Simon

Simon

Simon trabaja en una oficina, por lo general se queda hasta tarde, siempre tiene mucho trabajo, lo único que lo relaja es irse caminando a casa.

Hoy es un día muy peculiar, no hay nade mas en la oficina solo queda él. Ha estado oyendo voces, voces que siente que escucho antes.

Cuando fue al baño sintió que alguien lo seguía, prendió la luz del pasillo, pero al salir del baño estaba apagada.

Se sentía nervioso. Regreso a su oficina y sus cosas estaban fuera de lugar, papeles tirados, su mouse también en el suelo.

Con el rabillo del ojo vio una sombra, prefirio no tomarlo en cuenta, aun así seguía nervioso ya no esta trabajando a gusto.

Una voz en su oído derecho que le decía lo vas a pagar, volteo a todas partes y no había nada, pensó que alguien en la oficina quería jugarle una broma, busco en todas partes pero no encontró a nadie.

¡Sabes lo que hiciste! dijo una voz.

Simon pensó que ya estaba suficientemente cansado y que todo era algo como una alucinación.

Sale a las 10 de su oficina, aunque esta nervioso así decide caminar, cada día toma diferentes rutas, algunas veces sus desviación lo hacen llegar mas tarde a casa, pero le encanta conocer, y visitar nuevos lugares.

Quiere caminar pero también quiere llegar lo más rápido a casa, se va por el camino más corto, viendo todas aquellas calles conocidas por las que ha recorrido miles de veces, por la hora no hay muchas personas. Sigue viendo siluetas oscuras, trata de no tomarlas en cuenta; en una de las calles, un chico sale apurado de una casa, se ve desesperado, el chico voltea de un lado a otro, ve a Simon se acerca a él y le ruega por ayuda, su mamá se cayó y no puede levantarla, accedió entrar a la casa para ayudarlo.

Entra Simon a la casa se ve una sala que esta toda maltrecha, el piso esta sucio, negro, y hay un olor desagradable saliendo de esa casa, mira mas allá y ve a la mamá del chico en el suelo. Es una señora bastante grande.

Simon la toma de un brazo y el chico del otro con grandes esfuerzos la la levantan, la sientan en un sillón, al parecer no tiene ningún daño.

Le ofrecieron un te en agradecimiento, al principio lo dudo por que el mal olor no se iba, pero ante la insistencia de la señora y el muchacho, lo aceptó.

Le sirvieron una taza humeante de té, acompañado de unas pequeñas galletitas, comenzó a tomarlo, en un silencio incomodo, la mamá y el chico solo lo observaban. Comenzó a sentirse muy cansado, se le cerraban los ojos. Cuando se dio cuenta que se desmayaría, se levantó tirando la silla, intento irse, ni siquiera alcanzó a llegar a la puerta.

Se despertó en lo que pensó era su cama, cuando comenzó a tener sensación se dio cuenta de que era algo duro, comenzó a quererse mover y no pudo, jalaba pero sus manos piernas estaban atadas; en eso noto a alguien a su lado,  la señora estaba a un lado.

Tenia la boca roja, noto unos dientes puntiagudos, un dolor en el estómago estalló.

Se incorporo lo que pudo, vio un gran hueco en su estómago, la vieja saco un gran bocado del hígado de Simón y se lo comió. El la vio como masticaba, le dieron ganas de vomitar y un miedo indescriptible.

Bocado a bocado saco el hígado mientras el sentía como ella retiraba cada pedazo de el, tuvo que soportar el ser comido por ella, los gritos se escucharon por toda la casa, se le vino a la mente la primera vez que salio de su trabajo tarde estresado, y molesto con su jefe, lo había hecho quedado hasta tarde de nuevo, sin dinero para un taxi para irse a su casa, sin que su jefe lo ayudara con eso, así que no tuvo mas remedio que caminar. Llevaba unas cuadras y aun iba enojado; encontró una viejecita caminando a su casa con unas rosas en el brazo, la viejecita caminaba a paso lento, como si le pesaran sus pies, así debía ser, Simon recordo a la señora vendiendo rosas en alguna esquina. A lo mejor en un buen momento se habría ofrecido a ayudarle, definitivamente no en este, no le importaba nada, solo quería llegar lo mas rápido a su casa. La señora llamo su atención y le pidió ayuda, cosa que enojo mas a Simon, ¿Porque tiene que ayudarla?

Desquito contra ella todo lo que le agobiaba, llego a su casa mas relajado, se sentía hasta bien. Los recuerdos se le venían a la mente mientras este gritaba de dolor, mientras sentía como cada parte de él era desprendida.

Recordó de nuevo, a la semana siguiente le toco salir de nuevo tarde de su oficina, de nuevo enojado y le dio una idea, pasaría por otra calle un poco mas lejos, así que camino un poco mas buscando una puerta abierta o a alguien, encontró lo que buscaba como si se lo hayan puesto para él; entro a una casa que tenia la puerta emparejada, era una casa vieja, se asomo un poco, no quería toparse contra alguien con el cual no pudiera; no vio a nadie en la sala, dejo abierto para poder salir corriendo si lo necesitaba, llego al cuarto y no había nadie, ni en la cocina, en el baño tampoco,  ya tenía decidido irse cuando entro una señora por la puerta, la cual se asusto al verlo ahí parado, él con una sonrisa de medio lado corrió hacia ella le tapo la boca y le dijo que le iba a ir mal si gritaba, que le diera todo el dinero que tuviera, la señora busco y le dio lo que pudo, a lo cual el solo salio de la casa, se sintió con poder. De nuevo sintió dolor que lo llenaba todo, pensaba que no podía mas, pero todo seguía, él no podá hacer nada para detenerla, la señora estaba hambrienta. De nuevo se le vino una memoria, una en especial; ese día ni siquiera estaba buscando a nadie, sola se le presento, la señora estaba sentada a altas horas de la noche afuera de su casa, simplemente mirando. No sabía si se le acercaba o no, la señora lo miro y pensó que es lo que debía hacer, se acerco a la señora la levanto con violencia de su silla y le dijo que le diera todo el dinero que tuviera, ella con voz quebrada le dijo que no tenia nada; eso a él le molesto, no era posible que no tuviera, ella solo no se lo quería dar. La metió a su casa a la fuerza, la lanzo al piso y le dijo que buscara bien, ella repitió que no tenia, él le repitió que buscara, le dio una guantada al estomago lo cual tumbo a la señora, esto le dio mas energía a él, la señora ya estaba tirada en el piso quejándose del dolor que le había causado, él la obligo a ponerse de pie, le repitió que quería dinero, si no ella sabría las consecuencia, ella repetía que no tenia y el siguió golpeando a la pobre señora hasta que se enfado, salio de esa casa, sin que nadie acudiera por los gritos, sin que nadie hiciera nada para detenerlo. Al día siguiente salio en la noticias el asalto y la brutal golpiza a una pobre ancianita, que no tenia dinero, y que no había comido desde hace dos días. Él dolor que sintió fue mas agudo a sentir dolor, hasta que perdió la conciencia.



#1484 en Terror

En el texto hay: horror

Editado: 28.10.2020

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