Nuestra historia no comenzó con clichés, pero está es un poco más confusas que otras, pero nuestra historia es tan diferente y perfecta como para ser verdad, Isaac como yo recorrimos caminos que jamás pensé que pisaríamos, nos rompimos, lloramos hasta gritar, junto a él llegué a sonreír de la manera que jamás pensé hacerlo.
Ha pasado tanto tiempo, nuevos cambios, nuevos comienzos, dolores que quedan como recuerdo junto a él, el ver su verdad y que nos demos cuenta tanto él como yo que estábamos rotos con grietas profundas, no me arrepiento de conocerlo después de todo fue mi salvación como yo lo fui para él, lo único que puedo decir es gracias después de todo estoy aquí por él y por mí y espero seguir más tiempo aquí.
-Puedo saber en qué piensas.
Voltee a mirarlo, jamás me cansare de mirar esa sonrisa y su cabello todo alborotado, - recuerda que la curiosidad mato al gato- guineo un ojo.
-Bueno pero estas consciente que el gato murió sabiendo así que dime que pasa por esa mentecita tan retorcida.
Sé hecho a reír.
-Joder, como que retorcida.
Adoraba ver como sus ojos desaparecían cuando reía, nunca pensé que lo vería tan feliz, nunca pensé que amaría tanto como lo amo a él.
-Bueno niña santa vayámonos, sabes cómo se pone Marcus con el horario y adoro mi vida como para perderla en mano de tu hermano. -
Sonreí, -Esperemos cinco minutos más por favor el sol esta por ponerse.
Tenía que mirarlo una vez más, un día como hoy fue cuando decidí tomar la decisión más fuerte de mi vida, pero la agradezco porque lo conocí a él.