¿Saben? Esto es lo más maravilloso que me ha pasado.
En serio.
Llamarla por su nombre, por su apodo, o, simplemente, comentarle banalidades del día me hacen feliz.
Y a ella también.
No imaginan cómo se ríe de mis chistes, de las anécdotas de mi hermana. Gracias, hermana, por darme temas de conversación. Su sonrisa. Se le forma un hoyito en el cachete derecho. No dos, solo uno y es adorable y tentador.
Y lindo.
Ahora, estamos la mayor parte del tiempo juntos. Por el momento, quiero concentrarme en ella. Solo eso.
Ya les dije a mis amigos y ellos me apoyan. Como han dicho, me han dado "vacaciones" para conquistar a la chica que me gusta.
Estoy decidido a hacerlo.