Siempre tuyo, princesa Aurora

Capítulo 5

De un abrir y cerrar de ojos, termino el fin de semana. ¡La pesadilla de todos los jóvenes del mundo, comienza! pienso resignada, sin ánimos de empezar el día.

Había pasado el mejor fin de semana con Julián. El sábado conocimos todo Times Square y sinceramente quede impresionada con sus grandes pantallas de publicidad. Compramos muchos recuerdos (llaveros, polos con la estampa de I Love New York, comida basura, ropa para nuestros armarios, zapatos y mucho más) y finalmente, nos tomamos muchas fotos y lo subimos todo a Facebook.

El domingo no fue la excepción. Fuimos a Central Park, comiendo muchos Hot Doggs llegamos al zoológico y estuve muy alegre pensando conocer a Martí la cebra o a Alex el león de Madagascar. Entramos y mis ilusiones fueron matados de un golpe; la cebra me miraba sin hacer nada y el león solo dormía, aunque sabía que esto probamente pasaría, realmente decepciono.

Regla número uno: No tener ilusiones de niña.

  • Mi preciosa Aurora está decepcionada – dice burlándose.
  • No volveré a ver dibujos. Vámonos.

Después de mi terrible visita del zoológico, Julián me lleva a conocer su apartamento que está ubicado a diez minutos de la universidad y de la residencia. Cuando entramos, me quedo boca abierta; todo está completamente amueblado con la más fina decoración. El blanco inunda la habitación, las persianas rojas hacen juego con los sillones y la mesa de centro, la cocina es de acero inoxidable y que decir de la habitación de Julián, lleva un gran armario, un escritorio con su laptop, un pequeño estante y una hermosa cama que seguramente es tan cómoda.

  • Waooo… me encanta tu apartamento, Julián. Seguramente estarás muy feliz aquí.
  • Bueno creo que es mucho. No me gusta esta extravagancia, además es muy grande para mí solo.
  • Consigue un compañero y pueden vivir juntos.
  • ¿Un compañero, ehh? – se hace el pensativo - ¿quieres vivir conmigo?
  • Claro.
  • ¿En serio? – se ve que no esperaba esa respuesta.
  • No, yo ya tengo una habitación en la residencia.
  • ¿Estas segura que tu corazón es rojo?
  • Ehhh… creo que es negro como tu alma – terminamos riéndonos.

Me llevo a mi casa a eso de las once de la noche y me prometió que vendría mañana a recogerme para desayunar juntos.

Abrí la puerta y encontré a Katrina encima de un chico de cabello negro. Ambos me vieron y trataron de colocarse su ropa en su lugar. Solo atino a darme la vuelta y no ver esta escena para mayores de dieciocho.

Con un leve “listo” decido dar la vuelta.

  • Ben, te presento a Aurora, mi compañera de cuarto – nos presenta Katrina con voz un poco dificultosa – Aurora, este es Ben.
  • Encantada de conocerte, Ben – trato ocultar mi cara de horror y fuerzo una sonrisa. Este está todo despeinado y tiene una maca roja en el cuello. Dios, alguien sí que estuvo divirtiéndose de lo máximo.
  • El gusto es mío, Aurora – besa mi mano.
  • Bueno Ben, en serio me gustaría que te quedaras, pero lamentablemente tengo que dormir. Mañana pueden terminar lo que empezaron – me tiro en mi cama muerta de cansancio y
  • Me parece genial – se despide dándole un beso profundo a Katrina.

¡Ohhh mi Dios! Creo que se la devoro literalmente con ese besote. A mí nadie me beso de esa manera, mejor dicho, no bese a nadie en mi vida. Sí, soy una retrasada en besos. 

  • Sí que te divertiste – dejo mis bolsas de compras en el suelo.
  • Mejor que nunca – se tira en su cama sonriendo.
  • ¿Qué paso?
  • Lo conocí en la fiesta y luego bailamos. De ahí me llevo a su cuarto… ¡lo hicimos!
  • Mejor no me cuentes más – advierto.
  • Y eso no acaba… después salió gritando “al fin, se me cumplió” y empezó a beber hasta que se emborracho; uno de sus amigos lo llevó a su habitación.
  • ¿Dónde dormiste tú?
  • Uno de ellos me dijo que me podía quedar. En la mañana me escabullí en su habitación y de nuevo paso...
  • Ok, ok por favor no digas nada más – pero no me hace caso.
  • Esto iba a hacer la cuarta vez hasta que ….
  • ¡Basta! – me tapo los oídos con las almohadas antes que empiece por las escenas hot.

Katrina se mata de risa y se duerme diciendo que mañana me contara lo resto con lujo de detalles.

Aquella mañana me desperté dos horas antes ya que mi primera clase inicia a las nueve. Sí, sé que es un poco tarde, pero mejor prevenir que lamentar, además como era nueva tenía que ubicar en donde demonios estaba la facultad de Humanidades. Por lo tanto, ir a la universidad unas horas antes era la mejor idea para poder tener una búsqueda tranquila sin nada de complicaciones.

Katrina se fue una hora antes vistiendo unos shorts cortos más un polo de tirantes, seguramente para impresionar y hacer salivar a varios hombres.

Con tranquilidad, me meto a la ducha cantando Last train to London de Electric light orchestra




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