Siendo Madre, La Memoria Del CorazÓn.

Capitulo 2

Capítulo 2


 

—¿Te molesta que esté aquí? —su voz me hace espabilar, me lo había quedado mirando como una tonta seguramente —Me puedo ir —dice dando un paso atrás.

—No, no me molesta pasa —digo apurada —Por favor — me hago a un lado para que se adentre —La cocina está a la derecha —sin embargo, siento que no era necesaria mi explicación.

—¿Qué tal volver aquí? —me pregunta cuando me uno a él en la cocina.

—Confuso—aunque mi respuesta va a su pregunta, lo digo por algo más, por él, mi cabeza empieza a divagar cuando lo ve.

—¿Te sentías mejor en casa de Liam? 

—Mal no me sentía —sería injusto decir que no se esmeraron en hacerme sentir bien  —Solo que ya estaba bien de estar ahí —lo digo por mí más que todo, quiero sentirme dueña de mi vida nuevamente—Esta es mi casa.

—¿Comemos?

Un movimiento en mi cabeza le da la respuesta afirmativa, mis ojos no logran despegarse de él, es que hay algo que siento que no sé, y debe de estar envuelto en todos esos recuerdos que murieron en el accidente, ¡Hasta el accidente se borró de mi cabeza!

—Charles —le llamo —¿Por qué siento que olvide tu voz?

Siempre he sido muy sincera con mis sentimientos, no suelo esconder nada, no tenerle miedo a la verdad es la clave, si algo tiene que doler que duela con todo.

Antes de responder suelta una sonrisa y me regala una mirada que me hace tragar saliva.

—Tal vez por qué teníamos conversaciones muy largas antes de tu accidente.

—¿Sí? —me interesa saber todo lo que he olvidado, es horrible tener la cabeza en blanco.

—Sí, hablábamos de todo — comenta mientras señala la nevera, de ahí saca una botella de agua de manzana —En una de esas me contaste que te encanta el agua de manzana con gas.

—Me fascina —cada cosa que voy descubriendo que sabe de mí me incomoda un poco es estar como ha ciegas —¿Puedes contarme cómo nos hemos conocido?

Hace silencio, lleva a su boca una rebanada de la pizza que ha triado y me mira.

—Te estabas preparando para tu última colección —me dice —Ese día me mostraste unos lienzos, habías pintado los diseños para tus nuevas telas. 

Eso lo siento extremadamente verdadero, mi pasión era crear, innovar, me encerraba por horas en habitación dejando que mi mente volará y la magia del arte hiciera efecto en mí.

—¿Podrías relatarme ese momento? 

 

Tal vez fue que su sonrisa se borró de su cara o el silencio que orquesto, pero de repente a mi mente llega su rostro, solo qué distinto, sin barba y con el cabello corto.

Nora, las penas no se acompañan con lágrimas, sino con vino —me espanto un poco al escuchar su voz reproducirse en  mi cabeza.

—Charles… —le llamo, debo de saber qué tipo de relación teníamos, sin embargo, no logro formular mi pregunta, alguien está tocando mi puerta.

—¿Esperas alguien? 

—No —me pongo de pie, acaso es imposible que la gente no considere que estoy esperando estar sola para reencontrarme conmigo misma.

Al abrir la puerta me encuentro con mi madre, quien me mira y sonríe, me espanto al ver que en sus manos trae agarrada una pequeña maleta.

—¡Por fin! —sus brazos me estrujan fuertemente —¡YA no estás en las garras de ese desalmado!

Confundida me dejo envolver en su sofocante abrazo, ¿de qué está hablando?

—¿Desalmando, madre? 

—El hombre al que le has dado un hijo, al menos dime que le has quitado al niño y lo tienes en tu poder.

—¿Poder? Mi hijo no es un paquete.

—Pues su padre lo utilizaba como uno —alzo las cejas, estoy aún más confundida —Se atrevió a no dejarme verlo.

—Madre, por favor entra —llena de furia lo hace, deja su aterradora maleta en un lado —¿Piensas quedarte?

—Te voy a ayudar con el niño, me imagino que le piensas cambiar el nombre, el que lleva se lo ha dado su padre.

De inmediato a mi mente le recuerda cuando Liam menciono que yo lo había elegido, cosa que difiere demasiado de la versión de mi madre.

—Mamá, se llama Nate ya nada se puede hacer — comenté —Y no le he arrebatado el niño a su padre,el hijo es de los dos, ahora estamos entrando en el proceso de adaptación.

—¿Te estás dejando manipular por el desgraciado de Liam?

—¿Manipular? ¡Madre de por Dios! —amo a mi madre, solo que ella suele ser algo invasiva.

—¡Nora! —la voz de Charles nos interrumpe.

Había olvidado su presencia con los ataques de mi madre hacia el padre de mi hijo, noto de inmediato que Dayan No lo mira con buenos ojos.

—¡¿Qué hace este vividor aquí!?

Un nuevo hueco se está formando a mis pies, ¿Qué sucede? La información que está llegando a mí a montones solo están haciendo que mi cabeza duela.



#3006 en Novela romántica
#927 en Chick lit

En el texto hay: bebes, romance, amor

Editado: 11.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.