PRINCIPE ENANO
¡¡¡Están volviendo!!! Es la frase más repetida en toda la caverna. Las dos expediciones están volviendo a la vez; ambas se han encontrado problemas mientras investigaban. Lo mismo que pasó hace años.
Las órdenes habían sido claras: no volver bajo ningún concepto. Pero parece ser que al segundo hijo de un Rey nadie le hace caso. Esta es mi oportunidad para tener mi propio reino con grandes ingresos gracias al comercio pues con los horms revueltos sería el reino con mayores caravanas. La expedición anterior fue masacrada por los trolls y orkos que se han instalado, pero yo traigo soldados de verdad, soldados enanos.
Cuando se está asando la pata de cabra para comer uno de los vigías me avisa:
-Señor, ya está aquí una de las caravanas.
-Voy ahora mismo -tengo que poner las cosas claras. Que no corran rumores de magia negra como la última vez, los orkos pueden ser muy buenos en emboscadas en los túneles.
Es la caravana en la que fue Rodrick con su tía y su amigo elfo. Está claro que Silver les habrá metido algo en la cabeza aprovechando que no estaba y ahora están acojonadas. No se pueden llamar enanos si salen corriendo de un túnel a la mínima.
Toda la caravana llega a la carrera mientras que solo faltan seis de ellos.
-¿Qué ha pasado?
-Tres miembros de una guardia han desaparecido sin dejar rastro. Sin ruido, sin cuerpos, no hay ni una sola huella.
-¡Porque se los han llevado para comérselos! Los orkos también saben ser sigilosos… Pero habéis dicho tres y faltan seis…
-¿Seis? No señor, el resto vinimos para avisarle, no perdimos a nadie por el camino.
Me quedo mirando y sé quiénes faltan. Silver, Rodrick y el elfo.
-¿Alguien ha visto a Silver y compañía?
-Creo que los vi cuando ya salíamos; estaban recogiendo sin ninguna prisa pero no miré si nos seguían.
Es decir, los únicos que siguieron mis órdenes a rajatabla son los que menos esperaba. El otro vigía me interrumpe y me dice al oído.
-Señor, en la otra caravana faltan más de la mitad de los miembros y juran y perjuran que no han dejado a nadie atrás.
¡Los orkos sí que tienen hambre! Tendré que modificar la estrategia otra vez.
PRINCIPE ALORIAN
Nuestra embajada ya se ha puesto en camino para reunirse con los horms. Tengo a mis guardaespaldas con mil ojos buscando a esos mercenarios que quieren emboscarnos. Mi hermana cada día que pasa está más suelta en el manejo de la espada; si la quieren raptar sudarán sangre en el intento.
Mi capitán personal se acerca:
-Señor, todo en orden. Tenemos la intuición de que esperaran a hacer su movimiento pasado el Desfiladero de Rocker, dándonos tiempo suficiente para que podamos tener a los reclutas en perfecto estado.
- Capitán, ¿no cree que sería demasiado tiempo para esperar? A lo mejor la conversación de la reina estaba prevista que la oyera alguna de nuestras espías, nos confiáramos y, atacarnos antes.
-Le puedo decir, señor, que es prácticamente imposible que hayan descubierto a nuestras espías. Una de ellas siguió al consejero de la reina y se reunió con una pequeña tropa de mercenarios, la otra espía vino a avisarnos lo antes posible. Además, no querrán que su reino se consideré inseguro. Necesitan que la culpa recaiga sobre los horms. Necesitan controlar la información. Entiendo que se preocupe señor, pero confíe en nosotros.
-¿Es lo que haría usted si estuviera en la otra situación?
-Exactamente señor, esperaría a pasar el Desfiladero de las Rockers. Si tuviera suerte intentaría que también pasara algo en la expedición del segundo príncipe enano, desapariciones o cosas así, para dar más motivos a la especulación sobre los horms. Luego mandaría el ejército a cargo de mi propio príncipe, mataría a todos los mercenarios para que no se fueran de la lengua y terminaría con un triunfo donde se produjera el anuncio del matrimonio entre ambos.
-Lo tienes tan claro, capitán, que a veces asustas.
-Señor, como capitán de Guardia Personal debo ver las cosas claras, para eso nos contrató.
Conforme a las palabras del capitán, en territorio de mi padre solo recibimos vítores y aclamaciones tanto por la defensa del Regimiento del Desfiladero de las Rockers como por mi embajada. A la semana llegamos al puesto avanzado. Mañana empezará todo.