Siempre Tu.

Capítulo 19

El predio donde se lleva a cabo el festival de graduación está repleto de personas, muchas de ellas universitarios que se acercaron con la curiosidad de qué tan malo será este año.

Sí, el festival no es muy famoso por lo divertido y lindo que sea sino por todo lo contrario. El año pasado un local de comida callejera se prendió fuego y el anterior a ese hubo una plaga de ratas en el recorrido de los huevos de oro. Dijeron que este año construyeron uno mucho mejor en el cual los problemas no serían los protagonistas. Las personas solo vienen para ver qué tipo de desastre pasará este año, y aunque suene horrendo, ya es como una tradición en Tucson.

Se supone que es una forma de despedida de la universidad para homenajear a al grupo que se gradúa además de la ceremonia de finalización. La idea de este evento empezó hace ya varios años cuyo objetivo principal era el de levantarle el ánimo a los estudiantes que rendían sus últimos exámenes y poder distraerlos un poco de todas las exigencias y nervios.

Funciona, dentro de todo lo malo que pueda pasar aquí, es una buena forma de pasar nuestros últimos momentos como estudiantes de la universidad de Arizona.

“Entonces ¿quieres?” La voz de Elsa se escucha sobre la de Delta Goodrem saliendo de los parlantes. Le mandé un mensaje antes de salir hablando sobre la idea de que necesitaba un poco de aire fresco y me animó a acompañarla.

La miro confundida. “¿Si quiero qué?”

Suspira con molestia. “Ir a ganar premios.”

“Oh, ah sí, claro,” balbuceo echando un último vistazo a mi alrededor. Logan había dicho que estaría aquí con su cámara.

“Lo estás buscando ¿verdad?” Ni siquiera puedo negarlo.

La miro derrotada. “No quiero ser una compañía terrible.” Elsa sonríe y toma mis hombros.

“Lo eres. Pero me alegra que quieras hacer las cosas bien.” Me da un abrazo y se acomoda los lentes.

“Iré a dar una vuelta,” aviso, “¿nos encontramos en la entrada junto a los baños en una hora?”

Asiente. “Claro, tengo mi teléfono por si acaso.”

. . .

Mis esperanzas de encontrarlo son bajas pero no nulas. Podría llamarlo y terminar con esto rápido pero si escucho su voz voy a paralizarme y puede que diga cosas patéticas. Prefiero ser patética en persona y terminar con esto de una vez.

Luego de todo lo que dijo encontré algo de razón en su reprimenda. Bueno, mucha razón. Es cierto, el chico perfecto de las películas no existe, sólo existen personas imperfectas que se convierten en perfectas ante nuestros ojos. Aunque eso no fue lo que más me molestó sino el hecho de que me hizo desconfiar de él. Podría haberme dicho lo de la lista y no esperar a que yo lo descubriera de esa forma.

Estúpido Logan y sus buenas intenciones pero de procedimiento erróneo.

“No está aquí.” Su voz me hace saltar. Logan está pasado con un enorme algodón de azúcar en su mano. “Está en su cuarto revisando cosas para su viaje,” comenta, “se fue hace un rato.”

Lo miro acongojada. “¿Planea irse pronto?”

Asiente apretando sus labios. “Se quedará un par de días en casa de sus padres y luego se irá,” confirma.

Paso una mano por mi cabello arreglando mi gorra.

“No quiero que exista incomodidad entre nosotros,” admito mirándolo. Nuestros encuentros han sido bastante tensos cada vez que nos veíamos en algún lugar y eso realmente me aflige. “Estuvo mal, pero eres mi amigo y no quiero que nos alejemos por eso. También sé que no lo hiciste con maldad.”

Logan me da una sonrisa tímida. Sé que a él también le lastima la posición en la que nos encontramos.

Suelta una fuerte respiración. “De verdad le importas mucho,” dice refiriéndose a su primo. “Y ese artículo fue inspirador.”

Mis mejillas se tornan rojas, estoy segura. Desde que salieron los ejemplares la mayoría de las chicas me han dicho lo romántico que fue eso, muchos otros se dedicaron a mirarme sin darle mucha importancia al asunto.

“Sí, fue algo lindo,” respondo con rapidez intentando dejar de lado ese tema. “Harriet estará en la caceta de cupcakes,” anuncio, “dijo que le ayudaría a Mel a decorarlos.” Le doy una sonrisa alentadora y me apresuro a hacer una parada antes de correr hacia el edificio de los chicos.

. . .

Camino sin prestarle atención a ninguno de los estudiantes que pasan por mi lado hasta dar con el cuarto de Ford. El cartel con sus nombres ha sido retirado como el de todos aquí una vez que se cumple cada ciclo.

Escucho ruido en el interior y no espero para empujar la puerta sin tocar ya que se encontraba un poco abierta.

El chico se encuentra moviendo cajas pero mi presencia lo distrae de eso.

“Sí, puedes pasar,” dice terminando de colocar cinta adhesiva sobre el cartón.

Sostengo la revista en mi mano y la levanto. “¿No te parece que merecía saber lo que ibas a hacer?”

Desde que se publicó, no lo he visto por lo que no tuve oportunidad de hablar con el sobre esto. Tampoco tenía el valor suficiente para buscarlo por mí misma.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.