Margaritas
Daniela
Han pasado cuatro días desde que hable con Lucas y desde que nos dimos el “beso”, no quiero decir que haya sido malo o algo por el estilo solamente que me sorprendió el cómo es que se atrevió a tanto, pero yo digo que lo hizo por la emoción del momento no porque yo realmente le parezca atractiva.
Bajo las escaleras y veo a mi madre y hermana desayunando, me sirvo y me siento al lado de Yamil.
-¿Estas bien? Tienes cara de muerta -dijo Yamil en cuanto me senté a su lado.
-Si todo bien… Oye mamá.
-¿Qué pasa?
-¿Puedo salir en la tarde? Necesito hacer unas cosas.
-Claro, hoy descanso así que no hay problema de que salgas, pero en serio ¿estas bien? Te vez mal.
-Sí, estoy bien, solo que han dejado mucha tarea y necesito distraerme un rato.
-Está bien.
Nadie dijo nada más y seguimos desayunando, no tardamos mucho en terminar y me fui a mi habitación.
-Vamos a ver una película, ¿quieres verla con nosotras? -pregunto mi madre cuando ya casi llegaba a mi habitación.
-Tal vez más tarde, quiero descansar y darme una ducha sino les molesta.
-Está bien.
Entre a la habitación y me arroje a la cama, hundiéndome entre mis sabanas y pensar en todo lo que ha pasado en tan solo unas semanas y también en que esta semana se debe de recitar el poema y lo tendré que hacer con Lucas.
Tomo mi celular que está en la mesita de noche y veo que tengo mensajes de Coral y Lucas. Desde hace tres días no le he respondido a ninguno de los dos, no me siento con ánimos de hacerlo.
Pongo un poco de música y cuando suena la canción de Birdy llamada Not About Angels empiezo a cantarla.
Cause what about, what about angels
They will come, they will go and make us special
Don´t give me up
Continue cantando hasta que decidí ir a darme un baño para dejar de pensar y poder ir a donde tenía planeado ir.
Despues de una media hora de un baño relajante y salir como nueva me puse un pantalón holgado, una playera azul con un estampado de letras y me puse mis tenis vans para poder irme.
Eran las 15:30 cuando decidí que era hora de irme, pero antes tome mi mochila y eche el celular, dinero y tome las llaves de la moto.
Baje las escaleras y mi madre estaba con Yamil durmiendo en el sillón, me acerque con una manta que estaba en el sillón contrario y se la coloque a ambas para que siguieran durmiendo, le di un beso en la mejilla a Yamil y uno en la frente a mi mamá y medio abrió los ojos.
-Ahorita vuelvo, espero no llegar muy tarde -le dije y ella solo asintió-. Me voy a llevar la moto, cualquier cosa me llamas.
-Si mi niña -dijo y me dio un beso en la mejilla.
Sin decir más tomé el casco y salí de la casa. Me subí a la moto y encendí el motor, después de unos momentos comencé mi marcha.
Lo primero que tenia que hacer era ir a una florería.
-Buenas tardes -dije al entrar al local.
-Buenas tardes, ¿qué se le ofrece?
-Quiero un ramo de flores, margaritas para ser especifica.
-Claro, con mucho gusto.
Espere a que la señora me las diera, le pague y me volví a subir a la moto para llegar lo antes posible.
**
Una hora despues llegue a mi destino, estacione la moto y entre al lugar destinado, camine hasta encontrarlo.
Me senté y por fin hablé.
-Hola papá -le dije a la lápida que estaba frente a mí, con su nombre “Alfredo Alevad Rodríguez” 18 de junio de 1978-16 de septiembre del 2014-. Te traje flores, son tus favoritas, margaritas.
>>Sé que tiene mucho que no he venido, pero no encontraba el momento perfecto para hacerlo, aparte tenía miedo porque eso significaba que realmente te has ido y… simplemente soy muy débil. Lo siento por dejarte algo abandonado. Perdón por la tardanza y el que haya venido hasta ahora, solamente que no me sentía lista.
Tenía miedo de que cuando llegara aquí me hiciera un mar de lágrimas, pero mira, ya lo estoy y ni me di cuenta de ello -dije limpiando una lagrima que rodaba por mi mejilla-. Quisiera que estuvieras a mi lado y tu fueras quien las limpiara como cuando era una niña. Te acuerdas cuando me caí y lloré como una loca y tu viniste y me levantaste, me limpiaste las lágrimas, después la herida que me había hecho y me compraste un helado, es un recuerdo que siempre esta presente en mi mente y corazón, tú siempre limpiabas las lágrimas que otros causaban, gracias por eso.
>>Ahora ya soy grande y las tengo que limpiar yo, pero no me reconforta, a veces necesito uno de tus abrazos que me hacían sentirme una pequeñita niña, quisiera tener el poder de volver el tiempo y abrazarte más y a cada momento para que no desaparecieras. Te e extrañado demasiado, como no tienes idea.