—Te decía que acaba de llegar un nuevo cliente.— dijo señalando la puerta.
— Si, perdón ahora lo atiendo — me dedico una sonrisa y siguió trabajando, volteé para ir a atender al nuevo cliente y me encontré con el Beta de la manada.
Yo solo suspiré y lo fui a atender como si nada.
— Buenas tardes, mi nombre es Samantha y el día de hoy seré su mesera ¿Con qué desea comenzar?. — dije con total amabilidad como si no lo conociera, él es un cliente más y a todos se le trata por igual.
— Buenas tardes, deseo solo el menú 8 y solo una limonada— dijo el beta mirándola con total atención pero esté no le quitaba la mirada a mi compañera de trabajo.
— Descuerdo ¿Desea algún postre?— se que no era la única incomoda, pues Tamara estaba ya sintiendo la mirada del beta ¿Cómo se llamaba?
— No, así estoy bien— sin ser tan grosera corrí hacia la cocina para dar al cocinero el pedido y atrás de mi venía Tamara
— ¿Quién es ese hombre rubia? —pregunto mi compañera claramente interesada por el beta ¿Luis? Si creo que su nombre es Luis.
— ¿Por qué me lo preguntas a mi?— pregunté devuelta para darme tiempo de contestar algo coherente después de todo no sabe de la existencia de los hombres lobo.
— Parece que lo conoces —respindio Tamara despreocupada.
— Pues si lo conozco, no mucho como piensas, solo lo he visto un par de veces.
— ¿Puedo llevarle yo el pedido? — pregunto Tamara suplicante poniendo uno ojos de cachorro.
Si tan solo supieras quien es él.
— Tamara no se si...
—Por favor no todos los días se ven hombres guapos por aquí — esta chica me va a matar.
— ¿Disculpa? — entro David con la mano del pecho queriendo poner drama a la situación.
— Hay que ser realistas David, eres lindo pero no te comparas con ese hombre — estoy empezando a creer que estos dos van a quedar juntos.
Ya saben lo que dicen "Del odio al amor solo hay un paso".
— Quisieras estar conmigo morena sin gracia— David dejo el pedido con él cocinero y espero el pedido, mientas tanto el pedido de Luis estaba listo entonces Tamara fue a entregarlo.
A lo lejos pude ver qué Luis estaba feliz al verla y empezaron a hablar un poco para luego darle un papel a Tamara.
Tamara regreso a la cocina y se notaba muy nerviosa pero feliz, me contó que le dijo que era muy guapa y que le pregunto su nombre, para luego invitarla a cenar.
— Al final me dio su número de celular y me pidió el mío— aún así no quiero que se hablen y ella salga lastimada, al fin al cabo él es un hombre lobo y tienen a sus mates y no quiero que ella sea una Gamma, ellas suelen ser mal vistas por todas pues estas son mujeres que renunciaron a sus mates por estar con alguien que tiene a su mate y además las Gammas aceptan que son los platos de segunda mesa del beta.
Es repugnante la situación pero no podemos hacer nada con la decisión de ellas— o ellos— en algunos casos .
Pero no sé si ella siquiera sería una Gamma y quizás solo se acueste con ella dejándola peor.
Ya que cualquier ser si se acuesta con un hombre lobo queda como obsecionada y es imposible no quedar enamorados.
Por esto es que está prohibido acostarse con alguien que no sea tu mate, pero claro que hay licantropos que no aceptan solo tener sexo con su alma gemela y tienen relaciones sexuales con otro ser, por esto es que existen en la pirámide de poder los nombres de las amantes de los Betas y Deltas.
El Alpha tiene por "ventaja" que si tiene amantes no tiene que hacerse cargo de la mujer solo de su mate.
Eso es tan machista, catalogando a las mujeres como fáciles.
Es tan complicado, pero tengo que hablar de esto con el beta. No le puedo permitir que le haga daño a Tamara, ella no se lo merece.
Mientras tanto vi a Aramis con una expresión de asco cuando salió del baño.
Cómo quisiera inmortalizar su rostro, pero no hay ningún pintor cerca que pueda pintar el momento, me reí por verlo así y él al verme me miró con ganas de enterrarme a metros bajo tierra.
— Te estoy odiando en estos momentos querida, esos baños deverian ser prohibidos, es la experiencia más asquerosa que he vivido.
— Eres un exagerado Aramis, no creo que haya sido tan malo. — le sonreí y él se sentó en una silla que se encontraba cerca de los baños.
— Y ¿De qué me perdí? — pregunto Aramis quitándose los guantes junto con las botas de plástico, para luego tomar del jugo que le dieron por trabajar es como un tipo de premio.
— Está aquí Luis y le pidió una cita a Tamara— comenté sentándome enfrente de él.
— ¿Quién es Luis? — me miró confundido Aramis mientras seguía tomando de si jugo, oh es verdad él no sabe que así se llama el beta.
— El beta de la manada… — ni bien pude terminar de hablar cuando Aramis escupió todo el jugo que estaba tomando en mi cara.
— ¿¡Qué hace ese aquí!? Y ¿¡Por qué le pidió una cita a Tamara!?— dijo casi gritando ganándose la mirada de muchos de los clientes, es más que seguro que Luis escucho después de todo su odio está más desarrollado.
— ¡Baja la voz! Ahora te aseguro que ya nos escucho, eres muy malo con esto de ser discreto— por la diosa que pena sentí mis mejillas arder al ver qué Luis miro en nuestra dirección.
— Es que no entiendo por qué quiere de amante a una humana— lo mire mal— sin ofender querída pero a lo que quiero llegar es que ella es una humana y te aseguro que Noah no querrá una humana más en la manada, sabes que si la deja será muy malo para ella, quedará flechada si se acuesta con él.
— ¿Crees qué se acuesten? — pregunté robándole de su jugo y el me pego en la mano
— Los hombres lobo son así mi Ama ya deberías saberlos— sin que lo notará tome un poco de su jugo y me miró mal—y no toques mi jugo, quedamos que yo trabajo por mis cosas y tú por las tuyas.
— Eres un egoísta, pero si tienes razón— deje salir todo ese aire tensó que tenía guardado— los hombres lobo son así, pero no quiero que juegue de ese modo con Tamara— dije muestras me paraba de la silla y ponerla en su lugar ya que un nuevo cliente había llegado.
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Editado: 29.08.2021