Clase de Astronomía.
Capítulo dedicado a quien me dijo que siempre a estado para mi, en buenas y malas.
Daniela
-Bueno supongo que su reacción seria la esperada -dijo Coral.
-Venga ya, al menos lo intente y si no me perdono pues puedo vivir sin su perdón, ni que fuera el rey del mundo para preocuparme tanto, así que uno más a mi lista de no favoritos. -dije con tono burlón- y a parte tengo cosas más importantes de las cuales preocuparme.
-Bueno en eso si tienes razón, pero bueno mejor ya me voy porque tengo entrenamiento con las porristas -dijo sin más y me dio un beso en la mejilla para darse vuelta e irse.
Era obvio que Coral estuviera en el equipo de las porristas pues es una chica bellísima, sus ojos son de un gris tan precioso, su piel es tan blanca como la nieve y su cuerpo que ni que, porque realmente es un cuerpo con la complexión correcta y que cualquiera que la viera quedaría hechizado de ella, y a pesar de conocerla desde hace 10 años -aunque sea yo un año mayor- tengo la fortuna de conocerla lo suficientemente bien para saber por todo lo que a pasado y creo que ella merece hacer algo que la haga feliz realmente.
Después de que se despidió me dirigí a la salida pues mis clases ya habían terminado, fui directo a la moto Suzuki la cual era una GSX250R en color blanco y negro y ese fue el ultimo regalo que tuve de mi padre así que la cuido como un tesoro.
***
Cuando llegué a mi casa la única persona que se encontraba era mi hermana Yamil, aunque suelo decirle Duendecillo pues es un apodo que le puse cuando ella era una bebé.
-Duendecillo, ¿Qué tal te fue hoy? -le di un beso en la frente y me senté con ella.
-Muy bien, aunque en el homenaje una niña se desmayó.
Me tuve que aguantar las ganas de reír porque la imagen de la niña vino a mi cabeza – sí, bueno eso pasa cuando no almuerzan bien.
-Pero si yo no almuerzo -dijo y se tapo la boca como si no debía de haberlo dicho.
-¡Hey!, entonces le diré a mamá que no te de dinero porque no almuerzas en la escuela, pero ahorita no estoy para discutir, tengo que hacer un mapa estelar para astronomía, así que dime que se te antoja comer para que lo haga y me pueda ir a hacer mi mapa.
-Quiero albóndigas -dijo y me dio una sonrisa.
-Vale me parece perfecto. Solo voy por las cosas y ya las hago.
Fui a comprar lo necesario para poder hacer la comida no me tarde tanto tiempo así que en cuanto llegué comencé a hacer, no tardo ni hora y media en estar así que comí con mi duende y al terminar me fui a mi habitación.
Termine el mapa después de unas dos horas de una búsqueda para que quedara perfecto, aunque en astronomía realmente suele irme muy bien; aunque realmente tengo la fascinación de ver las estrellas desde pequeña.
-Duendecillo, me tengo que ir; voy a regresar como a las 9:30 para que le digas a mamá y no se preocupe y por cierto ella no tarde en llegar, pero como ya terminaste tus deberes sube a tu cuarto y te vas a la cama, voy a cerrar con llave y no salgas de tu cuarto hasta que mamá toque tu puerta y te diga que es ella. ¿ok? -dije y ella asintió- le dije a la vecina que te echara un ojito por cualquier cosa, ella me avisa -sin decir más salí de la casa y me dirigí hacia la escuela, se preguntaran ¿Quién demonios va a la escuela a las siete de la noche?, bueno pues yo junto con otras tantas personas vamos a esa hora.
Pues tengo que ir a esa hora porque es astronomía y en astronomía se ven las constelaciones, planetas y todo lo relacionado con ello, así que es la única materia que imparten en la noche, aunque no van tantos porque es una actividad extra.
Al llegar a la escuela me dirigí al salón C5 de la tercera planta pues ahí se lleva acabo la clase, al entrar salude a la maestra como siempre.
-Buenas noches jóvenes, el día de hoy vamos a utilizar sus mapas los cuales espero que si hayan realizado ya que si no es así estarán reprobado -dijo y toda la clase asintió- y es de mi agrado comunicar que el día de hoy se ha integrado un nuevo joven -es normal que entren nuevos pues es para todos y siempre están abiertas las puertas para quien desee integrarse.
Y el chico que entro era nada más y nada menos que Lucas. Joder solo falta que también sea del equipo de ajedrez y vivir cerca de donde yo, porque como que esto de verlo se esta costumbre.
-El joven de aquí es Lucas, espero que lo traten bien -dijo- bueno ahora si continuando hagan parejas para poder comparar sus mapas.
Y es aquí en donde me siento arrepentida de mandar a quien me habla a freír espárragos, porque ninguno quiso hacer equipo conmigo porque según ya tenían pareja, aunque no era verdad y el único que quedaba era Lucas. Bueno es el o reprobar y prefiero hablarle que reprobar.
Me acerque y lo salude -Hola, se que no hemos empezado bien, pero ¿quieres ser mi pareja? Porque por lo visto no has conseguido alguien con quien trabajar.
-Eres tu de nuevo, bueno pues ya que no queda nadie pues tendré que aceptar -dijo poniendo cara de muy pocos amigos.
-Vale -respondí e hice una mueca- ¿hiciste tu mapa? -pregunté.
-Pero por supuesto... que no, pues si no te has dado cuenta soy nuevo así que no estaba enterado.
-Cierto, bueno usemos el mío -dije mientras lo sacaba de la mochila.
Ni bien lo saqué y empezó a criticarlo.
-Para empezar tu constelación se encuentra mal direccionada, aunque esta puede que se deba a que es un nuevo día y las posiciones suelen cambiar, pero no era para que existiera tanta diferencia y la fase de tu luna esta mal. -dijo sin más.
Bueno este que se cree que es para decirme que esta mal pensé.
Asentí y lo anoté -Ya esta anotado, ¿algún otro error señor perfeccionista?
-No eso seria todo -dijo dado una sonrisa de oreja a oreja.
El resto de la clase solo se la paso criticando mi mapa que si no estaba mal una cosa era la otra, joder para este wey todo esta mal.