RODRICK, SOBRINO DE SILVER, EN LAS ROCKERS.
Después de que el fuego de la fogata alumbrará toda la estancia, nos acomodamos. Según mi tía, puedo dejar casi todo lo no necesario porque lo usaremos como campamento base de las montañas. A partir de aquí podemos desplazarnos más rápido y explorar cada día para hacer un camino por las cuevas.
Hay algo más en esas palabras que no consigo descifrar. Empezamos la cena con galletas y queso. La comida ligera que primero se puede estropear siempre ha dicho Zelendi cuando me quejaba. Se nota que ellos llevan muchos viajes en sus piernas. También calientan algo de tocino para acompañar.
- Cena ligera, sueño profundo -gruño.
- O eso intentaremos. Bueno sobrino, comenzaré mi relato. Estoy segura que de pequeño te lo conté miles de veces, pero se ve que lo has olvidado.
“Hace treinta años, los hums estaban atacando las caravanas que intentaban pasar de las minas de las Rockers a los reinos enanos. El padre del actual rey tuvo la misma idea que su hijo, mandar a su hermano menor al frente de una expedición que reabriera el túnel que comunica las minas con los reinos. Llevaba abandonado más de doscientos años, pero en nuestra inconsciencia pensábamos que podíamos conseguirlo.
Nos reunimos más de trescientas aventureros entre enanos, humanos y elfos. En esa reunión es donde conocí, aquí, al mago recién salido de su escuela. Zelendi, y a nuestra amiga común, Persia. Desde el primer momento y aunque te resulte extraño, una enana, un elfo y una humana nos hicimos amigos y creamos nuestro propio fuego.
Las puertas fueron abiertas con menos trabajo que esta vez y decidimos quedarnos esta misma habitación como nuestro centro de operaciones. Hasta aquí la historia se repite. Ahora, atento sobrino, porque esto es lo que debemos evitar.”
- Tía, ahora mismo no hay problemas con los homs.
- ¡Que engañado estás hijo! Hay una revuelta, por lo que el tráfico de caravanas ha dejado de existir. Además, hace poco, escuché el cuerno de Pok, y sí, no digas que tú eres más joven y no escuchaste nada, lo escuche en la magia.
- ¿El Regimiento de Pok ha hecho sonar su cuerno? ¿Dónde?
- En el Desfiladero de Rocker, si no me equivoco. Sigue con tu narración Silver.
CAPITÁN DEL REGIMIENTO POK, DESFILADERO ROCKER
Después de mantener el Desfiladero Rocker en control humano, nuestra vuelta a la capital es más tranquila. Como diría mi predecesor la vuelta fue el momento de lamernos las heridas. Nuestro cliente, el príncipe heredero del Reino Ofani, nos ha ordenado que volvamos a la capital para recibir nuevas órdenes. Pero tenemos ventajas porque nos ha dado célula real para poder reclutar por los pueblos que pasemos, además de recuperar a los heridos.
Llegamos al Desfiladero Rocker con seiscientos soldados. Hemos vuelto noventa y cinco soldados sanos, doscientos cinco soldados heridos y trescientos de nuestros hermanos quedan guardando para siempre el Desfiladero. Se nos ha permitido reclutar hasta un total de mil hombres, el Príncipe necesita hombres fieles a él. Nuestro contrato nos permite transformarnos, de una banda mercenaria, en el Regimiento Personal del Príncipe, si consideramos que es necesario. Es decir, según nuestro contrato, por primera vez en la historia del Regimiento de Pok, podríamos dejar de ser mercenarios para tener una sede y un general propios.
Los dos primeros pueblos a los que llegamos nos reciben con vítores, pero con muy pocos reclutas. Son los pueblos que se han estado enfrentando, desde los inicios, a las incursiones de los horms, por lo que los adultos están cansados de luchar. El puesto fronterizo que hemos construido les servirá como descanso. Los treinta reclutas que entraron a nuestro servicio no necesitaron casi ningún adiestramiento debido a que ya tienen una gran experiencia. Serán los sargentos del resto.
En los tres siguientes pueblos reclutamos a más de trescientos soldados, si ningún entrenamiento ni conocimiento previo de las armas. Son pueblos agrícolas en los que tanto las mujeres como los hombres reclutados tienen mucha fuerza, pero no han cogido un arma en su vida. Será nuestra infantería pesada, a la que debemos proteger con buenas armaduras.
El siguiente pueblo es dónde conseguimos más de doscientos grandes cazadores. En medio del bosque, sus habitantes se dedican a la caza de todo tipo de animales con los que alimentan a todos viajeros del camino principal. Se convertirán en nuestros arqueros, totalmente necesarios.
Con casi ochocientos miembros en el Regimiento, entre los reclutados y los que se han recuperado, me siento lo bastante contento para presentar armas ante nuestro cliente.