Siempre tuya

Carta 12 y 13

Kali O’Neill <kalisaharaoneill@gmail.com>

Para Alessiowm.1.9.9.7.@gmail.com

 21 de mar. 8:04 p.m

 

No vayas a molestarte, Alessio, pero lo he hecho.

¡No pude evitarlo!

Ya sé que juré y perjuré (mientras escupía pestes y culebras) que pondría Eloisa Sofía en su sitio por actuar como una amiga terrible.

Pero en todas sus cartas sonaba TAN triste.

Mi mejor amiga es un rayo de sol, no una tormenta de verano, y no entiendo que pasó con la chica que solía recordar.

Sé que dije que le mostraría cómo me sentía: como un dragón apunto de escupir fuego porque lo han despertado de su siesta dominical. Y en cambio he actuado como una princesita de esas que ríe tontamente, aunque el príncipe ha llegado cincuenta minutos tarde a rescatarla del villano malvado.

No pude evitar ser todo un amor con ella. Aunque no se lo mereciera.

TIENES que entenderme… ¡Cuando leí sus cartas se me rompió un poco el corazón!

Además, tú, que eres un excelente amigo, lo sabes tan bien como yo: Dos mejores amigas que se quieren como a la vida misma no pueden ser débiles al mismo tiempo. Una de las dos tiene que hacer de tripas corazón para ayudar a la que más lo necesite.

Es más, eso ES una regla de oro. ¡Te juro que no lo estoy inventado!

Me ha dicho que el novio la dejó. Sí, ya sé que no suena a gran cosa. Sobre todo, no con Eloisa, que vive la vida como una malva. Pero tal vez fue una mala ruptura o algo. Literalmente me ha dicho: “mi novio me partió el corazón y Dios sabrá qué más”

Es una forma rara de expresarlo, pero sabrá el Bendito que se le pasa a esa chica por la cabeza.

La adoro, pero últimamente no la entiendo en lo más mínimo.

Es más, desde hace un tiempo para acá que no logro descifrar lo que piensa. Este año y parte del pasado han sido muy difíciles para nuestra amistad.

Cuando ella realizó su ceremonia y decidió mudarse fuera de LOB, como sabes, me quedé perpleja. Habíamos vivido una en frente de la otra casi toda nuestra vida. Incluso cuando éramos más jóvenes y pasábamos los veranos fuera de LOB, dormíamos juntas en la casa de mi madre. Y de repente ella solo se fue.

Y los problemas comenzaron.

Al principio no fue nada grave. Se alejó de nuestro grupo habitual de amigas, ya no asistía a nuestras salidas, y sólo contestaba mis llamadas de vez en cuando.

Fue sólo el inicio, porque lo que vino después fue definitivamente una carrera cuesta abajo.

De pronto simplemente parecía haberse vuelto una ermitaña: nadie sabía de ella más allá de aquellos miembros de La Orden que la habían visto casualmente durante alguno de los trabajos que cumplía para LOB. Nuestras amigas parecían resentidas con su abandono y no querían ni oírla nombrar, y, por último, dejó de contestar mis llamadas.

Y entonces me enteré de ese noviecito suyo.

¿Sabes? aún no puedo borrar ese recuerdo.

Era diciembre la primera vez que fui a visitar a Eloisa a su apartamento al norte de Hedala. El lugar era pequeño, pero elegante. La decoración no muy diferente a como Eloisa suele vestir: un barullo multicolor sin sentido aparente.

Ella me dijo que había estado ahorrando a lo largo de los años gracias a los pequeños trabajos de ayudantes que LOB nos otorgaba como parte de nuestro proceso de formación. Y recuerdo que sentí que estaba mirando a una completa extraña porque ella JAMÁS me dijo que tenía planeado dejar los apartamentos de LOB luego de su ceremonia, a pesar de que ella era muy consciente de que yo NO planeaba hacerlo.

Más de una vez había sacado a colación que debíamos pedir a la Orden que se nos asignara (o nos permitieran comprar) un lugar mejor dentro de los apartamentos de LOB (preferiblemente el departamento de la Señora Johnson, que se encontraba literalmente enfrente -al final del pasillo- y era por lo menos tres veces más grande) para que así pudiéramos vivir juntas hasta que finalmente definiéramos nuestros caminos, y ella JAMÁS dijo algo como: “oh, perdona, taconcitos, pero quiero vivir sola y lejos de aquí.”

JAMÁS.

Entonces, llegué a su departamento ese día y no solo terminé desconcertada, sino que mi mundo se volteó de cabeza porque ella evidentemente, estaba con alguien más. Los mensajes constantes, la ropa de hombre colocada sobre una silla… si quería ocultarlo no fue muy lista.



#3206 en Paranormal
#1016 en Mística
#49663 en Novela romántica

En el texto hay: amor, amistad, brujo

Editado: 03.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.