Capítulo 32

RODRICK, SOBRINO DE SILVER

La gran ciudad horm. Es una gran acumulación de casas de adobe y barro. El camino por el que pasamos parece que lo han creado en un campo desértico, donde no estorba a la naturaleza. Tienen varios ríos cerca para no tener problemas de agua y alimentos.

Alimentos es lo que ofrecen por cada camino que nos movemos entre las casas de los horms a cualquier orko que se encuentren. Y nos tiran pétalos de flores al suelo. Según me dijeron habían sido aliados hasta que los orkos fueron aniquilados por el resto de las razas, incluido los enanos.

El que nos guía, en este galimatías de calles, es Zelendi. Cuando lo miro, me dice:

-Tranquilo muchacho, el camino me lo está diciendo el líder supremo de los horms mediante la magia. Una vez que te lo indican no es tan difícil de entender su ciudad. Pero, claro, alguien te lo tiene que mostrar. Come algo, que tendremos una reunión nada más llegar.

Todo lo que nos ofrecen los horms son frutas de los árboles que hemos visto llegando hasta aquí. Es decir, se han encargado de recolectar para luego dárnoslo sin ningún problema. Quieren que nos sintamos como en casa. Después de hacer quince cruces de caminos llegamos a nuestro destino. Una gran explanada en cuyo centro se ubica la mayor tienda de toda la ciudad. En el palo superior ondea una bandera con el rojo como color de fondo y un campo verde con trece horms mirando desafiantes con diferentes armamentos.

-La bandera de la unión de las trece tribus de horms. Como venían en los antiguos libros que he leído…. Impresionante.

Entonces de la gran tienda salen varios horms y varios humanos a nuestro encuentro. Empieza lo bueno.

PRINCIPE ALORIAN

En el exterior puedo ver perfectamente al grupo que ha salido de las Rockers. Un elfo, dos enanos y una tribu entera de orkos. Por como guiñan los ojos parece que los orkos se están adaptando a caminar por el Sol.

El elfo viene con una sonrisa a dar un abrazo al mago de mi Guardia:

-¿Qué tal estás muchacho? ¿Qué tal te trata el Regimiento Pok?... Perdón ¿Dónde están mis modales? ¡Alteza príncipe Alorian! Un honor poder reunirme con usted.

-Tengo la sensación que usted me conoce mientras que yo, a usted, no.

-Su Alteza es conocida por sus grandes dotes. Es un honor presentarme como Zelendi, mago elfo.

-Uno de los últimos maestros magos elfos que dominan casi todas las magias existentes, mi maestro -añade mi mago.

-Además de encontrarme con la herrera Silver y su sobrino Rodrick.

-¿¡La Gran Herrera Silver!? – se sorprende mi capitán de la guardia. La verdad es que ese nombre me suena de oírlo entre los herreros con admiración.

-Gran, gran, no soy. Soy bajita incluso para una enana – dicho lo cual se echa a reír.

-Alteza, si no le importa, antes de ponerme al día con mi aprendiz me gustaría poder saludar y presentarnos ante el líder supremo de los horms.

En ese momento me doy cuenta que los orkos están mirando con admiración a los horms que protegen a Herob.

-Con vuestro permiso, os presentó al líder supremo de los horms, Herob. Si se me permite añadir, una gran persona.

-Gracias príncipe por sus palabras – me contesta Herob con una sonrisa.

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