Sin anillo no hay dinero | A-R-M-Y & Chanchan

5

 Estaba paralizada al ver como los tres cruzábamos miradas pero, ambos chicos solo se observaban molestos. No por mí, sino, por la presencia del otro. ¿Qué debería decir? 

"— Ah, Jungkook, se me olvidó nuestro encuentro. Es que estaba con mi otra victima ¿Sabes? Es algo complicado."

Descartado.

"— ¿Quién eres tú? ¿Y cómo sabes mi nombre?"

¡NO!

"— Ay, Hoseok, olvidé que debía estar con otro chico a esta hora ¿Posponemos esto para otro día?"

 Menos. Dios ¡¿Por qué es tan difícil?! Ojalá la tierra me tragara y me escupiera en Miami para pensar una respuesta en la playa mientras bebo un delicioso jugo.

— Oh, Lim —hablé por fin. De seguro fue un minuto de suspenso pero, para mí fue una eternidad—. Estaba en clases de baile, disculpa —le sonreí y puse mis ojitos de perrito y así pudiera enfocarse solo en mí.

— Ah —musitó y volvió su vista a Hoseok— ¿Y él es...?

 No puede ser.

— Soy, Jung Hoseok —se presentó— ¿Y tú?

 Jungkook quedó unos segundos pensando...

— Lim Sujeon —se inclinó un levemente, estaba un poco incomodo ¿Lo conocerá?—... Ehm ¿T/N?

— ¿Sí?

— Ya son las cuatro ¿Podemos hablar? —rascó su nuca.

— Oh, claro. Disculpa, Hoseok pero, quedé en verme con mi amigo a esta hora ¿No vemos en la próxima practica? 

— Claro ¡Adiós!

 Nos despedimos y emprendí paso con Jungkook. Hoseok estaba totalmente tranquilo; quien no, era mi acompañante. No decíamos nada, yo solo terminaba mi helado mientras caminábamos en total silencio... Ahora lo que noto, creo que cuando pasa algo, él hace silencio y eso me aturde un poco.

— ¿Lo conoces? —pregunté sin más— Cuando dijo su nombre, te pusiste tenso.

— Sí, nos conocemos... Bueno, yo. Fuimos muy unidos en la primaria, a pesar de nuestras diferencias de edad.

— ¡Vaya, aún lo recuerdas!

— Sí~ cómo olvidar a un buen amigo.

— ¿Y qué pasó? —nos sentamos en una banca.

— Mis recuerdos son borrosos... Solo sé que cuando no nos vimos más, fue muy fuerte para mí y por eso escogí la calle como refugio emocional.

 Con mi mano izquierda acaricié su espalda y le sonreía. Quería decir algo pero, no me dejó... Nuestras frentes estaban pegadas y él mantenía sus ojos cerrados buscando calmarse, se sentía como su corazón palpitaba.

— No digas más nada, solo... Quedémonos así un poco más, necesito relajarme.

 Y así fue. Estuvimos en esa posición un buen rato y cuando volvió a la normalidad conversamos de nosotros otra vez, sentía como todo iba bien ¡Muy bien! Creo que ya tengo a Jeon Jungkook en mi bolsillo. Jung Hoseok está en proceso como Kim Namjoon, nada más tengo que hacer que nuestro próximo encuentro sea largo y "especial".

 Nada que mis padres no puedan solucionar.

— Bueno, son las siete —reí—. Cuando estamos juntos podemos hablar de lo mismo sin aburrirnos.

 Su sonrisa de conejo me estremeció, era un chico tierno y un bad boy al mismo tiempo ¡Impresionante! 

— Te llevo a casa —se levantó.

— ¿Estás seguro? Soy mala copiloto de moto —bromeé.

 Rió.

— Qué dices, solo tienes que sostenerte a mí muy fuerte —se acercó— como si fuera lo último que fueras a hacer.

 Sentía mis mejillas arder ¡Y eso está mal, porque es él quien debe sentirse así conmigo!

— Muy bien, señorito Lim.

— Puedes llamarme por mi nombre.

— ¿En serio?

— Sí, no tengo nada que ocultarte porque al parecer ya sabes todo de mí.

 Nos dirigimos al lugar donde estacionó su motocicleta, se subió y me pasó su casco. Extendió su mano y me ayudó a subir, hice caso en abrazarlo fuertemente y en menos de dos minutos tomó camino acelerando velozmente. 

 Los movimientos que hacía con su vehículo me asustaban, creía que tocaríamos el suelo en cada curva que daba y que chocaríamos con un auto al esquivarlos. Llegamos a un semáforo y se detuvo para girar un poco su cabeza hacia mí.

— ¿Dónde vives?

¡¿En serio no le dije?!

 Como pude le expliqué y volvió a manejar. 

 Minutos después, estábamos en frente de mi hogar.

— Wow, bonita mansión.

— Gracias —sonreí y rebobiné el horario de mis padres... ¡La casa está vacía!— ¿Quieres pasar y tomar algo?

 Lo pensó, y mucho hasta que aceptó. Detallaba cada rincón y me ponía nerviosa un tanto eso, no sé si era por el lujo o corroborar que no era un loca. Me siguió hasta la cocina y se sentó a esperar que le diera la bebida.

— ¿Algo en especial? Vino, cerveza, jugo...

— ¿Tienes leche de plátano?

— Jum~ creo que sí, déjame ver —revisé y por suerte había— ¡Sí hay! Ya te sirvo.

— Tu casa es muy grande ¿Vives sola? 

— No, con mis padres pero, es como vivir sola.

— Ja, te entiendo —dijo y le di el vaso con el batido— ¿Qué harás la otra semana?

— No lo sé, estudiar para los exámenes finales ¿Y tú?

— ¿Estás en la universidad? —asentí— Que bien... Yo iré de viaje y... Y... No quiero estar solo con mis padres y compradores ¿Sabes? 

 Mordí mi labio pensando qué dirían mis padres de esto, supongo que sí pero, no estoy segura. Enamorar a Jungkook es más importante que un examen en el cual estaré en el primer lugar como siempre.

— Eh~ si no puedes está bien, solo te...

— Iré.

— ¡¿En serio?! —se emocionó como un niño y luego aclaró su garganta tranquilo— ¿No estudiarías? —veía su vaso vacío para evitar mis ojos.

 Que tierno.

— Sí pero, no es importante —posé mi mano sobre la suya, algo me decía que le gustaba que hiciera esas acciones tan serenas hacia él—, tú sí.

 Sus pupilas estaban dilatadas, Jeon Jungkook carecía de afecto y yo me aprovecharía de eso para mi cometido. Sus mejillas se tornaban de un rojo leve, intentaba ocultar sus emociones pero, se nota que le era imposible... Me incliné un poco para rozar nuestros labios y profundizarnos en un tierno beso que~ no se pudo porque las llaves se escuchaban y era señal de que mis padres habían llegado.




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