Silencio

Capítulo 19 - Delicado

Las personas bailaban, reían y festejaban, yo mirada con envidia su felicidad. Lo único que podía hacer era comer el maldito pastel, ni siquiera estaba rico, Jason hablaba con varios hombres en la fiesta, yo veía a lo lejos, con la esperanza de que no se acercara a mí. Esperanza que como ya sabrán, fueron eliminadas al ver que caminaba en mi dirección.

―Esto es maravilloso ―se sienta a mi lado―. La comida es deliciosa y los invitados son muy divertidos, ¿no crees?

―No ―suelto el tenedor, no quiero mirarlo, si puedo evitar hablar mucho con él, lo haré.

―¿No eres feliz Adara? ―pregunta con cinismo.

―¿Tengo cara de felicidad? ―digo con ironía, él bebe un sorbo de champagne.

―Es hora de que los esposos bailen juntos ―grita una tía soltera, yo niego repetidas veces. 

Jason sonríe, termina su copa de un trago y me ofrece la mano. Dudo en tomarla cuando me mira amenazante, sin dejar de sonreír. Tomo su mano y me levanto, veo a todos con cámaras en sus manos. La música empieza y Jason me pega a él, me remuevo incomoda, pero Jason no me suelta, intento seguir el ritmo de la música, tenía que ser lenta. No sé cuánto pasó pero la música se detiene y en su lugar se escuchan aplausos de los presente, sonrío falsamente y me separo, tomo una copa.

―Haremos un brindis ―subo la copa, miro a Jason―. Quiero brindar por el amor, que en algún lugar está, brindo por ustedes, brindo por mí y por los que amo, espero que esta noche, por lo menos ustedes se diviertan mucho, gracias ―tomo mi copa de un trago, algunos lucen confundidos, otros aplauden sin saber que sucede.

―Suficiente de tus juegos, Adara ―Jason me toma del brazo.

―Hola Ada ―Steve se acerca a mí, Jason suspira molesto y se va―. ¿Problemas en el paraíso?

―No hay paraíso ―respondo directa.

―¿Qué sucedió? ―pregunta―. Nunca supimos nada de este chico. Siendo sincero, no me agrada. Nunca te vimos con él y ahora eres su esposa ―me mira―. necesito respuestas

―Algún día podré decirte todo ―sonrió triste―. por ahora prefiero verte feliz y sano con tu familia

―Algún día me contarás que te atormenta, porque ahora no luces feliz, es todo lo opuesto ―me mira.

―No soy feliz ―Steve me mira confundido, me acerco y lo abrazo―. Mantente lejos de Jason por ahora, no es lo que parece ser

Me alejo de Steve, Jason me miraba molesto a lo lejos, podía notar y sentir su fría mirada. Lo último que quiero ahora es que meta a Steve en todo esto, él tiene una familia y debe estar alejado del peligro, alejado del caos, de mi caos. Me acerco a Jason y me cruzo de brazos, este no se inmuta.

―¿Ya terminaste, tan pronto? ―pregunta burlón

―Te lo diré una sola vez ―me acerco a él―. Aléjate de Steve o te juro que...

―Qué ―me interrumpe―. ¿Qué me harás?

―Te juro que te cortaré un testículo mientras duermas, y una mañana despertarás y no sabrás lo que pasó ―amenazo―. Espero que tengas dulces sueños.

―Yo tendré dulces sueño ―me toma del brazo―. tú rogarás por no haber dicho eso.

Me jala hasta la casa, me sostiene del brazo hasta llegar a una habitación en el segundo piso. Al entrar al cuarto me tira salvajemente a la cama, se quita el polo y mi corazón se acelera por el miedo. Se acerca a mí e intenta besarme, yo forcejeo con él.

―Quédate quieta maldita sea ―grita.

―Suéltame maldito bastardo ―pataleo.

―Esto puede dolerte ―pateo su estómago, causando que se caiga en el suelo, corro hasta la puerta, con la esperanza de salir corriendo pero esta se encuentra cerrada, la agito un par de veces.

―No sabía que las vírgenes eran tan salvajes ―se levanta y se acerca a mí.

―No soy virgen, imbécil ―corro por el lado opuesto.

―Entonces no tendré que ser delicado ―una mirada oscura y malvada se muestran en sus ojos, mientras se acerca a mí con una sonrisa malévola.

―¡AYUDA! ―grito.

―Nadie podrá ayudarte ―me toma de los brazos.

―¡AYUDAAA, POR FAVOOOR! ―lágrimas empiezan a salir de mis ojos.

―Suéltala ―la puerta se abre de golpe, veo a Steve con un arma, ¿Cómo demonios tiene un arma? Jason sonríe y sube las manos

 

Luzbel

―¿Cuál es el plan? ―pregunta Leo.

―En 5 meses Jason irá de viaje con sus padres ―le muestro mi pantalla―. Negocios en Ecuador, por lo que supongo que no llevará a Adara, lo que es una oportunidad para sacarla de ahí.

―El lugar será una fortaleza, ¿Tienes idea de cuántos guardias estarán cuidándola? ―me golpea la cabeza.

―Su familia tiene la reputación de no perder nada ―agrega Dan―. Sabes que no nos metemos con ellos desde hace años, ¿Por qué lo haríamos ahora? es solo una chica

Me levanto enojado y lo encaro, ¿cómo se atreve a decir eso? Adara no es solo una chica, es más que eso. Soy capaz de ir yo solo contra todos los hombres de los Mitchel, todo por Adara.

―Me temo que no es "solo una chica"  ―interrumpe mi padre―. De hecho, es muy importante

―Por eso la mandaste a traer, pero nuestro galán de enamoró ―agrega Leo, lo miro mal.

―¿Por qué es tan importante? ―pregunta molesto Dan―. ¿Porque tu hijo se enamoró?

―No ―un hombre entra a la habitación, todos se tensan y de ponen erguidos―. Porque es mi hija.

 

Adara

―Mira a quién tenemos aquí ―Jason me mira burlón―. Tu héroe

―Apártate de ella ―ordena Steve

―Como digas ―Jason se aleja de mí, dejándole el paso libre para irme.

Corro a la puerta y tomo a Steve del brazo para irnos. Pero este se queda quieto mirando a Jason.

―Esto no se va a quedar así ―amenaza Jason.

―Te lo aseguro ―responde Steve, sin miedo.

Lo jalo y salimos rápido de la habitación, estoy preocupada por Steve. Busco a Emily por la casa, hasta que por fin la encuentro. Cuando la veo ella se acerca rápido.

―Tenemos problemas ―es lo primero que digo, ella me mira confundida y luego mira a Steve, cierra los ojos y suspira.




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