Silencio

Capítulo 15 - Confesiones

¿Qué eres capaz de confesar por la persona que quieres? ¿Qué tanto quieres saber de alguien? ¿Qué estás dispuesta/o a sacrificar?

―Confesiones...confesiones― dice en tono burlesco aquella persona―. ¿Quién quiere empezar?― no obtuvo respuesta.― ¿No quieres preguntar algo Adara?

Luzbel me mira, veo temor en sus ojos.

―¿Qué está pasando? ¿Qué quieres de nosotros?― pregunto suplicando respuesta

―Solo quiero que la verdad salga a la luz― se acerca a mí y toma mi mejilla―. está claro que ambos quieren respuestas pues ya les he asegurado que hoy, ambos tendrán que revelar sus oscuros secretos― nos mira a ambos.― si no es por las buenas, será por las malas.

Apenas terminó su oración, presionó un aparto que causo dolor en Luzbel y en mí, sentí como miles de corrientes torturaban mi cuerpo, sentía un dolor indescriptible y lacerante, en la habitación solo se escuchaban nuestros gritos de dolor y suplicas para que el dolor termine.

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―¿Alguno quiere preguntar algo?― siguió

―¿Qué es L.E.M? Y ¿Por qué mi padre se comunicaba constantemente a esas siglas?― pregunté buscando 2 cosas, 1. Que dejara de torturarnos 2. Saber que tenía que ver mi padre con L.E.M y por qué esas siglas estaban en el escritorio de Luzbel.

―L.E.M es la empresa de mi familia― todo lo que creí conocer se fue al demonio, mi cabeza estaba llena de dudas y preguntas, quedé anonadada―. te aseguro Ara que no sé quién es tu padre o por lo menos no podría asegurarlo

―Esto se está poniendo mejor― la persona se apoya en una pared, viéndonos de manera entretenida

―¿A qué te refieres?― prosigo―. Explícame qué sucede― exijo con un nudo en la garganta, sentí como mi voz quería quebrarse

―Hay ciertos negocios en mi empresa, negocios dirigidos por mi padre― me explica

―¿Qué clase de negocios?― lo interrumpo buscando que me dé más detalles

―Relacionado con la mafia, narcotráfico, contrabando― agacha la cabeza, pude ver mucha tristeza en sus ojos, yo quedo atónita tras tan abrumadora confesión

―¿Tú...también estás dentro de ese negocio?― me cuesta pronunciar las palabras

―No, no no no― siento un gran alivio al escuchar eso

―¿Seguro Luzbel?― pregunta la persona que nos tiene aquí

―Cierra la maldita boca― grita Luzbel

―Luzbel... ¿Qué quiere decir?― las lágrimas empiezan a salir

―Hace unos años mi padre me metió en su negocio, al principio no sabía pero luego...

~Flashback~

*Narra tercera persona*

Luzbel se encontraba en la mansión de su padre, este lo había llamado indicándole que necesitaba su ayuda. Luzbel a pesar de las acciones de su padre, siempre estaba para ayudar a su padre, eso era lo que los diferenciaba. Su padre una y otra vez ha abusado de la generosidad de su hijo para luego alejarse como si nada.

―Papá ¿Qué sucede?― pregunta Luzbel apenas lo ve

―Estoy en apuros hijo― confiesa el padre fingiendo angustia―.hice una mala jugada en mi negocio, necesito transportar algo o mi vida estará en riesgo, mis hombres no pueden hacerlo, necesito que lo hagas tú

―No padre, yo no quiero meterme en tu negocio. Ya te lo dije muchas veces, no pertenezco a ese mundo― Luzbel se niega rotundamente

―Hijo, sé que tú no quieres ser como yo, pero necesito de tu apoyo una temporada, te protegeré hijo, nada te pasará pero te necesito, mi vida puede correr peligro

Luzbel no pudo oponerse tras escuchar eso, él amaba a su padre en ese entonces, era la única familia que le quedaba. Así Luzbel tuvo que meterse en un mundo en el que no pertenecía, un mundo peligroso, un mundo que no traería más que desgracias, Luzbel tuvo que sacrificarse una vez más por la avaricia de su padre.

Un sábado 21, exactamente a las 9:00.

Luzbel llevaba en el negocio de su padre unos meses, usaba su cadena de hoteles como centro de intercambio de drogas y dinero entre hombre importantes, eso no enorgullecía a Luzbel, no había día que no se lamentase por lo que estaba haciendo.

El padre llamó nuevamente a Luzbel, pero esta vez lo citó en un lugar diferente.

―¡Que bueno que llegas hijo mío!― el padre se encontraba junto a sus cómplices―. hoy vas a aprender algo importante del negocio, matar o ser matado.

―No, accedí a ayudarte pero matar es algo que nunca haré― declaró Luzbel, este se voltea decidido a irse de ese lugar

―Yo no te pregunté si querías Luzbel― su padre lo miro con unos ojos diferentes, con una mirada fría y llena de maldad―. debes aprender, por lo menos para que puedas defenderte

―Jamás― vociferó Luzbel con furia

―O lo matas a él o él me matará a mi― le entregaron un arma al hombre que hace unos segundos se encontraba amarrado a una silla, ahora parado con un arma en la mano―. decide rápido

―¡No mataré a nadie!

―Este hombre, mató a 100 niños huérfanos, tras ocasionar un incendio en un orfanato por estar en estado de ebriedad, violó a una niña, ¿No merece este hombre morir?― preguntó el padre de Luzbel

―No soy nadie para decidir si merece o no vivir― declaró Luzbel

―Me importa un comino― su padre le dio un arma―. mátalo o él me matará

La tensión y el miedo invadieron el cuerpo de Luzbel, sin duda esta era un dilema, Luzbel no quería ser asesino pero tampoco quería perder a su padre, a los ojos de Luzbel, el alma de su padre aún tenía salvación.

―¡Dispara!― gritó su padre

―¡No puedo!― respondió Luzbel, la mano le temblaba y estaba sudando.

―¡Luzbel!

~Fin del Flashback~

―Se escuchó un estruendo y el cuerpo del hombre cayó, aquel hombre intentó disparar pero su arma no estaba cargada, todo estuvo planeado― el rostro de Luzbel estaba lleno de lágrimas―. soy un asesino Adara, ¡le arrebaté la vida a alguien!― Luzbel empieza a llorar

―Luzbel, no eres un asesino, no fue tu culpa― intento consolarlo―. tú no eres como tu padre, eres totalmente diferente




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