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Mei
Despertamos temprano para la preparatoria Logan ya se encuentra mejor si que nos dio un buen susto ayer tenía una temperatura muy alta, pero ya se encuentra mejor. Está usando la misma ropa que traía puesto cuando visitamos a la doctora, ese mismo día la puse en la lavadora no se puede quejar de usar lo mismo de todas formas se ve igual de guapo.
Desayunamos y salimos juntos a la preparatoria yo conduzco tal vez se haya recuperado de la fiebre, pero no creo que se haya recuperado al escuchar aquellas palabras de la doctora. Llegamos y dejamos estacionada la moto.
–Has mejorado bastante –dice con una sonrisa se refiere a mi forma de conducir.
La verdad cuando inicio a enseñarme me temblaba hasta la valentía, pero poco a poco fui cogiendo el ritmo, el truco para manejar la moto –tuve un bien maestro –digo me levanto de puntas y le dejo un casto beso en los labios. Tomo su mano –vamos, hay clases –digo y lo llevo conmigo.
Entramos a clases Logan dio explicación por faltar a clases a los profesores quienes supieron entender las horas pasaron tranquilas en la cafetería nos sentamos a comer. Cuando llegaron aquel grupito, es que no se cansan de lo mismo.
Logan da un mordisco a su manzana –ah… –habla Edgar –así que…
–Piérdanse –interrumpe logan de manera fría y seca dando otro mordisco a su manzana. Pierden los estribos están asesinando a Logan con la mirada y no puedo dejar de soltar una pequeña risita de burla, me miran furiosos, pero eso no detiene mi pequeña risa –no tienen algo mejor que hacer.
Vuelven sus miradas hacia Logan parándose a su lado –te aseguro que nos las vas a pagar caro –suelta con ira Max.
Logan no les toma en cuenta y da otro mordisco a la manzana provocando que la ira de ellos aumente más tanto que pareciera que se iban a lanzar sobre, pero retrocedieron y se alejaron de nuestra mesa.
La verdad esas últimas palabras de Max me dejo un fuerte nudo de desconfianza en el pecho ellos eran de armas tomar debíamos tener cuidado con ellos Logan con su actitud les tocaba mucho sus narices pues siempre interfería en sus asuntos cuando querían abusa de algún indefenso.
Pero la seguridad que demuestra cuando los enfrenta me deja tranquila, aunque también un poco intranquila, Logan cambio mucho durante el tiempo que estuvo en prisión ese sujeto llamado Jin Chen lo adoctrino bien.
La jornada escolar termino fuimos hasta el departamento de Logan esta vez el condujo lo hizo de manera relajada está tranquilo es lo que me trasmite cuando lo abrazo, pero siento que aún se está echando la culpa por lo de su hermana.
Entramos dentro dejamos las mochilas en uno de los muebles y preparamos algo para comer un estofado de pollo con ensalada y jugo de mora debo decirle lo que sucedió ayer, pero la vergüenza me invade. ¿Cómo decirle que tome cincuenta mil dólares? Sin su permiso. No puedo decirle eso al menos le diré acerca la llamada.
–Ayer te llamarón –digo me mira fijo.
–¿Quién?
–Alguien llamado Xun Qian –sus ojos me miran con sorpresa.
–¿Qué dijo?
–Que fueras al callejón del perro y que buscaras a un hombre llamado Lion Álvarez.
Tomo su vaso de jugo y da un largo sorbo toma su celular y se levanta de la mesa hacia el gimnasio después de unos segundos regresa y se sienta –gracias –me dice con una sonrisa –por cuidarme siempre –sonrió por sus palabras. Seguimos comiendo lavamos los platos e hicimos nuestra tarea.
Cerca las seis de la tarde me dejo en casa lo detuve antes de que se fuera –Logan –estaba la moto –te encuentras bien –sabe exacto a lo que me refiero no me responde y eso me inquieta –Logan –digo dejando ver mi angustia de que haga algo tonto.
–Estoy bien –dice y me dirige una sonrisa tierna –no te voy a negar que me sigue afectando las palabras de la doctora –levanta la vista al cielo –pero Elizabeth sabe que no lo hice a conciencia, estaba con ella durante todo el periodo de gestación. No puedo recordar esos momentos junto a ella, pero yo, siempre la quise. Ella es mi vida al igual que tú y voy a vivir por ustedes –vuelve su mirada a mí su sonrisa es linda mi cuerpo se derrite con esa sonrisa, me siento tan ligera que no me di cuenta en que momento empecé a moverme, pero ahora estoy entre sus brazos besándolo.
Entro a casa con una enorme felicidad –hija si sigues así vas a destruir la casa –mi tía está aquí tiene una enorme sonrisa, lo vio todo. Y tal vez sea cierto la felicidad que me inunda desborda todo mi cuerpo y tal vez esta casa se colapse.
–Soy tan feliz –digo y me lanzo a los brazos de mi tía.
Me abraza y acaricia mi cabello –lo sé, si tu madre pudiera verte. Estaría tan contenta como tú.
Suelto a mi tía y voy a la sala donde esta una foto de mi mamá la tomo y mis lágrimas caen sobre el retrato –sé que está feliz por mí –digo abrazando el retrato. Siento las manos de mi tía sobre mis hombros me rodea con sus brazos.
–Está feliz por la hija que eres –dice con algo de tristeza, pero con mucha felicidad.
Dejamos de lado la tristeza pasamos la tarde dialogando y preparando nuevas recetas de ella. Tiene un sueño de abrir su propio restaurante y yo pienso ayudarla hacer realidad su sueño para agradecerle por todo lo que ha hecho por mí.
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Editado: 31.03.2021