Siendo Madre, La Memoria Del CorazÓn.

Capitulo 3

El reloj marca la aterradora hora de las cinco de la mañana y no he dormido absolutamente nada. He dado vueltas y vueltas en la cama tratando de buscar dentro de mis recuerdos olvidados a la verdad.

Mi madre llegó como una nube negra a mi casa hace tres noches, terminando por completo la buena conversación y la seguridad que me transmite Charles. 

Cuando Charles confirmo que se iba a casar con Sophie mi mente quedo en blanco, deje de pensar, literalmente; solo me quedan los recuerdos de mi madre echando a patadas a Charles de mi casa y ella instalándose en esta.

Cansada de que mi cabeza sea un completo hueco, me muevo en mi cama buscando a mi paz, a mi amor, a mi hijo. Lo único que tenía seguro en este mundo totalmente olvidado para mí.

Decidí dormir con él, quiero compartir todo lo que pueda con Nate, llenarme de buenos nuevos recuerdos en donde solo sean marcados por el amor que mi hermoso bebé me da. 

—Gracias por existir bebé —beso su cabeza, recuesta en mi pecho y cierro los ojos, absorbiendo su hermosa paz al dormir. 

La mañana llena como todas, despacio y con ganas de tomarme un café, únicamente hay algo más bien, alguien que nubla todos esos hermosos deseos, mi madre. 

No quiero sentir esto por ella, la amo, es mi madre daría todo por ella, pero en su afán de protegerme ha olvidado cuál es mi edad actual y está logrando asfixiarme.

—Desayunemos con tu tía Summer mi amor —le digo a mi hijo —Tu abuelita no se ha comportado muy bien. 

Me alisto y hago lo mismo con mi hijo —Después del desayuno, podemos pasar por las oficinas, mi amor, mamá, debe de volver al trabajo.

Con un conjunto deportivo negro, una cachucha y una sudadera del mismo color y mi hijo en brazos salgo de mi habitación preparada para una nueva ráfaga de relatos olvidados por boca de mi madre.

—¿Vas a salir?

—Sí —me detengo, la saludo con un beso —Quede de desayunar con Summer.

—No lo puedes hacer.

—¿Por?

—Estás convaleciente hija.

—No lo estoy madre.

—No recuerdas nada.

—Es verdad, pero físicamente estoy bien.

—Hija, no puedes manejar —me empieza a impacientar con sus excusas.

—Ya pedí un auto por aplicación, estoy bien mamá, no voy a dejar a mi hermana plantada.

—Que venga aquí yo le puedo hacer perfectamente de desayunar  a mis hijas.

—Mamá me voy —la dejo ahí —me dirijo a la salida, dónde el auto ya me está esperando, siento una paz inexplicable cuando estamos lejos de mi madre. No entiendo qué le pasa ¿Dónde está la mamá amorosa?

La casa de mi hermana no está tan lejos de la mía, por lo que un par de minutos estoy entrando al complejo de apartamentos donde vive.

Con una enorme sonrisa, Summer nos recibe, salgo del ascensor y lo primero que hace es quitarme al niño de mis brazos. 

—¿Cómo están? —me encojo de hombros —Me entere de la mudanza de mi madre a tu casa, lo siento tanto —me aprieta mi mano, me río sin poder evitarlo.

—Lo dices como si mamá fuera una visita desagradable.

—Lo es —afirma —No me malinterpretes, amo a nuestra madre, solo que desde tu accidente ha cambiado montones.  Y confieso que yo también me volví loca, todos, pero he recapacitado.

—Supongo que fue duro —comento —Pero aquí estoy.

Nate empieza a llorar y mi hermana lo pasa casi de inmediato —No me cae bien cuando llora.

—Tonta… —abrazo a mi niño —¿Conoces ha Charles?

—Sí.

—¿Yo?

—Mucho más que yo —responde riéndose.

—Me he enterado de que se iba a casar con Sophie —asiente —Por interés. 

—Creo que la historia es más complicada que solo el dinero —comenta y hace silencio.

—¿Tú como sabes eso?

—Se lo escuché a alguien —desvía la mirada.

—Ese alguien… —abro los ojos para que siga hablando.

—Le presto dinero con su…—nuevamente silencio.

—Hermano… —complemento por ella—Ese alguien menciono algo más.

—No—alzo la ceja —Me chocas, era una inversión… Dijo ese alguien —tuerzo los ojos, es más que obvios quién es.

—¿Qué más te dijo Roman? —pregunto directamente —Quiero saber quien es Charles o recordarlo.

—Roman no me dijo nada, nunca me dice nada, lo escuché mencionar sin querer que Charles es un buen tipo, que tenían negocios y que la situación con Sophie era demasiado complicada.

—¿Desde cuándo escuchas conversaciones de Roman?

—En ciertas ocasiones no solo peleamos, lo espío es mi pasatiempo.

—Madre me dijo que intento conquistarme cuando nos conocimos por mi dinero.

—Nora, investígalo tú, no recuerdo haberte escucho decir algo malo de Charles, pues si tenían ciertas discusiones, pero esas nunca  las dijiste en sí por qué eran.



#10106 en Novela romántica
#2030 en Chick lit

En el texto hay: bebes, romance, amor

Editado: 11.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.