—Tienes que comer, por favor — le dije por quinta vez en el día a Sammy.
Desde que regresamos a la casa ella no ha querido probar bocado, lleva días encerrada en su habitación, solo una vez pude entrar y realmente la vi mal, no ha querido verme ni a los chicos. Hace un par de días vino a preguntar Luis por ella, al parecer Noah está preocupado, pero ambos sabemos que realmente le da igual.
No crean que cuando lo vi no me dieron ganas de golpear a Luis, le había metido su cosa a mi chica, lo peor de todo es que el día que nos peleamos ella todavía fue tan directa y me lo dijo tan tranquila que me dio rabia. Sé que es su vida pero no mentiré que por dentro muero de los celos, pero no quería desmostarlo así que opte por guardarme ese odio e ignorarla, de otro modo sé que no me guardaría nada y ella acabaría odiándome.
Ese día me había comentado que iría al cine con David, así antes de acabar mi turno salí lo más rápido posible para llegar antes que ellos al cine y poder verlos mejor de cerca, cuando vi escoger a David la película supe sus intenciones al instante, él quería tener contacto con ella, compre la entrada para ver la misma película, me tocaba unos asientos atrás de ellos, la película era un fiasco así que no me distrajo de mi objetivo, vi que el intento varias veces abrazarla o agarrarle la mano pero ella inconscientemente lo hacía a un lado y eso le frustraba, por dentro moría de la risa, no estaba saliendo su plan de ese chico.
Mi sonrisa se hizo cada vez más grande al ver que él incluso tuvo que fingir que le daba miedo una escena para acercarse a ella, pero ella solo se reía de él y le decía algo como:
“— No seas un miedoso, hazte para allá.”
Yo estaba muerto de la risa y la pareja al lado mío me miro mal obligándome a callarme, al salir vi que él le dijo algo pero ella negó con la cabeza e iba a hablar pero me vio David y tuve esconderme detrás de un arbusto, después cuando me escondí un perro se me acerco e intento morderme, lo veía venir, los perros y todo animal doméstico sienten la presencia de cualquier ser sobre naturales e intentan a toda costa ahuyentarnos, lamentablemente antes ellos eran seres muy grandes y fuertes pero con los años se convirtieron en animales que son utilizados para presumirse y ponerles trajes ridículos.
Intente captúralo pero era tan chiquito que me era imposible agarrarlo por la rapidez que me esquivaba, no se cuánto tiempo tarde hasta que lo cargue y con solo verlo a los ojos el perrito me miro asustado y empezó a temblar, entonces lo baje y se orino para luego salir huyendo mientras lloraba, se me escapo una leve risa y negué con la cabeza mientras recordaba que ellos por si mismos decidieron ser seres domésticos para los humanos, sé que los aman por años los he visto, pero los humanos aun así los lastiman.
Pero nadie es mejor que ellos, en mi reino todo era un caos en su momento y también cometimos errores.
Cuando salí de mí escondite ya no estaban ahí, mire a mi alrededor y ni rastro de ellos, busque un par de minutos más encontrando pistas para saber a dónde fueron pero nada. Entonces decidí ir a casa para ver si estaba de casualidad ahí, pero todo estaba como lo dejamos en la mañana, espere un par de horas más pensando lo peor, desde que se la llevo para cenar, hasta que la emborracho para acostarse con ella, pero no sabía dónde vivía siquiera, toda la anoche pensé hasta cansarme y estresarme pero no sabía qué hacer, pensé en salir y buscar pero la ciudad era grande y sería difícil buscar y más a estas horas.
Estuve hasta que amaneció, fui al trabajo como si nada con la pequeña esperanza que iría directamente al trabajo, y quizás solo ayer no quiso llegar a casa para no verme… Cuando llegue no había rastro ni de David ni de Sammy.
— ¿No sabes dónde están los chicos? — le pregunte a Tamara y ella negó con la cabeza.
— Solo sé que David pidió el día porque tenía jaqueca, apuesto que se emborracho ayer — soltó un gran suspiro de frustración para luego colocarse su mandil para empezar a trabajar
— ¿De casualidad sabes su dirección? — ella asintió y me pidió un momento para luego ir por su celular y apuntar en un papel.
— Esa es su dirección — le di las gracias y le pedí de favor que me cubriera mientras yo iba corriendo a la casa de David, ella me miro indignada y no era para menos, todos habían faltado y ella debía trabajar lo triple, pero solo me dijo
— Ya vete, espero y regreses, me deben todos ustedes una.
Yo le di un beso en la mejilla y salí rápido del establecimiento, pregunte a varias personas cerca que si sabían dónde estaba la dirección hasta que llegue a un edificio, le pedí favor al conserje de pasar diciendo que me había llamado y que tenía una horrible cruda y el conserje se rio y me dejó o pasar sin problema.
Al llegar a su piso toque en la puerta con el número de departamento “302” que decía en la nota que Tamara me había dado, entonces abrió David agarrándose la cabeza y apestando a alcohol.
— ¿Dónde está Sammy? — le pregunte haciéndolo a un lado y pasando a su departamento sin permio viendo a mi alrededor en busca de ella.
— Yo que voy a saber — contesto cerrando la puerta y sentándose en un sillón que estaba lleno de palomitas y botellas de cerveza a su alrededor.
Yo estaba perdiendo la paciencia y me acerque a él para jalar de su playera para acercarlo a mi cara y me viera directamente, el abrió los ojos exageradamente y sentí su miedo.
— ¿Cómo no vas a saber? ¡Ella fue contigo ayer al cine! — le grite y el cerro los ojos y empezó a decir cosas incoherentes hasta que dijo algo que me dejo en seco.
— Solo recuerdo que ella se fue con su novio — ¿su novio? Ella no tiene novio y entonces sentí un escalofrió pasarme por mi espina dorsal pensando solo en un a persona.
Noah Werner.
Lo solté haciéndolo caer al sillón de nuevo y salí furioso de su departamento, ni siquiera me despedí del conserje que había sido buena persona conmigo, pero ahora mismo solo estoy centrado en ir a buscar a Sammy, ella y Noah a solas es una mala idea.
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Editado: 29.08.2021