Silencio de un corazón roto

Carta 7: Un poco de mi

Yo nunca fui del tipo de persona que se podía deprimir fácilmente pero siempre fui ese tipo de persona que era capaz de esconder sus sentimientos hasta el punto de no saber qué es lo que verdaderamente sentía. Aunque muy dentro de mi sabia que las cosas no iban a cambiar, por esa razón luchaba contra mis sentimientos con tanto empeño, me tomo todo lo que tenía para tratar de convencerme de que no me estaba enamorando de ti, cada vez que estaba cerca de ti las cosas que yo sentía me aterrorizaban, pase años pensando que tenía el control de mi vida y corazón evitando que no me lastimaran de nuevo... pero cuando estábamos juntos, habían momentos en que no me importaba si me hacías daño, porque estar contigo se sentía como si valiera la pena cualquier dolor...

Estaba tan jodida por ti, todo lo que representabas debía enviarme a correr lejos y en cambio quería envolver mis brazos a tu alrededor y darte todo de mi, estaba mintiéndote a ti y a mí con una simple amistad y eso era algo que no podía detener porque tenías el mejor/peor efecto en mi. Había algo en la forma en que me mirabas que me hacía olvidar todo acerca de ser responsable y razonable, por una sola vez no quería pensar. Eras como un ángel y un demonio al mismo tiempo que me jodia mucho la cabeza, no podía pensar con claridad, no tenía sentido, cada regla que había hecho se habían roto una por una... me hiciste una blandengue. No me gustaba la forma en la que me hacías sentir cuando estabas tan cerca, no quería ser como las otras mujeres que se ruborizaban en tu presencia, no quería que me afectaras de esa manera para nada... sabía que era ridículo ser tan emocional pero debes saber que cada vez que hacía algo para alejarte de mí estaba aterrorizada de que funcionara.

Otra cosa que debes saber es que tu protección no me hacía sentir débil, solo me recordaba que era valorada, no era la chica sin valor que vivía en la subestimación de los que se dicen ser familia. Tú eras como un héroe pero eso no significaba que me viera como una víctima, eras alguien que me hacía sentir segura y fuerte al mismo tiempo y eso para mí era algo bueno y para alguien como yo, son cosas que no podía ignorar de un hombre como tú.

Tenía mil cosas más por decirte pero si lo pensaba bien era mejor tragarlas porque no sabía si merecías que las dijera o que las sintiera... honestamente quería mandarte a la mierda pero seguramente lo primero que se iría a la mierda sería mi orgullo. Ya no podía levantar más paredes y protegerme, no cuando tú ya habías visto a través de ellas, mientras yo levantaba mis muros tú ya habías construido puentes para llegar a mi alma y corazón.

Gracias por todo, por ser tan tú y hacerme ser yo cuando estaba contigo, porque cuando estábamos juntos descubría quién era y no hacía falta fingir o buscar algo, simplemente era yo sin máscaras ni armaduras.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.