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Logan
Llevo tres días viviendo en mi nuevo departamento me excedí un poco al comprarlo directamente, pero creo que me merezco este capricho después de todo de lo que he vivido junto a Reese y Sofía. Con esos imbéciles en preparatoria, las arpías y esos tres meses en prisión, me merezco este capricho ¿verdad?
No me voy a quejar de mi estadía en prisión. Es cierto que casi me matan al día siguiente de mi llegada, pero gracias a Jin puede sobrevivir gracias a él soy quien soy ahora. Mi vida a mejorado y sobre todo tengo a Mei a mi lado no sabía que tenía todos estos sentimientos hacia ella, siempre la mire como una amiga especial en quien podía confiar, apoyarme cuando flaquee, y ella siempre estuvo ahí para mí.
Desde la primera vez que la conocí, estuvo conmigo todos estos años soportando el mismo dolor conmigo la apreciaba como nunca, su tía la señora Maylin también se comportó amable conmigo, ella fue como la madre y padre que nunca tuve.
Cuando Mei se alejó de mí, me sentía vacío tal vez fue culpa mía por cómo me comporte el primer día de mi regreso. Y ¿Quién no lo haría? Si escucharan lo que dijo ese imbécil. Es verdad, me descontrole tanto que lo estrelle contra la pizarra apretándole fuerte el cuello, si no fuera por Mei de seguro lo hubiese matado ese mismo instante y tendría que volver a prisión. Entre en razón gracias a ella.
Me molesto tanto que ella me mirara con miedo que me evitara sentía que algo de mí me faltaba no lo toleraba más por eso la acorrale en ese salón vacío, la quería de vuelta conmigo, quería lo que me faltaba y era ella cuando la vi tan vulnerable no me resistí más la bese. ¿Cómo explicar lo que sentí con ese beso? Era como subir al cielo y bajar al infierno, como si un volcán lleno de sentimientos estallase en mi corazón.
Sus labios eran tan suaves, no me canso de probarlos cada vez que tengo la oportunidad de besarla. No quiero que se vuelva alejar de mi la necesito conmigo. Porque la amo, como no pensé amar a nadie.
El lunes después de clases fui a prisión a visitar a Jin pata infórmale del primer trabajo realizado, me felicito y también me pidió que no vuelva a visitarlo por seguridad para evitar problemas. También me pregunto si había pateado los traseros de esos idiotas. Aun no lo he hecho, pero por cómo van las cosas en la preparatoria no tardaran mucho en hacer de las suyas.
Hmp ya les dije lo que les aria si se metía conmigo o con cualquier estudiante indefenso, pero como son tan idiotas y me aman tanto no tardaran en venir para pedirme mi autógrafo. Una patada en sus traseros.
Es un día de lo más normal en preparatoria todo iba normal salvo por las miradas de esos idiotas algo me dice que no tardan en hacer su movimiento, no hay más opción si no entiende con palabras entenderán por los golpes. Toca la sirena de finalización de actividades escolares. Salgo junto Mei del salón después de tomar los últimos apuntes de la clase.
Salimos al pasillo esta todo despejado nos acercamos a la esquina donde está la salida y aparecen estos idiotas al igual que las arpías nos están bloqueando el paso sus rostros no lucen nada amigables. Bueno cuando han tenido uno amigable.
–Te vas tan pronto –habla frio Edgar.
Mei está algo inquieta, nerviosa –tranquila –digo calmado y le sonrió ella me mira y me responde con una sonrisa. La atraigo junto a mí –¿Qué quieren? –pregunto, aunque se lo que quieren.
–Devuélvenos nuestro dinero –dice lleno de ira Max.
–¿Su dinero? –me hago el desentendido lo cual solo les aumenta su enojo.
–Deja de hacer el idiota. Y entréganos nuestro dinero –suelta con una voz chillona Rebeca. Es cómico verlos así.
–Si no nos lo entregas –habla Efraím haciendo puño frente su cara –haremos de tu vida un verdadero infierno.
Infierno… ¡por favor! Pero de algo estoy seguro no me dejaran pasar por las buenas –Mei, ve a casa –le digo calmadamente ella me mira temiendo por lo que sucederá.
–Logan –dice preocupada.
La tomo de los hombros –tranquila –le sonrió –te prometo que no les hare mucho daño –me mira aun preocupada. Pero asiente sabe que el conflicto es inevitable. La, beso no me canso de sus labios son mi perdición y si fuera un pecado besarla no me importaría ser condenado.
Me sonríe y se dirige hacia la salida camina segura. Es interceptada por Efraím –no te vas de aquí –dice serio colocando su asquerosa mano sobre su hombro, me muevo rápido y le aprieto la muñeca.
–No la toques con tus asquerosas manos –digo enojado hace una mueca de dolor –Mei ve a casa, te veo allí –asiente y sigue su camino saliendo de la preparatoria, sonrió al ver que está a salvo –¿Y bien? –cambio mi ánimo a uno más serio.
–Entréganos...
–El dinero es mío –le interrumpo al imbécil de Efraím –no tienen derecho a reclamarlo.
–DEVUELVE MI DINERO –grita Max se abalanza sobre mí como un león no llegaremos a ningún acuerdo por las buenas me muevo y lo golpeo con mi rodilla en el vientre –agh –suelta un quejido de dolor cae al suelo de rodillas con los brazos alrededor de su abdomen.
–Quieren reclamar algo –digo mirando al resto severamente.
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Editado: 31.03.2021