2 años atrás…
¿Has visto mi vestido? – grito mientras revuelo toda la ropa del armario
El negro con lentejuelas - Solansch me responde. Ella es mi hermana menor, tan solo tiene 16 años; aun va a la secundaria. Es la capitana de las porristas. Metro sesenta y cinco, tez blanca y ojos verdes, cabello rojo corto, ama los deportes y por ende mi hermana favorita o bueno la única que tengo. La cuido demasiado de los chicos, más que mamá, ella me para llevando la contrario cuando le replico sobre algún enamorado que trae a la casa, como el de la semana pasada; Harry, el cual es un patán al que no logro soportar - aquí está – lo coge y me lo trae. Lo pone en frente mío, yo la abrazo como si hubiera hecho algo extraordinario.
Eres la mejor – cojo el vestido y me lo pongo – parece que no me entra, necesito tu ayuda – ella se acerca y de una logra subir la cremallera.
Ya eran casi las ocho, hoy cumplía 18 años. Sentía nervios, no sabía si mucha gente vendría o si Josh lo iba hacer. Él es el chico que me gusta desde la escuela, alto; como de metro ochenta y cinco, cabello marrón ruloso, con un físico atlético; mi tipo ideal.
La gente ya llegaba, primero vi a Ashlee, su melena rubia y cuerpo delgado la hacía parecer una modelo esas de alta costura. Se acerca y luego me da un fuerte abrazo – feliz cumpleaños bella – pronuncia. Ella es mi mejor amiga desde el Kinder – le dije a Josh que tiene que venir-
No me digas que lo has amenazado – mi cara de horror hace que ella se burle de mí. Lo niega moviendo la cabeza
Solo le sugerí que lo hiciera – una risa maliciosa salía de ella. la miro mientras hago muecas. Ashlee voltea y en cuanto ve a su galán me deja sola.
La gente cada vez va llegando, pero yo no veo aun a Josh. La música es tan fuerte que mis oídos empiezan a zumbar, voy caminando por los pasillos de la casa y lo único que veo son grupos de chicos ebrios fumando un cigarrillo. Y en eso ahí aparece, Josh, lleva puesta una camisa celeste y pantalones rasgados, esta marca toda su parte baja
Se te sale la baba – el se acerca y empieza a reírse. Tan obvia soy, no lo puedo disimular un minuto, tan solo un maldito minuto.
Qué.. Yo, yo… para nada.. Josh – en ese momento empiezo a tartamudear. Genial, justo ahora tenía que hacerlo.
Solo di, gracias por venir – pasa por mi lado mientras sonríe. Esa maldita sonrisa suya, es tan genial y ese olor del perfume que inunda mis fosas nasales
Es tan genial – un suspiro sale de mi boca y una mano toca mi hombro. Doy un brinco por el susto, volteo entonces veo a Justin; un amigo que conocí cuando ingrese a la universidad. Su rostro perfilado y cuerpo musculoso; lo hacían ver como un muñeco, sus ojos azules, los cuales brillaban; hacia que cualquier persona se quede perdida en ellos.
Tranquila Mckensi – sostiene dos vasos de cerveza, me ofrece uno.
Mientras cojo este, le respondo – qué tiene – doy un sorbo y volteo la mirada hacia él
Se te salen los ojos por Connor, ¿no es así? – le doy un pellizcón, él se hace a un lado y se empieza a sobar el lugar donde lo pellizqué – tranquila Mckensi – me dice – pero sabes, tú das para más – dicho esto se retira mientras toma dirección al grupo de chicos que están sentados en el sillón, cada uno agarrando un vaso con trago.
En toda la noche Josh no se me acercó, más bien estaba con la zorra de Deborah, ella era una amiga suya, siempre estaba cerca de él, pero qué hacía acá; que sepa yo nunca la invité.
Veía y los chicos cada vez estaban más ebrios, mientras disfrutaba de la música, se aparece entre la multitud Justin – no quieres ir un rato afuera, acá hace mucho calor – sugiere él, asentí con la cabeza. Cruzamos entre toda la gente hasta llegar al patio trasero de la casa – en este lugar nadie nos va a molestar – fue a sentarse en el pasto al lado de la piscina, lo seguí, me siento a su lado. Él voltea a verme y sonríe – te ves muy hermosa hoy – dice con un tono delgado en su voz mientras se acerca, yo volteo la mirada. Qué estaba pasando, acaso yo le gusto a Justin Flynn, no creo tal vez era uno de sus juegos pesados, solo tiende a reírse y mirar al cielo – quieres entrar o, seguir en este lugar – no digo nada, me quedo pensando un momento, tanto tiempo habrá sido que pensé, en cuanto volteo él ya no estaba, miro para todo lado y nada. Tal vez se aburrió y prefirió irse adentro, así que me paré y camine entre toda la gente.
Hey, Kylie ven – Ashlee me sujeta del brazo y, lleva a dirección de Josh – pásenla bien – es lo único que tiende a decir mientras se va dejándome con él. Le muestro una sonrisa tímida sin pronunciar palabra alguna. Maldecía para mis adentros a Ash.
¿Te comió la lengua el ratón? – a veces parecía arrogante, pero me gustaba, era un gusto raro ya que siempre que estaba a su lado de su boca salían un montón de palabras sin sentido alguno.
Y otra vez esa sonrisa tímida se forma en mi rostro – claro que no – logro hablar
¿Quieres bailar? – y sin que de respuesta él solo toma mi mano y me lleva donde las demás personas están bailando – no vas a decir nada – qué podría decir, estaba bailando con Josh. No quería arruinar este momento. Nuestras miradas se cruzaban de vez en cuando esa noche, hasta que en una de esas muchas miradas él me besa. Sólo me dejé llevar por el momento, sus labios eran cálidos y suaves, no quiero que sea un sueño y si lo es, no quiero despertar nunca de este.