Simplemente Nina

Cápitulo 9

-Me da pena te juro –dije, y de verdad en ese momento la sentía.

-A mí no –Nico comía tan lento que me sacaba del quicio –De veras –dijo volviéndose a mirarme –Ya no es un nene, además –tomó un largo trago de vino –él está aceptando a consciencia que ella lo trate de ese modo.

-Sí, ya sé todo eso Nico, pero igual. Es como si en parte no tuviera otra opción.

 Nico revoleó los ojos exageradamente.

-¿De veras me invitaste a almorzar para hablar de Tomás? –preguntó.

-No –sonreí –quería pasar tiempo con vos –dije juguetonamente. –soltó una carcajada.

-¡Sos malísima seduciendo Nina! –se llevó un trozo de berenjena a la boca y la lamió demostrando que él podía ser más sexy.

-¡Guacala! –me serví más vino -¿Qué te pareció mi cazuela?

-¡De-li-ci-o-sa! –deletreó –ojo con el vino, en una hora entramos al Moscú.

-Debería tomar más entonces.

  En los minutos siguientes nos dedicamos a devorar lo que nos quedaba del almuerzo, en el más absoluto silencio. Nico se veía extrañamente abstraído, y yo tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para no dejar que mi mente se diera al vuelo otra vez.

-Ella es una persona cautivadora –dijo aún preso de ese estado lejano –utiliza demasiado bien sus armas.

-¿Y eso? –ya iba a soltar la carcajada, pero me di cuenta de que la cosa iba en serio.

-No es alguien para Tommy –dijo terminante –es más, todavía no conozco a alguien que realmente pueda con ella.

-¡Wow! –exclamé ya me estaba dando rabia la tipa esa.

-No te pongas celosa –sonrió –entre ella y vos, te elijo.

-Nico es una niñata de ¿Cuánto? ¿Dieciocho? –aunque lo disimulara se iba a notar. Siempre había pensado que Karem era una idiota. Para qué seguir ocultándoselo a Nico. No tenía sentido alguno. Él me miró y sonrió.

- Diecinueve.

-¿Tanto sabe de la vida a esa edad? –Volví a arremeter –¡Tommy y vos le dan una cabida que no tiene! -me zampé lo íltimo que me quedaba de vino -¡Hombres!

-Yo no dije que supiera cosas de la vida Nina. –una sonrisa burlona al cien por cien asomó en sus comisuras.

- Esta bien –dije, me había hartado de ese rollo –No te invite solo para hablar de ellos.

-¡Que alivio! –Exclamó –Ya me estaba preocupando. –Me estudió un segundo y volvió a enfocarse en su plato -¿De qué vamos a hablar?

-De este sábado –dije con suficiencia.

¡Gracias por leer!

 ©Todos los derechos reservados a Melina Sol Gual

Safe Creative- Todos los derechos reservados

Código de registro:1807147726669

 

 

 

 

 

 

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.