RODRICK, SOBRINO DE SILVER
En la tribu orka se ha montado una fiesta. Veinte de sus mejores guerreros partirán al día siguiente con el Príncipe, como su guardia personal, mientras que el resto de la tribu podrá excavar con la supervisión de una maestra enana y la protección del más grande de los magos.
Toda la noche es una fiesta de celebración y de despedida. Una fiesta a lo grande, donde se unieron también sus hermanos los horms. Cuando amanece los horms están yéndose a dormir mientras que los orkos comienzan a deshacer el campamento para dirigirse a su futura excavación. Aunque hay alegría, también hay lágrimas; tras muchas luchas contra su propia magia el clan se divide como se acordó.
Abriendo el desfile de la tribu orka, están las tres jefas y magas acompañadas, siempre a su lado, por los dos enanos y el elfo. Estar al lado de sus líderes es un gesto de privilegio para cualquiera externo a la tribu, pero todos coincidían: los tres habían hecho méritos suficientes para que se pudieran empezar a considerar como amigos de los orkos.
Una de las magas y Zelendi buscan cualquier tipo de perturbación o indicios del uso de la magia mientras que los dos enanos utilizan sus dotes de rastreadores. Aunque siguen cerca de la ciudad más importante de los horms, no está de más ser prevenidos para cualquier tipo de ataque. Sobre todo, si es la última tribu orka conocida con vida. Toda precaución es poca.
Por eso, Herob ha mandado a una pequeña partida de horms, para que les proteja dentro de su territorio.
PRINCIPE ALORIAN
Los veinte orkos se acaban de unir a nuestra comitiva justo antes de salir de la ciudad de los horms. Vienen perfectamente preparados para la guerra y el capitán de mi Guardia ya tenía todo listo para que encontraran su lugar.
Ahora queda volver al campamento principal, con mi hermana y los mercenarios retenidos. Plantear desde allí mis próximos pasos para volver al Reino sin problemas. Cuando mi madrastra se entere de que no he caído en su emboscada buscará la forma de desprestigiarme y de intentar quedarse con el poder.
Necesitaré a los dos duques y los cuatro condes de mi reino para que me ayuden con sus levas. Tengo al Regimiento Pok pero no será suficiente si ella quiere mantenerse en el trono. Tiene medio ejército de su reino en el territorio de mi padre. Necesito más soldados para contar con más fuerza, no quiero entrar en una guerra en mi propio territorio.
Este es el momento donde necesitó que el Regimiento Pok con su mago, sus exploradores, espías y, sobre todo, con su capitán, que se ha convertido en un gran asesor, den el do de pecho. No quiero luchar, pero lo haré si es necesario.
De los dos duques, el más difícil de convencer será el que tiene las tierras más cercanas a la frontera y a otros dos condes no les gustará la idea de tener frontera con los orkos.
En primer lugar será necesario una reunión con los seis en territorio neutral, poniendo especial cuidado a todas las artimañas que hará mi madrastra para que salga mal. Tendremos que tener máximo cuidado.
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