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Logan
Tres meses han pasado desde que estoy en el infierno, pero incluso el mismo infierno puede ser agradable cuando te acostumbras este. Y yo me he acostumbrado.
La comida aun me sigue pareciendo desagradable, pero debo admitir que de vez en cuando dan una buena comida aún no se olvidan de que también somos humanos y en estos tres meses que han pasado no puedo creer como he cambiado, soy más seguro de mismo ya no bajo la cabeza ante nadie, soy más fuerte que antes como nunca pensé que lo seria.
Y todo este resultado se lo debo a Jin diría que es algo lunático, pero sus entrenamientos sin dan resultados increíbles, recuerdo el primer día de entrenamiento sumamente agotador al día ni siquiera podía levantarme, pero el motivaba a seguir avanzando y el resultado es este seguro de mí, un cuerpo trabajado cuando salga de aquí y las chicas vean en que me convertido seguro querrán pasar por mis brazos.
Es una lástima que esto no sea gratis Jin quiere que cobre su dinero en siete lugares de peleas clandestinas, pero no me quejo lo bueno de todo esto es que yo me quedare con una parte de ese dinero aun me faltan dos años nueve meses y como voy ahora puedo soportar estar aquí como si de un paseo por el parque se tratara. Me he ganado el respeto de muchos reos de aquí, aunque en ocasiones tenía que pelearme para conseguirlo es una manera absurda y estúpida de conseguirlo, pero la más efectiva.
También tengo uno que otros enemigos se limitan a esos idiotas que casi me matan en el desayuno al segundo día de estadía aquí. Estuvieron castigados un buen tiempo y cuando salieron saben cómo estaban furiosos querían vengarse y no tengo de que decir de quien ¿verdad?
Se llevaron una buena sorpresa al ver que ya no era el mismo me querían agredir físicamente, pero fui yo quien les pateo el trasero, ni uno solo golpe, me pudieron dar yo les hice bañar en sangre bueno solo al que me apuñalo a sus otros dos amigos les rompí los brazos me castigaron, pero salí rápido dado que no fui yo quien inicio la pelea, esos tres sí que me tienen ganas de darme mi merecido. Pero quedan con ella saben bien que no pueden ganarme.
–Jin, vamos a practicar –digo, se encuentra recostado en la silla levantado pesas.
Deja la pesa en el soporte se acomoda al pie de la larga silla con los dedos entrecruzados suelta un suspiro –vamos Logan, descansa un poco. Parte de un buen entrenamiento es darle su merecido descanso al cuerpo –lo miro con algo de decepción –no me mires así. Ya eres lo suficientemente fuerte has aprendido todas mis técnicas de pelea.
Jin me ha enseñado lo básico del Muay Thai, Kung-Fu él sí que es un experto no tengo duda porque ganaba en esas peleas clandestinas, en todas nuestras prácticas no he logrado acertar un solo golpe o por lo menos derribarlo pareciera como si bailara conmigo y sin darme cuenta ya estaba derribado. En parte del respeto que me he ganado aquí es por Jin todos aquí le tienen respeto, como si fuera su ídolo de seguro saben la maravillosa vida que llevaba fuera de estos muros que nos encierran
–Mmm… hare sombra.
–No tienes remedio –dice con risa volviendo a recostarse para toma la pesa.
Me doy la vuelta para ir hacia la pared a practicar y escucho –Vallejo –giro leve la cabeza y veo a dos guardias –acompáñanos.
–Puedo saber el motivo. Que yo sepa, no he hecho nada –respondo cortante.
–Cállate, y ven –dice el guardia de manera severa.
No tengo opción los acompaño cada guardia se coloca a mi derecha e izquierda salimos del patio, caminamos por los pasillos hasta llegar a la sala de reuniones hay algunas personas aquí, solo una mesa esta con un abogado reconozco al prisionero es Marco quien está aquí por robo con arma la chica frente él debe ser su novia o esposa está aquí poco más de un año, pero va salir pronto por buena conducta.
La verdad no sé qué hago aquí, prácticamente dije que no quería visitas, aunque la verdad me gustaría poder ver a Mei y la señora Maylin puedo decir que son las únicas personas a quien considero mi familia. L única razón por lo que dije que no quería visitas era para evitar ver a Reese y Sofía que seguro estarían fascinados de verme aquí encerrado.
Un hombre se levanta lleva una larga chaqueta negra y lo reconozco es el Detective Villegas –Vallejo –me llama y voy hacia él.
Lo miro fijo realmente no sé qué quiere me siento apoyando los brazos sobre la mesa –¿Qué quiere? –digo cortante.
–Te traigo una buena noticia –lo miro confundido –mañana sales en libertad.
Escuche bien dijo que mañana salgo en libertad mi cara debe estar desencajada por esas palabras. –Mañana salgo en libertad –digo incrédulo –¿Por qué?
–Encontré pruebas de que te inculparon injustamente –dice el detective juntando las puntas de sus dedos –tus compañeros, Malcolm, Efraím –se detiene –bueno para que mencionarlos tú ya los conoces. Ellos compraron la droga y la implantaron en tu maleta.
Sabía que esos infelices tenían que ser aprieto fuerte los puños el detective nota mi reacción –dígame una cosa –asiente –Natalia, Eliana y Rebeca. También tuvieron que ver con esto –asiente de nuevo. Y mi ira no puede estar más descontrolada.
–Sus padres están dispuesto a darte una compensación por todos los días que pasaste encerrado –no puedo estar más indignado, pero necesito efectivo al salir tengo planeado salir de la casa de Reese y Sofía.
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Editado: 31.03.2021