Me despierto porque hay alguien besando mi espalda, que rico se siente.
¡STOP! Paren hasta las vueltas que da el mundo.
¿Besos? Abro los ojos y me giro para ver al causante de los besos, no puede ser, no me jodas, mierda, es ...
— ¿Joseph? — digo asombrada e inmediatamente me cubrí con la sábana al darme cuenta de mi desnudez.
— ¿Esperabas que fuera alguien más?—dice en todo jocoso pero para mí no es momento de broma — Eres perfecta — dice, va a besarme y salto de la cama para dirigirme al baño.
— Disculpa, debo ir al baño y esto quedo aquí. ¿Okay?
No espero respuesta y entre al baño y dure bastante tiempo, ¿qué mierda hice? Bueno seguro es que al tener tanto tiempo... Además del alcohol "Es muy malo beber" no volveré a tomar alcohol nunca más.
Salgo del baño, visualizo mi ropa y me enfundó en ella, tengo hambre, bastante hambre.
Mi celular suena.
— ¿Si? — conteste sin mirar quien es.
— Joder Lay ¿dónde estás? —dice mi hermana al otro lado de la línea.
— Massiel! De por Dios, ¿por qué me dejaron sola anoche, a donde fueron tú y Adela? —pregunto enojada.
— Estábamos, bailando, pero luego Adela se fue con Christian y Joel llegó, estaba ebrio e hizo un show por verme bailar con Joshua...te busque y luego no te encontré.
— Joder... ¿Estás bien? ¿Qué te hizo el idiota de Joel? — Sí, sé que cuando se le pasan las copas es un caos capaz de cualquier locura.
La línea se quedó en silencio unos segundos.
— Cuando venga te explico ¿sí? —dice mi hermana en susurro.
— Vale ya salgo para allá —le respondo y cuelgo la llamada.
Voy hasta la cocina donde está Joseph y ha cocinado puré de papas con queso y zumo de naranja.
— A buen tiempo preciosa.
Dice haciendo que tome asiento en una silla y él se sienta frente de mí.
— Muchas gracias la verdad que muero de hambre —le digo al moreno.
— Gracias a Dios que te gusta pensé que eras de lechuga y verduras.
Suelto una carcajada.
— Ni que lo digas.
— Bueno con tan cuerpazo que tiene. —me observa y me remuevo algo incomoda.
— Eso es un don, además de que practico basketball— digo orgullosa — el ejercicio y el deporte hacen que me mantenga.
Me he dado cuenta que es bueno charlar con Joseph, es buen oidor y hablador. Pero no quiero darle falsas esperanza. ¡Oh por Dios! Ojala no haya visto mis tatuajes, No me gustaría que ande recordando donde lo tengo a cada rato. No. No.
— Me gusta y que seas así más.
— ¿Joseph, podrías llevarme a casa?— digo cambiando de tema— Y por otro lado no estoy en formar relaciones ni nada por el estilo, tal vez no quieras estar en la zona de amigos pero es el lugar que puedo ofrecerte ¿vale? —le aclaro las cosas.
— No hay problema chiquita, vamos te llevo a casa. —dice Joseph.
Salimos a casa no sin antes comerme todo y recoger.
Subo a la habitación de Massiel directamente, entro sin tocar y la encuentro hecha un desastre.
— Massi ¿Qué pasó? — pregunto acercándome y abrazándola.
No dice nada y me está empezando a preocupar. — Massiel, por favor, ¿qué sucedió?
— Me golpeó enfrente de Joshua, y ellos empezaron a pelear y antes de irse con un amigo me dijo que no me ama y que siempre me ha engañado.
Me quedé en shock, de verdad pensaba que Joel era diferente pero me equivoqué y sé cuánto duele ver que la persona que amas con todo tu ser te golpea, te maltrata y te engaña (lo del engaño lo supero, pero un golpe, no lo perdonaría nunca, jamás, eso va mas allá de cualquier cosa, Massiel no es su hija para que le ponga la mano encima, bastardo). Eso es como que haces una casa y crees que está bien y entras para habitarla pero de repente se derrumba y te lastima, pierdes el dinero invertido y debes gastar en el hospital para curarte pero a diferencia de eso la cura aquí es lenta y muy dolorosa, difícil, ya no confías en que pueda existir alguien que pueda amarte, ya no construyes nada por miedo a que se derrumbe nuevamente la construcción.
— ¡Oh Massiel! — es lo que logro decir, no sé qué hacer.
— ¿Por qué laysha? ¿Por qué?
~~~•••~~~
Ha pasado una semana después de lo ocurrido con Joshua y Joel. No sé por qué tengo un mal presentimiento, papá llamaba diario pero tiene dos días que no llama he decidido llamarlo yo.
Uno. Dos. Tres y contesta en el tercer tono.
— Hola Laysha —dice secamente, no mi bebé, ni mi niña y mis alarmas se activan.
— Papá, ¿qué sucede?
— ¿Tiene que estar pasando algo? estoy trabajando muchacha, habla rapido, o cuelgo y cuando vayas a decirme algo verdaderamente importante me llamas.
Mi nariz pica y mis ojos están aguados, nunca mi padre me ha hablado así.
— Pa- papá ¿está todo bien? ¿Estarás aquí para mi graduación? ¿Verdad? en unas semanas empiezan los exámenes.
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Editado: 25.07.2019