Silencio de un corazón roto

Carta 23: Antes de decir adios

No sabía cómo empezar esto, pero de una u otra forma lo tengo que hacer... en muy poco tiempo vamos a tomar caminos diferentes o quizás iguales pero eso es incierto, así que quisiera despedirme de ti como también decirte lo que fuiste para mí.

¿Que a qué viene esto? No se, supongo que como sé que ya todo acabó no tengo nada salvo mi confesión y es que hoy me he puesto a mirar fotos viejas de cuando aun no te había conocido y en todas salgo mirando al objetivo, luego vi las de meses atrás cuando ya te conocía y salgo distraída expectante a tu magia. Sin querer te buscaba entre la gente pero no estaban esos ojos verde jade tan profundos como un bosque tan preciosos como tu.

Empezaré diciendo que te amé, estuve enamorada de ti, en el tiempo que tenemos conociéndonos me he dado cuenta que eras la única persona que podía poner mi mundo de cabeza, además no sé que me pasaba contigo, una sola mirada y me tenias temblando... como dije te amé pero ¿por qué? No me diste motivos para hacerlo, sin embargo te deseaba... te deseaba como si no fueras tan prohibido, te deseaba cuando mordías tu labio, cuando caminabas entre la gente, cuando me mirabas y me hacías saber sin palabras que pensabas lo mismo que yo, tengo un cariño hacia ti inexplicable, quizás es por los momentos que pasamos juntos, quizás era por esa mirada tan llena de fuego que me regalabas día a día, quizás era tu voz… no lo sé, pero todo eso junto, forma solo cariño o amor, eres el único con el que podría seguirme derritiendo en 10 años hagas lo que hagas, estés con ella o no, me hacías tener infartos cada vez que nos veíamos a lo lejos y parecía que estuvieras igual de loco por mí como yo por ti. Siempre fuiste prohibido pero si me dices ven yo iría... pero acepte que jamás seremos uno del otro.

Me despido porque no llegamos a ninguna parte, debes saber que esto era lo que me pasaba cuando me veías, cuando te recordaba...

Eres el error más hermoso que pude cometer.

Y mientras caminaba hacia la salida no sabía que me dolía más, si el hecho de que solo me observaras con esa maldita intensidad tratando de decir algo, el hecho de que dijeras mi nombre tan bajo que parecía como si lo hubiese imaginado o que no me hubieses detenido ni te hubiese importado lo suficiente el ver cómo salía de tu salón con mis ojos cristalizados pero una sonrisa rota hacia tus alumnos que fueron tan maravillosos conmigo, no sé porque lo esperaba, tu ni siquiera sabias que ese día era el ultimo que me verías la cara, el problema era yo que a pesar de todo quería solo una tonta excusa para retractarme de mi decisión y tener una esperanza de que todo fuera diferente.

Termino todo de manera tan simple, de una manera común y corriente, de una manera que me da lástima recordar.

Salí rápido pero fue liberador ya era hora de terminar con todo y volver a ser yo, porque aunque te ame demasiado me amaba mas a mi misma y se que merecía lo mejor y tu no lo eras.

Desafortunadamente nunca sabemos en qué posición estamos en la vida de las personas, a veces pensamos que somos prioridad pero en realidad somos solo una opción. Amarte era como estar bajo el agua y tú eras la fuente de oxigeno, era como si mi mundo comenzara y terminara cada vez que te ibas y yo ya no podía seguir soportando eso mas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.