Blair se encontraba sentada en la silla de su escritorio con la laptop aun encendida la luz de la pantalla iluminaba su rostro con las lágrimas cayendo a sus mejillas mientras aún tenía el teléfono pegado a sus oídos, recordó el día que conoció a John recuerda que era nueva en la ciudad y no tenía amigos John un pequeño niño de seis años se acercó a ella, se encontraba sola en el patio del recreo mientras veía a todos jugar parecían divertirse pensó, le gustaría jugar también pero sentía que no encajaba era esa sensación extraña de no pertenecer, suspiro profundo y agacho la cabeza mientras tocaba su largo cabello castaño claro, luego observo unos zapatos frente a ella de color rojo oscuro, levanto lentamente su cabeza y frunció el ceño preguntándose quién es este niño ¿tal vez quería molestarla o algo así? Frente a ella estaba un niño de pelo lacio rubio dorado, ojos azules como el cielo y tez pálida le preguntó si quería jugar mientras le tenía la mano, ella asintió y tomo su mano el, la presento a sus demás amigos y todos empezaron a jugar y desde ese día John y ella fueron inseparables ahí conoció a Andrés, Mia y Carly, eran buenos amigos ellos eran un grupo de cinco y siempre unidos hasta que sus caminos se separaron cuando fueron a la universidad menos Mia y Andrés ellos se quedaron en el pueblo en el tranquilo y pacifico pueblo de Sourdie donde nunca pasaba nada extraordinario, todos llevaban sus vidas con tranquilidad muy monótona se podría decir. Aún todos seguían hablando, pero no como antes no tenían tiempo para reunirse con todos los deberes de la universidad luego el trabajo, hasta que habían planeado reunirse hace unos meses ya que tenían mucho tiempo sin verse, pero ese día nunca llego y ya nunca llegara al menos no con los cinco como antes porque John está muerto, el ya no vivía en el pueblo, pero estaba de visita por sus padres y porque todos habían planeado reunirse y recordar viejos tiempos.