Siempre Tu.

Capítulo 8

“Tu cabello huele increíble.” Logan aparece detrás de mí mientras camino hacia el edificio sur.

“Gracias, Elsa me prestó una crema para peinar,” respondo intentando ignorar el hecho de que ahora es él quien olfatea mi cabello.

Toma un sorbo de su bebida con gas. “¿Escuchaste sobre la fiesta de San Valentín?”

Le doy una mirada de lado. “¿La que planean hacer ilegalmente? Sí.”

Este año la fiesta será en un almacén abandonado lo suficientemente grande como para hacer una gran celebración. Fue idea de una de las amigas de Alice quien vive por la adrenalina. La mayoría quería algo nuevo y no lo típico de alquilar un salón o ir a la casa de alguien así que llegaron a un gran acuerdo.

El sitio está en medio de la nada. No hay posibilidades de ser atrapados sin que alguien llame a la policía y den la ubicación exacta así que estamos seguros. Creo. Un grupo de estudiantes se ofreció a dejar el lugar en condiciones para esa noche y me alegra saber que los participantes son chicos con una buena cuenta bancaria dispuestos a gastar en decoración, comida y hasta contrataron a una banda para tocar.

“Será mi primer gran fiesta desde que llegué a esta ciudad,” dice entusiasmado. Tal vez podría aprovechar esa noche, pretender estar borracha y confesarle lo que siento. Luego haré como que no lo recuerdo pero sabré qué es lo que piensa sobre eso.

Sé que dijo que podría ser su hermanita pero eso puede cambiar, ¿verdad?

Me golpeo a mí misma, es la idea más estúpida que se me pudo ocurrir.

Logan se detiene a mitad del camino y se coloca frente a mí. “Deberíamos ir para allá,” señala detrás de mí. Me gira y me empuja en esa dirección pero pongo resistencia.

“Pero mi clase es de ese lado,” aclaro.

Continúa llevándome con él. “Podemos darle vuelta al edificio, me urge caminar un poco, siento que no he estado ejercitándome tanto.”

Suelto una risita y niego zafándome de su agarre. “Y en mi caso, me he ejercitado más de lo que suelo hacer,” comento.

“¡Rosie!” La voz de un chico se lleva mi atención y lo veo a unos metros de nosotros.

“¿Sander?” Pregunto confundida. “¿Qué haces aquí?”

Hace unos pasos hacia mí despeinando su cabello. “¿Podemos hablar?”

El rubio no lo piensa un segundo y se coloca frente a mí como si fuese un escudo.

“Ella no tiene nada que hablar contigo.”

“Este no es tu asunto.” El tono de Sander es autoritario.

Casi puedo escuchar los huesos del puño de Logan tronando mientras aprieta su mano. “Todo lo que se trate de Rosie es mi asunto, especialmente si se refiere a alguien como tú.”

Sander da un paso hacia adelante. “¿Alguien como yo?”

“Malditos que piensan que pueden hacer lo que quieran con las chicas.” El rubio lo empuja hacia atrás y advierto que esto pueda terminar mal por lo que me entrometo.

“Logan, basta.” Lo detengo colocando una mano sobre su pecho y con cuidado lo aparto de mi lado. “Estoy bien,” le aseguro antes de mirar a Sander y dirigirme hacia otra dirección seguida por él.

Paro cerca de un árbol y cruzo los brazos.

“¿Qué quieres?”

Suspira. “Sé que no tengo derecho a pedirte esto pero no tengo a nadie más para hablar.” Suena un tanto deprimido pero no pretendo que eso me afecte.

“Creí que tu nueva novia era excelente para darte atención.” Eso sale de mi boca sin pensarlo. “Y no, perdiste cualquier tipo de derecho luego de desecharme como basura.” Quiero que sepa que sigo enojada y que eso no va a cambiar.

Al escuchar mis palabras duda en seguir hablando pero eventualmente lo hace.

“Rosie, es mi abuela.”

Cualquier expresión de desprecio en mi rostro se esfuma en un segundo.

“¿Qué con ella?” Pregunto ahora en un tono más suave.

“El tratamiento no está funcionando.” Eso me temía. “No hay nada más por hacer.”

Rita, la abuela de Sander es una de las personas más increíbles y amables que conozco. La primera vez que la vi fue en el cumpleaños de Sander. Viajó desde Iowa para verlo y trajo varios regalos con ella. Él no se lo esperaba y apenas la vio, fue como si volviera a ser un niño. La relación de Sander con ella es realmente fuerte y hermosa y no puedo imaginarme como debe estar sintiéndose ahora. Rita sufre de cáncer de pulmón avanzado. Estuvo en remisión pero volvió mucho más fuerte, le dieron muchos tratamientos pero los médicos sabían por dentro que este día llegaría.

Mi corazón se estruja. “¿Es definitivo?” El chico asiente compungido. “Debe haber otro médico, otro hospital que tenga una opinión diferente.”

Sander me da una media sonrisa de consuelo. “Lo intentamos todo, simplemente ya no solución. No le dan más de dos semanas.”

“Lo lamento,” susurro antes de darle un sentido abrazo. “¿Hay algo que pueda hacer?” Me separo de él. Por un segundo se siente como si el tiempo no hubiera pasado y aun estuviéramos juntos sólo que mi corazón está lo suficientemente roto como para traerme de vuelta a la realidad al cabo de unos segundos.




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