#Prólogo

Domingo, 14:00 hs.

Un día así no se podía conseguir mucho, todos los mini mercados de confianza se encontraban cerrados, era la primera vez que me levantaba tan tarde después de una reunión con amigos. 

Sabía que a esta hora había uno abierto, pero el  que atendía ahí no me daba buena pinta. 

No sé si les pasa, pero hay personas que te causan un rechazo y eso mismo me causaba aquel hombre. 

Me detuve a una cuadra del negocio a pensar si realmente necesitaba comprar. 
Resignada, tuve que ir o me moriría de hambre, lo que menos quería era eso. 

A paso lento me encaminé hasta allí, el almacén era grande, tenía de todo un poco, ni más ni menos. 

Contaba con todo tipo de alimentos, incluso de panadería y verdulería. 

Siempre era mi última opción para ir a comprar, ya saben el porqué. 

Llegué y vi que estaba él. 

—Carajo… —susurré. 
—¿Qué necesita, señora? —preguntó disgustado, como si mi presencia no le sentara muy bien. 

Si sos vendedor y tenés que atender al público, mínimo tendrías que poner una buena cara o hacer tu trabajo bien, ¿seguirá molesto conmigo porque casi se queda sin una compra? 


«—Pero, me dijo usted que salía $35 y ahora me sale con $40. —le dije enojada, ¿podía ser que un producto aumente $5 en un día? 
—Subieron los precios, yo no tengo la culpa, señora. —respondió en aquel entonces. 
—¿Sabe? No le creo nada, siento qué hay algún problema personal conmigo y por eso, decide arruinarme el día. Deje todo, no me llevo nada. 
—Solo por esta vez le dejo a $35, pero pregunte en cualquier distribuidora que sale ese precio que le dije." 

—Necesito cinco tortillas, un café instantáneo y un sobre de jugo, por favor. 

Asintió y me trajo las cosas rápidamente. 

—¿Algo más? 
—No, ¿cuánto sería? 
—$100. 

Para serles sincera, me cobraba más barato que en los mini mercados que habituaba siempre. 

Le pagué y me fui de allí, sería capaz de soportar a este tipo para que me cobre lo que realmente salía el producto. 

Mi nombre es Guadalupe Linares y voy a contar mi triste, o no tanto, historia. 

Yo la apodaría misteriosa, pero eso queda en ustedes. 

Mi historia, en la cuál creí que el amor estaba perdido, pero tuve una leve esperanza cuando lo conocí más a fondo...