Sin lugar a dudas, he vivido la noche más fantástica y emocionante de mi vida.
Jamás creí que sería tan sencillo pasársela bien con aquella chica que te gusta y a la cual por poco llego a perder por temor a ser rechazado.
Cinco minutos atrás había montado una película dramática en mi imaginación, donde resultaría perdedor y en la que se derramaría mucha sangre.
Cinco minutos después, todo eso quedaría en el olvido.
Los tres días anteriores... viví una odisea.