Simple humana

•C a p i t u l o 9•

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Aunque yo sé que ella no buscaba nada a cambió, lo quiero hacer.
Cumplir con la manada y con ella.

Aunque con la actitud de Noah, cada vez se me hace más difícil la idea de cumplir mi ¿Promesa?
Si es que se le puede llamar así, aún así estoy en un dilema.

Hay días que simplemente no se por que estoy viva, o por qué razón llegué a esté lugar.

Ahora que lo recuerdo ese pergamino que encontré en ese calabozo me ha dejado con dudas muy grandes, pero ¿Cómo puedo burlar al guardia para poder pasar y traer ese pergamino?.
Cueste lo que me cueste voy a traer ese pergamino aquí para poder traducirlo.

Tal vez sea algo importante, o almenos eso espero por qué arriesgare mi integridad y mi vida para poder tenerlo en mis manos.
Ya perdí la noción del tiempo que me he encontrado dentro del baño, lo mejor será salir y pensar claramente lo que haré.

Después de salir de ese baño poco higiénico, me encontré con un vestido bonito color blanco con un encaje espectacular con su respectiva ropa interior al lado y unas zapatillas de una punta muy delgada, un poco altas.

Agarré la ropa y volví a entrar al baño y me bañe con agua fría, que he de aceptar que ya me he acostumbrado a bañarme a ese tipo de temperaturas.

En el tiempo que mi padre perdió privilegios de parte de la manada como el alimento y medicinas; también perdimos derecho a luz y agua, así que todo ese tiempo tuve que acostumbrarme al agua fría y utilizar una vela solo en caso de que hiciera tarea y se me haya hecho tarde.

Cómo he dicho ya es costumbre para mí por mucho que no me guste no me guste.

Terminé de enjuagar mi cuerpo y cabello, paso alrededor de diez minutos y salí de la regadera, unte un poco de crema que encontré en una caja, no será la mejor pero me hace sentir limpia.

Me coloque la ropa y me quedo muy bien, aunque es incómodo no traer un short que tape un poco más mi intimidad, pero no puedo quejarme, almenos estoy vestida.

Pase mis dedos por mi cabello tratando de quitar los nudos que en el se encontraban. Mi cabello se sentía tan suave y ese brillo que lo carecterizaban ahí estaba intacto. Con delicadeza trence mi cabello en una hermosa trenza de lado, para al final  colocar una pequeña liga que tenía.

Baje a la planta baja de la mansión buscando a las chicas, pero me encontré a Noah.

— Mi luna, te ves muy bella como siempre — creo que no entendió nada de lo que hablamos allá arriba.

— Creo que lo he dejado muy en claro, lo único que pido es que no me llames así — tome aire suficiente y suspiré pesado.

— Lo entiendo, pero al menos déjame hablar contigo de algunas cosas muy importantes para los dos, te lo pido.— el se encontraba ahí tan débil y a la vez tan seguro de si. Que si no lo conociera pensaría un minuto seriamente en darme una oportunidad con él. Pero ese no es el caso.

— No me negaré, solo necesito desayunar antes o de otro modo no tomaré enserio nada, ya que mi cerebro no funciona bien en ayunas — creo que quedó claro que mi estómago exige comida.

— Si, por supuesto mi lu... perdón Sam, vayamos a la cocina y veamos que se nos antoja. — me sonrió y tomo de mi mano llevándome en dirección a la cosina; Una sonrisa a decir verdad muy linda, pero que detrás de ella solo hay alguien sin sentimientos y que si no fuera por Alán sería un asco de persona.

— Buenos días Alpha ¿Qué desea desayunar? —  pregunto Andrea viendo como bicho raro a Noah y a mi, mirando fijamente nuestras manos aún entrelazadas.

— Lo que Sam desee comer, ¿Qué quieres comer hermosa? —  me siento estúpida y se supone que cuando alguien te dice tal cosa se debe sentir sonrojada o feliz.

Pero me siento muy mal y fuera de lugar.

— Yo solo quiero desayunar fruta picada, pero lo hago yo, me gusta hacerlo — solté la mano de Alan y busque para luego agarrar diferentes frutas de la gran variedad que ahí se encontraban.

Bajo la atenta mirada de Alan empezé a cortar en trozos pequeños las manzanas, plátanos, papaya, fresas y mangos.

Serví la fruta en dos platos y le coloque un poco de miel para al final solo ponerle un poco de granola.

Este tipo de lujos era muy raro que tuviera, por eso lo quería hacer yo.
Serví un poco de jugo que encontré en el refrigerador para vertirlo en dos vasos, se lo di a Alan y empezamos a comer.

— Gracias hermosa — dijo Alan totalmente encantado con la fruta como si fuera un platillo difícil y exótico.

Eso es lindo de su parte pero se que esta fase de él desaparecerá en la mañana.

La cara de Andrea era un complemento dilema, como si hubiera visto un fantasma.

Y la entiendo completamente, ver de este modo a Noah es extraño, pero no es él que está con nosotras.

Si Alan fuera él que siempre tomara el control del cuerpo, todo sería muy diferente.

Pero tengo que aceptar que si no fuera por la dureza y el carácter frío de Noah nuestra manada no sería la más fuerte.

Cada uno tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero por eso los dos se complementan.

Terminamos de desayunar y lave los platos y Andrea salió de su transe y empezó sus labores de limpieza. 
Junto con Alan salimos al jardín donde fue la reunión y todo estaba completamente limpio como si nada hubiera pasado ayer.

Nos sentamos en unas sillas que se encontraban ahí junto con una mesa de centro enfrente.

— Quería hablar contigo de todo lo que ha pasado, solo pido que si tienes alguna duda me lo preguntes. — tomo una postura mejor y me miró fijamente

— Entiendo — tome la misma postura que el dándole toda mi atención.

— Bien, primero quiero pedir disculpas por el comportamiento de Noah hacía ti, no te puedo decir las razones del por qué el odio hacia ti, por qué por más que desee decirlo el voto de silencio que hice con Noah no me lo permite. — tomo una mejor postura e identifique su intento de tranquilizarse—Todo este tiempo quise hacer lo que pude para que no hiciera cosas tan malas, pero cada vez se portaba peor, como si no sintiera nada. Pero la realidad es que él no quería hacer todas las cosas que ha hecho y no solo hablo de ti, después de la muerte de nuestra anterior mate y luna, por alguna razón perdí contacto con él y si antes no me dejaba hablar con él, ahora es imposible y hacerlo entrar en razón de lo que ha pasado, pero es como si alguna fuerza no me lo permitiera, como si de una pared se tratase.




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