarde así que lo esperaba fuera del Instituto, cuando Mateo apareció.
- Hola, como has estado?- pregunto avergonzado?
- bien y tu?
- bien, quisiera que hablaramos- me dijo pasándose la mano por la cabeza.
-hablar de que?- pregunté sin entenderlo.
- No quiero que sigamos peleando- me dijo apenado.
- No soy yo quien pelea- le dije sería.
- Si lo se, por eso.....
- que haces Mateo? Estas molestando?- pregunto Sebastián desafisndolo.
- No te metas no hablo contigo- respondió Mateo ignorandolo.
- pues si me meto, no voy a dejar que la lastimes- respondió enfadado Sebastián.
- Ja ja ja no es tu asunto borrate- dijo Mateo burlón.
- Si es mi asunto, todo lo que tenga que ver con mi novia es mi tema- dijo Sebastián, y pude ver la sorpresa de Mateo.
- tu novia?- escupió con asco.
Sebastián se acercó y me tomo de la cintura.
- Si mi novia- respondió con una sonrisa, y yo quería que la tierra me tragara, los alumnos se comenzaban a acercar para escuchar el bochorno, y todos quedamos en silencio cuando Mateo arrojó su mochila al piso y grito enfurezido.
- SUELTALA!!!! NO LA TOQUES!!!
- QUIEN TE PIENSAS QUE ERES PARA ORDENARME ESO!!!- grito esasperado Sebastián. Se estaban enfrentando y yo no sabía que hacer.
- ya por favor, vamonos Sebastián- le pedí jalando de su brazo.
- Si mejor vamonos csriño- me tomo la mano y cuando nos íbamos Mateo hablo.
- así que es tu novia, le contastes todo?-pregunto burlón y sentí que Sebastián se tensaba.
- CALLATE CABRON!!-grito Sebastián.
- Ja ja no se lo dijistes- respondió burlón Mateo- deja que yo se lo digo.
- No!!! Yo se lo voy a decir- grito desesperado Sebastián.
- De que hablan?- pregunté confundida.
- que Sebastián se acercó a ti por una apuesta que hicimos- dijo Mateo y sentí que mi mundo venía abajo.
- yo te explico Tamara- dijo Sebastián. Lo mire a los ojos.
- es verdad?- Sebastián me miraba con pena.
- Si pero después todo cambio lo juró - todo era mentira, cuantas veces se habrán burlado de mi por creerme este estúpido cuento. Todos esos momentos que compartimos fueron mentira.
- ganastes?- le pregunté, el agachó la cabeza.
- Si- susurro.
- al menos sirvió para que le ganarás a este imbécil- le dije y decidí marcharme. Pero ambos intentaron detenerme.
- NO!!! NO QUIERO QUE SE ME ACERQUEN, AMBOS SON LA MISMA MIERDA!!!- grité furiosa más humillada que antes, todo el Instituto estaba allí escuchando todo y no tenía a Sofi para consolarme, hecha un mar de lágrimas llegué a casa.