simplemente no

dia 37

 

Era domingo, no había nadie en casa, yo vivía con mi madre y mi padrastro, pero todos estaban fuera, estaba en el patio de la casa tirada en el suelo leía por segunda vez uno de los libros que Carlos me había regalado uno por mi graduación y otro por mi cumpleaños. se llamaba la magia de las pequeñas cosas de "estelle laure"me había fascinado aquella novela ojala en mi vida existiera un sexi gemelo que jugara basquetbol conmigo , esteban me enseñaba algunas cosas, él es increíblemente buen jugador , superaba muchos de la selección de la prepa a pesar de que solo tenía 15 , superaba incluso a Daniel , parecía un novato a su lado , sonreía sin darme cuenta , los tiros de 3 que me dedicaba me acorde , pero pronto mi sonrisa se hizo de agua y comencé a llorar , alguien llamo a la puerta , cerré el libro cuidadosamente , fui y abrí la puerta , probablemente buscan a mi madre pensé , pero era Carlos

– ¿Que haces aquí? – lo mire con las cejas arqueadas , el me miro de arriba abajo , yo tenia puestos unos calcetines con unicornios                                                                                                 

 – que bonitos – dijo sarcásticamente riéndose de ellos                                                                     

– las niñas cool usamos calcetas de unicornios – replique y puse cara arrogante                 

– salgamos – me dijo ignorando mi expresión , me puse a pensar que no me apetecía el salir pero siempre era agradable tener cerca a Carlos aunque a veces fuera fastidioso y engreído , sé que lo hacía para hacerme reír , lo adoro.

– ¿y a donde planeas ir?, si viniste a sacarme de mi miseria significa que tienes un plan         

– paletas con chamoy – dijo sonriendo mis ojos brillaron y puse una gran sonrisa                   

– no tardo – guiñé un ojo, pero tal vez no se distinguió por el reflejo de las gafas y corrí a dentro por uno par de tenis.

un par de calles y llegamos una paletería escogimos paletones grandes y largos que preparan en charolas para banderillas a diferencia que estas son dulces, frías, le ponen delicioso chamoy liquido y chile en polvo, escogí mi favorito de tamarindo mientras Carlos eligió de uva, pago el por los dos, él no me permite pagar nada, es muy dulce de su parte.                               

– quiero ir a los campos –                                                                                                                       

– claro ya no hay tanto sol – dijo emprendiendo paso a otro par de cuadras a la izquierda. Los campos es el lugar donde están las canchas de futbol, basquetbol y voleibol donde hay gradas, me gusta sentarme ahí, prácticamente es la orilla del pequeño pueblo donde vivimos, detrás de esas gradas esta un sendero un canal de riego y enseguida hectáreas y hectáreas de parcelas. comíamos nuestras deliciosas paletas y todo era bueno en ese momento, dos mejores amigos disfrutando del calor y los refrescantes sabores de paletas heladas

– ¿Qué tal la universidad? –,                                                                                                                   

– va bien a excepción que soy la única chica de mi salón – entonces Carlos abrió los ojos sorprendido y casi se ahoga con su chamoy                                                                                     

– wow , ¿no te es difícil? , quiero decir debes estar super feliz entre tanto chico recibiendo toda la atención –                                                                                                                                         




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