— ¿De qué se supone que hablaremos? — pregunte casi borde haciendo que el hiciera una pequeña mueca mostrándose inconforme con mi contestación.
— Bien seré lo más directo posible, pues veras por mucho que Noah y yo investiguemos aun no damos con una respuesta lógica a tu existencia, o más bien, a la realidad de una segunda mate.
— Y supones que tengo una respuesta a tus dudas.
— Así es — afirmo bebiendo de su copa pasando su lengua lentamente por sus labios saboreando el restante de champagne que quedó en ellos.
Muchas cosas son un misterio sin resolver y mi razón de existencia es una de esas, nunca supe quién era mi familia biológica o cual es mi propósito, a veces quería creer que mis padres no me abandonaron y hubo una razón poderosa por que se separaron de mí. Llegar a los brazos de mi padre fue un verdadero milagro de la diosa luna.
Noah… más bien Alan estaba sentado en la orilla de su cama disfrutando del silencio que había reinado en esa habitación, yo aún me encontraba parada viendo al suelo como si eso resolviera mis preguntas, pero eso es imposible, si quiero saber la verdad debo yo buscar las respuestas que tanto he buscado.
— Hay una teoría algo interesante pero debo aceptar que ambos no queremos aceptar, pero no debemos ignorar—eso llamo completamente mi atención haciendo que lo mirara.
Él se paró hasta llegar a mí, por inercia baje la mirada y di un paso atrás. Este sonrió de lado y me tomo de los hombros sentándome en la cama, me tense por completo pensando lo peor y hasta ideando un plan para huir.
— No haremos nada, lo prometí y yo a estas alturas se controlarme. — me hablo tocando suavemente mi mejilla haciendo que sonriera con ternura.
— Y bien, ¿cuál es la teoría?
— Vale, sí que quieres ir al grano. — se enderezo de golpe caminando menos de un metro para tomar una silla que se encontraba al lado del tocador de la anterior luna para luego colocarla enfrente mío. — creemos que…
Se detuvo de nuevo pensando seriamente en lo que diría o quizás en mi reacción a ello, tomo aire y tomo mis manos acariciándolas con delicadeza, yo me estaba desesperando y quería una respuesta ya en la medida de lo posible.
— Alan, sea lo que sea dímelo ya, esto me está poniendo muy intranquila
— Noah y yo pensamos en su momento que una de ustedes dos… es una farsante, una hechicera quizás que hizo uso de magia negra para hacernos creer que es nuestra mate. — me quede helada con su declaración, si eso llega a ser verdad es más que claro que yo no he sido, después de todo soy la más interesada en huir de la manada y empezar de cero en una nueva vida, utilizar magia negra para tener de mate a Noah eso no es para nada mis planes de vida.
Pero si no he sido yo… No, eso es imposible; nuestra luna no pudo haber sido capaz de tal cosa con un fin así, ellos realmente se amaban hasta iban a tener un hijo…Hijo que no nació.
Mire con cautela a Alan y este seguía acariciando mis manos mirándolas con suma atención. Ellos se encontraban seguramente frustrados con tal teoría y yo estoy igual ahora, es algo imposible si es viniendo de ella, pero es una opción que no se puede negar.
— Ya has unido los cabos ¿cierto? — asentí incomoda y él se sentó mejor en la silla sin soltar mis manos. — Noah por supuesto esta negado a creer que una de ustedes sea una farsante, incluso esta decidido a creer que si eso es verdad eres tú la que miente y utilizo magia negra, por mi parte dudo que seas tú, puesto que pasando días reflexionando caí en cuenta que me he sentido más atraído hacia ti que con… En fin, no quiero creerlo pero es una posibilidad y sumando que la que fue mi luna perdió al bebe me hace creer que en efecto puede que ella sea la que mintió.
Es una posibilidad - que como Noah- me niego a creer, estoy hasta dudando de mí, quizás yo hice un pacto con una hechicera y me enlace a Noah, sería más creíble que pensar en que ella nos mintió a todos. Pero Alan sabía que yo ahora estoy dudando por el tema del cachorro que no nació. Les explicare; se sabe que cuando una pareja que no son mates intentan procrear logran estar en cinta, sí, pero el cachorro nunca nace, siempre ha sido así.
— Me niego a creer que fuera capaz de tal cosa, ustedes se amaban, incluso llegue a desear tener una relación como la suya, solo es una teoría debe haber otra explicación. — mi respiración empezaba a ser irregular y Alan termino de tomar de su copa.
— Hasta no tener una respuesta es lo más cercano a una que tene... — su voz se cortó y dejo caer la copa entre sus manos, lo mire y él se estaba agarrando el pecho estaba sacando gemidos de dolor, enseguida me alarme y me acerque a él con cautela tratando de saber que pasaba y mantener la calma, pero verlo irse de lado sin reaccionar hizo alarmarme por completo y empecé a moverlo ligeramente esperando a que despertara, grite a los guardias y ellos de inmediato entraron, uno de ellos tomo uno de sus brazos y lo paso por su cuello saliendo sin dificultada de la habitación, y el otro me tomo del brazo sin delicadeza sacándome igual de ahí.
— ¡Por favor, suéltame!, yo no he hecho nada — el me ignoro y me llevo al centro general dónde se encuentran los lideres encargados de hacer valer las leyes del Alpha, algo así como una comisaria como suelen llamar en la ciudad de mi especie. — ¡he dicho que me sueltes! — grite tratando de zafarme, pero era inútil no era ni la mitad de fuerte de lo que eran cualquiera de los guardias y guerreros de esta manada.
Siguió ignorándome y sin decir nada entramos, había muchos hombres corriendo de un lado a otro con papeles en las manos, todos ignoraron nuestra presencia nosotros nos detuvimos enfrente de una puerta enorme, el toco la puerta y del otro lado escuchamos un “pase”, el guardia me hizo entrar primero empujándome provocando que casi me cayera.
— Beta — saludo el guardia inclinado la cabeza, esperen dijo ¿beta?, levante la mirada y en efecto ahí estaba el beta sentado detrás del escritorio con varios papeles en él.
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Editado: 29.08.2021