Ensayo mediocre

Isaac

Siempre he pensado en las simples preguntas que me cuestionó tanto ¿Quién soy? ¿Por qué es que me siento tan vacío cuando sé que solo no estoy? ¿Existe alguien el cual con tan poco que le muestres te entienda? ¿Por qué siento la necesidad de escapar lejos?,¿Cuál es mi problema?

Dichoso viernes, jodido pero dichoso viernes, soy de las pocas personas que aman el viernes, para mí es el día de acumular tareas que seguro recordare horas antes de entregarla pero este día para este insignificante ser es de realizar un tonto ensayo, le digo tonto por que el tema que nos dio la maestra, no sé de dónde sacar tantas palabras para llenarlo, es un tema el cual no me interesa investigar o debatir ahora pero no tenía de otra, tenía escrito 120 palabras de 1000, yo sé que estoy jodido debo entregarlo en cuarenta minutos y no tenía nada interesante a parte tenía la estúpida normativa APA, traía puestos mis fieles amigos de escarpe si mis audífonos pensando en lo patético que soy, no me siento como un adolescente normal odio salir de mi casa, pero quiero escapar, vaya mierda he, pero después de todo no me quejo, no sé qué rayos escribir me estoy frustrando y alguien con ansiedad frustrase no es la mejor opción.

Han pasado solo diez minutos realizando el ensayo más mediocre que puede hacer, no hay argumentos válidos, ni yo entiendo a que quiero llegar con ellos, los minutos siguen pasando y la hora de entrega está más cerca, levanto la mirada y veo a Terry morder mi zapato, joder como quiero la vida de ese animal nada preocupada.

Estoy cansado como para terminar de escribir esto, sierro mis ojos por lo patético que debo verme ahora mismo, miro de nuevo a Terry, debe pensar lo mismo porque alzo su mirada y me fue de mi habitación, gracias por el apoyo estúpido Terry.

Pasaron los jodidos treinta minutos, estregue el mediocre ensayo.

-Isaac, debo irme ya al hospital, pedí pizza, no te duermas tarde y por cierto dale de comer luego a Terry, se cuidan.

-Bien mamá, te quiero.

-No olvides sacar a Terry al patio no quiero lanas en los muebles y te quiero más.

Ahí estaba el maldito después de abanderarme en mi crisis viéndome desde la puerta con su carita de no hice nada.

No puedo culpar a mi mamá por no estar todo el tiempo conmigo, solo somos ella y yo, alguien tenía que trabajar para sobrevivir y ese claramente no soy yo, a ella si se le cumplió lo que tanto anhelaba ser jefa de enfermería en el aria de ginecología.

Estaba escuchando música tirado en la alfombra de mi habitación, este es el punto donde hay ese vació en mí, quiero entender el por qué, pero nada, no sé qué pasa conmigo siempre es difícil buscar una explicación a todo lo que me pasa, ni yo me entiendo, claro que lo entendía, claro que sabía lo que siempre me falto, claro que fingía, claro y mil veces claro, soy un maldito cobarde no afronto o lo supero, claro que me di cuenta que estoy jodido, pero que puedo hacer contra mis traumas, nada, absolutamente nada, es una mierda.

Lilith

Me imagine estar tirada en mi cama con mis cuadernos de dibujos, dibujando todo lo que veía o encontraba en Pinterest, pero ahora mismo nada se asemeja a eso, estar parada fuera de casa vestida de blanco como si fuera a una jodida boda o bautizo con tu hermano que no puede sacar de la cochera el jodido auto vestido de la misma forma que tú, claro que eso no se asemeja a dibujar.

Ir a un club donde nuca lo has pisado un lugar así con tan solo 17 años, resulta que todos ya lo pisaron, todo el mundo lo conocía, me di cuenta que no soy todo el jodido mundo porque de su existencia ni en mis más locos sueños estaba, el lugar hoy tenía una temática distinta era neón, no soy tonta como para saber que era neón para mi defensa sabía todo sobre eso.

-Enserió crees que puedo entrar en un lugar así.

-Claro Lili, por qué no, tu tranquila, será la mejor fiesta que entrarás.

*La única*

Sus palabras prometen mucho, pero quien se cree que entrando aún club siendo ilegal era lo mejor, bueno es lo mejor no dudaría que está en la lista de un adolescente de 16 años para cumplir antes de los 18 años.

Yo ni siquiera tenía una lista, pero cual era la diferencia de una fiesta en casa de alguno de los populares a una fiesta en un club.

-Marcus, en serio Elijah me matara si no llegamos ya.

Tenía que invitar a mí mejor amigo a la travesía de entrar en un club de ilegales, todos conocían lo antisocial que somos y todos digo por mis hermanos y papás.

-Tranquila Lili, ya está, súbete ya o te dejó.

Era enserio yo era la que en primer lugar no quiso ir desde un principio y la que apuraba a él, en qué momento cambiamos de papeles, bueno era Marcus que se le puede hacer.

veinte minutos en el tráfico con canciones del género que menos me gustaba, con un hermano que cantaba toda la puta letra de la canción, llegamos al instituto mi tortura había terminado ya.

Bajamos para saludar a los demás al único que conocía era a Elijah y Nicholas el mejor amigo de mi hermano a los tres chicos más no sabía sus nombres, pero los conocía eran miembros del equipo de futbol, si eran los amigos descerebrados de mi hermano, los mismos que pasaron por la boca de todo el instituto, clave aclara que por la mía no paso ninguno de ellos.

Llegamos al club después de una charla breve, no necesitamos hacer fila, pero el guardia del club nos paró a Elijah y a mí, sabía que algo así pasaría.

-Jack, viene conmigo.

Salió mi hermano a salvarnos de que llame a la policía o una cosa parecida, soy paranoica lo sé.

-Lili, dame tu mano, no quiero que te pierdas en la multitud.

Se la di y también tome la mano de Elijah, pocos sabían que era hermana de Marcus por lo cual me gane una de muchas miradas.

Nos sentamos todos juntos en una mesa apartada de los demás, me explicaron que son vip, miraba a las demás personas divertirse y otros mirarme sorprendidos y una que otra chica asociándome con la mirada.