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Tae.....
Esta noche sería estrellada, recuerdo la última vez que vimos las estrellas con mamá, ella tenía una bata de hospital, mientras tomaba mi mano, de cierta forma ella sabía que no saldría del hospital y ya no podría pasar más tiempo conmigo…
Una vez me dijo que embarazarse de mi fue un milagro, que ella tenía un diagnóstico totalmente negativo de gestación, pero siempre que veía las estrellas pedía que le permitiesen tener un bebé en brazos, y después de pedirlo tantas veces su milagro llegó y me apreció como lo más valioso…
—mi bebé, siempre serás lo más brillante en mi vida, no importa las decisiones que tomes y no importa lo que hagas con tu vida, si no lastimas a alguien estaré orgullosa de ti siempre, eres mi cielo estrellado…
Tae iba viajando a su cita con su madre, a ese parque al cual se escaparon mientras aún estaba interesada en el hospital, llevaba la bebida favorita de su madre y dos copas, de esa cita con su madre solo kook sabía, se lo contó una noche mientras bebían un par de cervezas, fanfarroneando que ya había llevado a una chica hermosa a ver las estrellas, y que después kook le hizo cosquillas hasta sacarle el nombre de la bella chica…
Ya estaba cayendo la tarde cuando llego a ese lugar, llevaba una manta, la tendió en el mejor lugar que encontró, sacó la botella, no era algo que deseara tomar pero a su madre le encantaba, así que así sería, puso su mochila como un cojín y recostó su cabeza mientras esperaba que el sol se fuera de allí, pasaron los minutos y dio paso a la noche, espero que las estrellas dieran su aparición, tomó el ramo de margaritas ya había dejado unas cuantas donde descansaba su urna, y no hablo, sólo se dedicó a ver el cielo y servir una copa, y se sirvió una habiendo un brindis al cielo y la bebió, después de tres copas…
—happy birthday Mom…
Dejó la copa de lado y bebió de la botella, el plan era que no quedara nada, pero antes de terminarla desparramó lo último por aquel lugar y se dejó caer, mientras las lágrimas seguían cayendo, sintió sueño, pero sabía que no podía quedarse allí, pero luego de tener una lucha mental le dio igual, nadie pasaba por allí, corría peligro, si, pero no deseaba irse no de esa cita con su mamá, aún faltaban horas para que el día llegase al final, aún era el cumpleaños de su madre…
Así que contemplando el cielo estrellado, cerró sus ojos solo iba a descansar un par de minutos antes de volver, ya sea a su casa o a la casa de los Jeon, era una noche fresca, y Tae no iba muy abrigado que digamos, estaba cometiendo muchos errores una sola noche pero él solo quería el calor de mamá, que ya no podría abrazarlo y a quien ya no podía cuidar, en la mochila de Tae aún estaba la cajita de regalo para su mamá, ese último regalo que no pudo darle.
Estaba completamente dormido que no sintió cuando lo levantaron de la manta y lo llevaron a un vehículo, recogieron sus cosas y dejaron la copa y el ramo de flores al pie del tronco de un árbol pequeño, llevó la manta y la mochila… desecho la botella en un cesto de basura para después subir al vehículo y manejar, pensando que lo mejor sería llevarlo a su casa, pues allí estaba todo lo que había preparado para su madre se fue directamente para ese lugar y sería mejor que se despertase en un ambiente familiar, el señor Kim tuvo problemas con su vuelo por lo que no pudo venir para pasarlo junto a Tae pero le llamó a kook para que cuidara de él y eso era lo que estaba haciendo.
Llegó a la casa, abrió la puerta, no le fue difícil Tae había guardado su huella, fue por Tae, era mucho más liviano, comía medianamente y eso estaba preocupando a kook pero se veía sano, eso lo seguía manteniendo en relativa calma, decidió llevarlo a la habitación de sus padres, que cuando se despertara fuera algo familiar.
Salió a la sala y vió lo que Tae había preparado era algo sencillo pero debía tener mucho significado para él y su madre, decidió, acomodarse en el sofá, después de activar las alarmas y la calefacción, sintiéndose tan cómodo ni sintió cuando ya estaba dormido.
Aún no amanecía cuando Tae despertó y al recordar donde se había dormido se asustó por lo que se sentó inmediatamente, pero no estaba en el parque, la visualización del lugar no era muy buena, pero al palpar descubrió donde estaba, era la habitación de sus padres… solo había una persona en todo el mundo que podría traerlo a casa, así que se levantó, y fue a su habitación, no encontró a nadie, fue a la que estaba junto a la suya y no había nadie…
—como pudiste dejarme sólo… susurró.
Ya con un poco de sed fue a la cocina, había comprado algunas cosas y recordaba que tenía la nevera a medio llenar, se sentía cansado aún se conducía directamente a la habitación de sus padres, pero quería ver lo que había preparado para su madre, era muy sencillo pero era su regalo para mamá.
Se apoyó en el respaldo de uno de los sillones más amplio, que al dedicar una mirada más profunda noto que había alguien, al ver los cabellos oscuros revueltos sabía de quién se trataba, así que no lo pensó dos veces y se hizo espacio abriendo los brazos de kook ya un poco más acostumbrados a dormir así no le fue extraña la acción, Tae acomodo su cabeza en el pecho de kook y se durmió.
Kook se removió ya despertando, notó que había alguien entre sus brazos, ese particular aroma y esos cabellos revueltos, beso su cabeza y lo acomodo mejor y cubrió con la manta volviéndose a dormir.
Eran las 9 de la mañana y el timbre empezó a sonar, como la casa permanecía vacía generalmente, solo un día a la semana llegaba alguien de la casa Jeon a hacer limpieza era extraño todo aquello.
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Editado: 20.01.2024