Silencio Eterno

Recuerdos del ayer

Hola soñador, hoy te tengo una nueva historia, es un amor a lo Romeo y Julieta; trágico pero con una gran intensidad. Además, he encontrado un apodo que te queda a la perfección, Soñador.

En alguna fecha de enero, de un año que ya no recuerdo, Scott conocería a la que sería el amor de su vida.
Dicen que existen dos amores, el amor de tu vida y el amor para tu vida. Con uno obtendrás un amor inigualable, y con el otro un amor que perdurará años y años.

Ana, ese fue el nombre que su madre le dio, un ser con mucha pasión y un gran corazón.

23 años tenia cuando a Scott conoció, fue la luz de sus ojos apenas lo visualizo.

Grandes amigos se hicieron rápidamente, sorprendiéndose de la conexión que tenían mutuamente.
Así pasaron los meses, y un día, la esposa de Scott, Ana sería.

Que joven pareja tan encantadora comentaban por las avenidas, sorprendidos por lo rápido que su amor crecía y crecía.

Ana y Scott planearon una vida juntos, hijos, casas y una buena vida, sin saber que una mañana de diciembre el destino se las cambiaría.

Al tocar las campanas Ana salió como siempre lo hacía,  rumoreándose que a por los panes iría.

Cruzó rápidamente la avenida sin ver como el carro venía, y en cuestión de segundo su último respiro daría.

Sentado en la cocina Scott se encontraba, con las noticias de fondo para que el silencio no reinara.

Ana le había pedido que la acompañara esa mañana, pero el con pereza decidió declinar su oferta, lamentándose más tarde de la decisión tomada.

Al escuchar la noticia del accidente el vaso de Scott cayo al suelo, escuchándose consigo un gran estruendo.

De la casa salió corriendo, y en un momento llegó a el lugar donde su hermosa Ana carecía de palpitar.

Gritos desgarradores se escuchaban por todo el pueblo, desgarrando el alma de todo aquel que la oía.

Luego de ese suceso, la vida de Scott no volvería a ser la misma.

Estancado en el recuerdo de su esposa, Scott se sumaría en una gran agonía. Una que no le permitiría continuar con su vida.

Aquella que lo dejaría sin aliento, sin ayuda. Y donde poco a poco sus gritos de auxilio se fueron apagando, hasta desaparecer casi por completo.

Scott perdió toda esperanza, la luz de su vida había sido arrebatada, ya más nada quedaba.

Y así fue, como una noche, en su sillón favorito el se acostó, donde tristemente allí pereció. Su tristeza le ganó, llevándose a la grandiosa alma que alguna vez fue Scott.
 

 

 

honeywhale



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En el texto hay: fantasia, tristeza, poemas

Editado: 03.09.2024

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