RODRICK, SOBRINO DE SILVER
-¿Toda una tribu?- pregunta el elfo – esto va a ser más difícil de lo que pensaba en un principio.
-No tanto -dice mi tía- tenemos que encontrar las puertas y sacarlas de aquí. Según mi sobrino, tiempo tenemos. Zelendi, ocúpate de limpiar todas las huellas posibles con mi sobrino Rodrick. Señoras, traigan a toda su tribu hasta aquí y dígannos donde han estado para poder borrar todo rastro.
-Yo solo tengo una pregunta – me dirijo a las brujas orkas.
-Di chaval.
-¿Nadie ha podido sobrevivir a la oscuridad? Es decir…
-Lo siento, si no es un orko está muerto.
Miro a los ojos a mi tía y después a Zelendi. En ambos la tristeza profunda de haber perdido para siempre a su amiga. No dice nada, solo el mago se acerca me pone una mano en el hombro y dice:
-Vamos chaval, tenemos trabajo que hacer. Te voy a enseñar unos cuántos trucos para borrar rastros que te vendrán bien.
El sistema es que parezca que no ha habido nadie en esta parte. Por lo que el polvo y la suciedad se debe distribuir de forma igualitaria por todos los sitios. Solo una vez utilizó la magia Zelendi, y fue para ocultar todos los rastros de comida y restos biológicos que habían dejado los orkos en sus retretes.
-Lo mandaré fuera de estos túneles, a lo más alto de las montañas dónde siempre se precisa de abono – me dijo con un guiño mientras realizaba un pequeño encanto.
PRINCIPE ALORIAN
Mi capitán y yo entramos en la tienda central con Herob como anfitrión. Es un gran espacio con dos sillas enfrentadas y una mesa en medio con viandas, todo frutas. Sillas robustas, con diferentes cojines. O bien los horms están mejorando creando muebles o son claras huellas del saqueo de una villa con algún prominente señor.
Herob mira también las sillas:
-Es lo que piensa, Alorian, ya tenían esas sillas cuando me aceptaron así que les hemos dado usos para nuestros invitados más especiales.
-Agradezco esa categoría por tu parte Herob.
-De verdad Alorian, me sigue fascinando tu capacidad para mantener la compostura pase lo que pase; y eso que, con la pandilla de aprendizaje, tu padre nos dio órdenes de llevarte hasta el máximo.
Nos sentamos los dos frente a frente con un guardaespaldas detrás de cada uno de nosotros.
-Ahora hablemos de lo importante. Soy el líder supremo de los horms y puedo hablar, firmar o prometer cualquier cosa en nombre de las tribus.
-Príncipe Alorian, heredero legítimo del Reino Ofani, embajador para tratar contigo. No te voy a mentir, Herob. Ahora mismo no sé si mi Reino mantendrá un pacto firmado por mí.
-¿Tu madrasta?
-Exacto, hemos tenido que sofocar un intento de asesinato dentro de tus dominios.
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