Siempre supimos que seríamos olvido,
Que la noche no sería oscura por siempre,
Que después de un abrazo, llega el frío .
Era inevitable, tú y yo lo sabíamos,
De hecho, todo el mundo lo sabía .
Temer al olvido es como temer a la muerte y nosotros no somos inmortales,
Sí, era inevitable.
Que imprudencia eso de entrelazar nuestras manos,
De querer querernos, sin hacerlo ,
De decirnos amor, sin tener la más mínima idea de que era eso.
Bueno...
Yo si lo sabía,
Porque la palabra fingir no estaba en mi vocabulario y en el tuyo, la palabra mentira, encabezaba la lista .
Siempre lo supiste,
Yo me di cuenta después,
Que seríamos olvido,
Aun así, me aferraba con fuerza a una mano que quería soltarme.
¿Por qué?
¿Por qué no me di cuenta mucho antes de que seríamos olvido?