Recuerden seguirnos a A-R-M-Y y a mí UwU
Jeon Jungkook.
Y creo que es más fácil encontrar una aguja en un pajar que a él. He ido a cada rincón de todo Seúl, contactando a compañeros de la universidad, conocidos de mi padre que eran gangsters antes de casarse y nada sobre un chico atractivo que anda en una motocicleta la mayoría de su tiempo metiéndose en problemas.
Supongo que le habrán quitado la motocicleta o hará otras cosas, no lo sé.
Mi celular vibró, era un mensaje de mi madre diciendo que volviera a casa temprano. Sí, llevo casi cinco noches llegando tarde y sin poder concentrarme... Al que creí fácil, no lo fue. Sin embargo, rendirme no es opción, debo darlo todo para el futuro de la compañía.
Caminaba en dirección al último lugar donde mi cabeza podría pensar las terribles cosas que sucederían con tan solo respirar su mismo aire; una discoteca.
— Lo siento, mamá pero, esta noche no llegaré temprano —musité para mí misma y entré.
La música me aturdía un poco, no soy de venir muchos a estos sitios, menos sola. Tenía un maquillaje de foxy eyes que no pasa desapercibido y un atuendo sensual.
No había tanta gente como esperaba que hubiera y eso fue bastante de mi agrado, si Jeon viene para acá mi presencia destacaría más que la del resto. Me senté en la barra y pendí una limonada. Esperaba tranquilamente, muchos hombres me miraban con deseo mientras susurraban. Mi tranquilidad se había ido cuando vi que uno de ellos se acercaba a mí...
— Disculpa —me habló—, eres mi tipo ¿Me darías tu número? —extendió su celular.
— No creo que sea tu tipo —interrumpió un chico tirando su móvil al suelo y luego mirándome sexy—, el mío sí. Ahora vete —se alejó de nosotros.
¡No puede ser, era él!
— Soy Lim Sujeon —se presentó.
Era un nombre falso ¿Por qué?
— ¿Y tú? —preguntó sonriendo y sentándose a mi lado. Me encontraba muy nerviosa, no sabía que responder a eso. Rió mientras negaba con su cabeza y volvió a mirarme— Supongo que ya sabes quien soy —extendió su mano derecha y yo la tomé—. Jeon Jungkook —la soltó.
— Soy T/N.
— Eres extranjera ¿Cierto? Al menos que tu maquillaje sea mágico porque tus ojos me parecen asombrosos.
Sonreí un poco.
— Sí, lo soy y mi maquillaje no es mágico.
— ¿Ah no? ¿Y porque puedo ver magia en ellos? —reímos.
Mi limonada llegó y el bartender al ver a Jeon en menos de 50 segundos le trajo una copa llena.
Estuvimos conversando de muchos temas mientras bebíamos: Vídeo-juegos, farándula, mucho de música y uno que otro tema de cultura general. Es un chico listo, me tenía embobada con temas de informática que no entendía pero, me gustaba escuchar.
Luego recordé que no tengo que ser yo la embobada...
— Señorito, Jeon.
— Señorita, T/N
Sonreímos coquetos.
— ¿Por qué me dijiste un nombre que no era el tuyo?
Me estremecí al notar como el aura había cambiado, me arrepiento de preguntar porque el silencio nos separaba uno del otro. Estoy segura que el lugar estaba repleto de ruido pero, por mis oídos no cruzaba ni una mosca para escuchar.
Suspiró y fijó su vista en la copa vacía.
— Cuando eres hijo de un CEO muy importante, tienes que cuidar tu reputación y...
— No tienes que decírmelo si no quieres, no estás en la obligación —posé mi mano en la de él. Su sonrisa tranquila me calmó, por fuera parecía en total serenidad pero, por dentro, un caos total.
Su otra mano hizo la misma acción que yo y me miró con dulzura.
— Te lo diré —nos separamos un poco—. Lim y Jeon son totalmente diferentes: Lim tiene tatuajes y corre por toda la ciudad en su motocicleta. Jeon no tiene ni un lunar que mostrar y es un bebé. Lim ha dormido en prisión. Jeon duerme en su gran cama, solo. Eso es lo que pasa pero, me reconociste —ladeó un poco su cabeza— ¿Sabes? De hecho creo que eres la única persona que lo ha hecho a parte de mis padres ¿Cómo lo hiciste? Toda esa información fue borrada.
Tragué saliva mientras pensaba en qué decir. No podía decirle "Mi papá investigó todo de ti, solo le faltó tu tipo de sangre y el jabón con el que te bañas".
Así que, me dispuse a mentir...
Editado: 05.07.2021