Silencio de un corazón roto

Carta 1: El inicio del sentimiento

Todo comenzó una tarde saliendo con mi amiga de sus clases, mientras ella se encontraba charlando con otros me escape de su compañía y me deje llevar por mi curiosidad, mis pies me llevaron a esas bancas donde te encontrabas con otro compañero, estaba lejos pero el sitio era bonito y quería sentarme allí, decidí hacerle caso a mi cuerpo y empecé acercarme, tú estabas concentrado hablando con el otro y de alguna forma tu compañero se quedo quieto y callado y me miro, aunque me sentía asqueada e incómoda por su mirada no me importo porque estaba viéndote a ti, no sabía que ocurría pues eras como un imán. Supongo que debí empezar a correr en ese momento, no sabía que me pasaba y fue la primera señal para mantenerme alejada, solo que irónicamente paso lo mas cliché de las cosas románticas…

Al ver que tu estúpido amigo no reaccionaba a tu charla levantaste la mirada y la dirigiste hacia mí, grave error, todo se detuvo… solo éramos tu y yo, no existía nada a mi alrededor, tu mirada me atrapo de una manera encantadora. Tuve la suerte de ver el ángulo donde se encontraba el sol que hacía que tu cabello brillara como el oro, tus movimientos eran muy varoniles, yo estaba atónita porque no solo era esa atracción y el problema de no poder dejar de verte sino el cómo me encontraba fuera de balance sintiendo cosas que jamás sentí.

¿Porque me siento así? ¿Qué me hiciste?

Eso era lo único que podía pensar mientras que mi corazón, un vil traicionero, latia como loco y esas famosas mariposas en el estomago no me dejaron en paz, allí inicio el sentimiento… desde ese día no quería aceptar que me había enamorado de ti.

Si alguien hubiese sido capaz de leer mis pensamientos y hubiese sabido que yo ya imaginaba tu belleza como la de un ángel a la luz del sol, esa persona se reiría de mí y yo la habría golpeado en la cara por haberse burlado de mí y mi estúpida manera de ver las cosas cuando puse mis ojos sobre ti.

Las cosas cambiaron y lo que fue un encuentro casual cambio a verte todo el tiempo ya que trabajaríamos juntos. Recuerdo que no podía decirte hola y solo miraba de lejos porque no era capaz de acercarme a ti, si lo pienso bien debí mantener las cosas de esa forma y no hubiese permitido el dolor que vendría tiempo después por tu causa.

¿Recuerdas? Con el paso del tiempo solo nos mirábamos y hablábamos lo necesario. Yo estaba bien con eso, era suficiente para mí, no quería profundizar en lo que me causabas pero llego el día que cambiaste eso, empezaste a estar conmigo casi siempre, eras demasiado juguetón y buscabas la manera de hacerme reír, la confianza se incremento y mi amor por ti fue más real que nunca.

Debes saber que tu belleza no fue lo que me atrapó, fueron todos esos pequeños detalles y atenciones que tenias conmigo, no eras perfecto pero para mí era suficiente, me enamoraste y no tuviste la intención de hacerlo, todo fue de manera inconsciente y en los sentimientos no se manda, créeme que lo intente porque sabía que tenias el poder de lastimarme y yo ya no tenía el control de mi mundo, por lo que fue una lucha constante que perdí porque te convertiste en alguien muy importante para mí, nunca imagine que hicieras que te amara.

Fuiste mi primer amor y quizás nunca lo sepas, como ves han pasado varios años y no tuve el valor para decírtelo a pesar que ya no te amo y  solo guardo un cariño especial por ti, podría decírtelo o quizás solo dejar este conjunto de cartas para ti, enviarlas a tu correo anónimamente o algo así pero es mejor que las cosas permanezcan como están, no hace falta volver alterar nuestras vidas por algo como lo fue un amor inmaduro y primerizo… un amor que paso por todas las etapas más salvajes e intensas pero al fin y al cabo fue un amor real y sincero.




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