Daniela
Siempre me sentía como si estuviera cayendo a un precipicio sin fin, pero ahora es como si yo fuera un ave fénix resurgiendo de las cenizas.
El me hace resurgir, pero ¿qué tal si solo estoy creando escenarios donde no? y no estoy lista para querer caer en ese fondo, ridículo, bueno sí que lo es, pero yo creo que decir lo que sentimos en ocasiones puede ser una bomba de la cual no sabes nada o por completo la sabemos tarde o temprano.
Me acerqué y le di un beso en la mejilla y sin más me volví a sentar en donde estaba.
-Te vez ridícula con tu pijama -empezó a reír después de decirlo y supe en el momento que lo dijo que era un cambio de tema.
-Como si muy guapo te vieras con la ropa que traes.
-Es que yo si me veo y soy guapo.
-Claro
-Aja
-¿Qué hora es?
-Son las nueve cuarenta y cinco.
-Ya es muy tarde, lo bueno es que nos aprendimos el poema y está listo para que lo podamos recitar.
-Claro, pero mándame una copia para que lo pueda seguir repasando.
-Claro, te lo mando ahorita.
-Tu poema ¿estaba dirigido a alguien?
-Bueno… no lo sé, tal vez sí, pero fue complicado y es una larga historia.
-Entiendo.
-Si, bueno no sé, está superado, pero aun extraño su presencia.
-¿Murió?
-Jajaja, no, solo se fue del país.
-Ah, bueno.
-Si, tal vez la próxima vez te pueda contar, pero por el momento no creo que sea posible por distintas razones y también ya es noche y tu hermano ha de tener sueño.
-Claro, creo que será mejor que nos vayamos.
-supongo que sí, ya es algo tarde. Vamos para que vayas por tu hermano.
Después de eso el me dio la mano para levantarnos del suelo y poder ir dentro. Cuando llegamos Yamil e Ian estaban acostados en el sofá viendo sherk.
-Hey, duende -le hable porque ya empezaba a bostezar- sube a acostarte.
-Está bien -se levantó del sofá y casi se va de cara sino hubiera sido por Ian que la sujeto el brazo.
-Despídete -le dije antes de que se marchara.
-Nos vemos mañana Ian y gracias por detenerme -dijo sin más y le dio un beso en la mejilla antes de irse.
Después de que se perdió en las escaleras Lucas e Ian tomaron sus cosas y los encamine a la puerta.
-Nos vemos mañana -dijo Lucas.
-Nos vemos mañana -antes de que cerrara la puerta me dio un beso en la mejilla y después agarro a Ian del brazo y salió corriendo.
chico tonto pero lindo, me recosté en la puerta, pero escuché una vocecita
-Creo que le gustas a Lucas -dijo Yamil desde la penumbra de las escaleras.
-No digas tonterías, no le gusto solo somos amigos.
-Claro y yo no me burlo de tu ropa.
-Vete a dormir antes de que te ponga a hacer tareas -dije y se fue más rápido que el mismísimo flash.
Que él me haya dado un beso en la mejilla me causo una extraña sensación en el cuerpo, una sensación de felicidad. Pero no me puedo permitir querer a alguien después de lo que paso hace tiempo, algo no tan lindo.
Ahí en la puerta lo recordé de nuevo, aquel momento en que dejé de creer que era lo suficiente buena para que alguien me quisiera.
Tenía 15 años y estaba en tercero de secundaria cuando lo conocí, aquel chico de ojos miel que se robó toda la atención del equipo femenino del equipo de basquetbol.
Era un chico extremadamente guapo. Sus ojos fue lo que más me cautivo de él, no lo había visto en la escuela, pero es porque él estudiaba en la tarde y yo en la mañana así que era difícil poder toparnos en el colegio.
Ese día comenzó una amistad algo tonta, aunque muy agradable para ser verdad, nos comenzamos a conocer y a llevar tan bien y tan de repente que no era lógico todo.
Me había enamorado de él, siempre me hacia sonreír como una boba y nos quedábamos platicando hasta casi el amanecer, mientras según hacíamos tareas por video llamada, aunque siempre terminábamos viendo películas o series, platicábamos de lo más tonto que uno se puede imaginar, inclusive de ratones. Al pasar los meses me di cuenta de que me gustaba, pero no me atreví a decirle, después de unos días de haberlo pensado bien le dije en una carta que me gustaba, pero dicen que lo desecho y otros dicen que la respondió, pero no me la dio. No supe cuál era la verdad y no me moleste en preguntarle, una noche él salió a tomar con sus amigos pues era un año mayor que yo, pero bueno eso no es lo importante, estábamos hablando por mensaje cuando me llego uno, aquel mensaje era un audio, lo escuche creyendo que era un audio común y corriente como era de costumbre, pero no lo era, ese audio era su declaración y rechazo de amor hacia mí.
Decía nada más y nada menos que lo siguiente: “hola, que tal todo -hipo- desde hace un tiempo quería decirte algo, pero no me atrevía, leí la carta que me mandaste quise entregártela porque si la respondí, pero falle. Quiero decir -hipo de nuevo- que tú si me gustabas y mucho pero lo nuestro no puede ser posible, mereces algo mejor que yo y a parte estamos a nada de salir de la secundaria la distancia que nos separara será muy grande pues me iré de la ciudad, lamento decirlo hasta ahora, sé que pudimos ser una linda pareja pero creo que es demasiado tarde” yo solo sentí una lagrima resbalar y le respondí un simple ok y me quede esa noche llorando con el corazón roto, tal vez si le hubiera dicho mese antes tal vez hubiera existido la posibilidad de andar pero fui una cobarde. Después de eso seguimos como si nada hubiera pasado, pero realmente todo se había fracturado, empezábamos a discutir y siempre era lo mismo. Nuestra amistad duro un año más o menos pero cuando fue el fin de curso nos vimos una ultimas vez, platicamos y nos dijimos todo lo que habíamos sentido, después de eso él se fue de la cuidad y no volví a saber nada de él.
Claro hasta que papa falleció y él se enteró, dijo que si yo quería podía venir, pero no quería volver a verlo y sentir las mil emociones que sentía a mis 15 años, no era lo suficientemente valiente para tenerlo de frente nuevamente. Así que le dije que no, que estaba bien y que le diría cualquier cosa que necesitara, después de eso no hemos vuelto a hablar, el conoció a una chica en la ciudad y comenzaron a andar y yo bueno… perdí el interés de querer andar con alguien, ahora solo sentía interés físico por alguien, pero ya no era como lo fue con aquel chico.