Siendo Madre, La Memoria Del CorazÓn.

Capítulo 4

 




 

Nerviosa, estaciono el auto que me presto Summer, manejar nunca había sido tan difícil como el día de hoy, tenía miedo que con mis recuerdos también se habían ido mis habilidades.

Respirando profundo, apago el motor y me animo a bajarme, estos son los momentos que me retan, que me impulsa en búsqueda de mi pasado.

Las palabras dichas por mi madre de Charles siguen dando vuelta en mi cabeza, las que se entre ponen con la conversación que tuve hace un par de horas con mi hermana. No fui capaz de aparecerme en esa reunión, no quiero que se vea tan obvio mi necesidad de saber de él. Para eso tenía a Summer quien obligada fue a espiar a Roman. 

Me dirijo al ascensor con calma, antes de llegar arriba necesito encontrar total serenidad, como lo esperaba al momento en que las puertas  se abren todos me quedan mirando. Lo siento hasta normal, soy una muerta viviente.

—Buenos días —saludo a todos los que me voy a encontrar a mi paso, hay muchas caras que reconozco, otras que no tanto.

Aunque entiendo las miradas y los mormullos no se siente bien, es incómodo, a pesar de eso me lleno de fuerzas y camino hasta mi destino.

—Buenos días —la secretaria me mira con los ojos muy abiertos —¿Puedo pasar a verlo?

—Buenos días, señora Nora —al menos mi nombre no ha sido borrado —Ya la anuncio.

La respuesta que recibe por el teléfono es afirmativa, por ende me encamino hasta la puerta doble, respiro profundo antes de abrir, necesito descubrir primero que no siento y luego iré por lo que verdad me atormenta el corazón.

—Hola —su voz no la recuerdo cómo el pasado; sin embargo, mi cabeza me dice que tengo que sentir algo —Que bueno que estés aquí — se acerca y deja un beso en mi cabeza —¿Nuestro hijo?

—En sus clases de estimulación —él voltea los ojos —Son importantes.

—Lo que digas eres su madre —el peso de mi pecho se va cayendo, por mucho que lo sepa es inevitable para mí olvidar que me perdí mucho tiempo y que alguien más lo vivió.

—Te debes preguntar que hago aquí —asiente —Necesito volver al trabajo —lo miro con sinceridad —No estoy logrando encontrarme y tal vez retomando mi vida lo pueda a hacer.

—¿Por qué me avisas a mí? 

—Estoy algo olvidada, pero siempre supe que tú te encargarías de mis asuntos. ¿Lo hiciste?

—Por supuesto —sonríe —No iba a dejar que tus padres, sobre todo tu madre, acabaran con diez años de tu trabajo, además también hablamos de mi dinero.

Liam siempre será el mismo, arrogante hasta la médula, aunque de verdad debo de agradecerle, él fue el artífice de que yo cumpliera mis sueños, que los más locos se volviera realidad.

—¿Cómo hago para tomar las riendas?

—Siempre vas a tener las riendas —afirma —debo decir que fue difícil, tu familia se portó insoportable, querían destruir todo con tal de vengarse de mí. A tus hermanos se le pasó la rabia algo rápido.

—¿Daniel y Summer?

—Daniel sabes que es reservado y calmado, los primeros días desde tu accidente si quería partirme la cara, luego se apartó, no soportaba a tu madre con todo respeto, Nora lo entiendo —volteo los ojos, yo también estoy sintiendo lo mismo por mi mamá —. Hizo equipo con mi hermano y Charles y todo fluyo, claro que tus padres se portaron terribles con él por estar de nuestro lado. Con Summer fue más fácil, de ella se encargó Roman. 

Ambos reímos por eso  —¿Será que algún día dejarán de estar revoloteando en uno al rededor del otro?

—Roman no es para ella —afirma —Nunca lo ha sido.

—Summer lo ha esperado toda su vida —él hace una mueca —En fin, Summer no conoce todo de Roman como ella cree, y él la subestima. Bueno, no estoy aquí para hablar de una relación ajena inexistente.  Háblame de Charles.

—¿Ah?

—Por favor, tú eres el único que ha tenido los pantalones de decirme las cosas como son Liam —lo miro a los ojos —Cuando desperté yo pensaba que todavía estábamos juntos y tú sin miedo me confesaste que ya tenías alguien más.

—Nora, yo te fallé en todo —se forma un nudo en mi garganta —Y la verdad es lo único que te podía ofrecer en ese momento.

Esa conversación me partió el corazón, un corazón que de alguna forma ya estaba roto por él, aunque no lo recordará, con solo mirarlo supe que él había cambiado y de alguna manera yo también.

—Gracias —respiro profundo para que mis lágrimas no me traicionen y salgan en cascadas —Háblame de Charles.

—¿Qué quieres saber?

—¿Se iba a casar con Sophie?

—Ellos creyeron que se iban a casar esa boda jamás se iba a dar ¿quién te lo dijo?

—Mi madre.

La reacción de Liam es rascarse la cabeza —Ella no debió decírtelo y lo peor es que se lo advertí.

—¿De qué hablas?

—Olvídalo —hace un gesto con las manos —Escucha Nora, no te dejes llevar por lo que te diga tu madre, siempre has tenido criterio y eso no se olvida. Y de Charles, que te digo, no somos los mejores amigos, de entrada me cayó mal y en ocasiones solo nos soportamos, pero lo respeto. Charles se ha ganado mi respeto.



#10122 en Novela romántica
#2031 en Chick lit

En el texto hay: bebes, romance, amor

Editado: 11.03.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.