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Las palabras no salían ¿Que podía contestar? No podía simplemente decirle que él había sido mi novio y que yo lo había humillado solo porque era pobre y no podía darme un futuro asegurado lleno de lujos y comodidades a las que yo estaba acostumbrada.

— Jungkook yo...

— ¿Tú qué, TN? Responde de una vez, quiero y necesito saber la verdad.

 Bajé la mirada, esto no podía salir más mal, no sabía con certeza con qué intensión Sebastián le había contado eso... Y realmente me preocupaba, no sabía si estaba de mi lado o del contrario. En ese momento no sabía ni que responder.

— ¡¡TN!!

 Su voz me hizo levantar la cabeza ¿Que debería decir? Las cosas ya estaban en un punto crítico, así que debía hacer algo cuanto antes .

— Él... Yo... Nosotros... Tuvimos una relación.

— ¿Entonces es cierto? —sus ojos se cristalizaron — ¿Realmente tuviste un romance con ese colombiano?

— Pero, fue hace mucho. Ya ni siquiera lo recordaba... Jungkook yo he cambiado en todo este tiempo, jamás me fijaría en alguien con el...

— ¿Qué insinúas? ¿Qué voy a estar molesto porque tuviste una relación con alguien de un estatus bajo? Al contrario, te admiro por eso...

— ¿Eh?

 Abrí los ojos enormemente, no creí que él reacciones de esa manera. Suspiré aliviada y mostré una sonrisa, por suerte no todo se había ido por el caño.

— ¿Entonces qué? Esa es la  verdad, ¿Me perdonas?

— Mmmh —su dedo rascaba su nuca—, solo una cosa más.Tú~ ¿Jamás pensaste en la posibilidad de volver con él?

— ¿Pero qué cosas dices? Te estoy diciendo que no ¡Aigoo! En serio aveces eres irritante.

Él sonrió, yo hice lo mismo.

— ¿Algo mañana?

— La verdad no tengo nada planeado pero, podemos hace cualquier cosa.

 Él asintió e infló los cachetes de una forma tierna.

— ¿Quieres ir de compras?

— O sea ¿Una cita?

— No es una cita tal cual pero, si lo quieres entender de esa manera por mí no hay problema.

— Okey, como te digo que no si sí... Estaré esperando.

— Alistate entonces. ¡Oh, algo másQ —volvió a ingresar —, ¿Cenarás? Bueno mis padres salieron con Sebastián así que tenemos la casa sola y si quieres comer algo solo ordenalo. Me retiro.

 Lo medité un momento y después salí de la habitación, fui a la cocina y busqué en la alacena una bolsa de ramen. Tenía hambre, pero tampoco era tanta. Unos minutos después el ramen estuvo listo, lo serví en un recipiente y volví a mi habitación, encendí el televisor y estaba a punto de elegir una película cuando mi teléfono vibró.

—¿Hola? —respondí.

— ¿Qué tal las cosas por ahí cariño? —suspiré aliviada, se trataba de mi madre.

— Pues todo bien ¿Y mi padre? Creí que se iban a encargar de que Yoongi no marcará

—¿Por qué?  ¿Lo hizo? ¿Fue un problema?

— La verdad, no. ¿Pasó algo?

— Tu padre trato de convencerlo de que no te llamará y que estabas muy ocupada pero, al parecer no le tomó importancia... Lo importante es que no pasó a mayores ¿Cierto?

— Sí, por ahora todo está tranquilo. Les hablo mañana ¿Vale?

— ¿Sucede algo? —mi madre parecía preocupada.

— Nada especial, adiós.

 Colgué la llamada. Decidí ignorar lo de Sebastián, seguro harían cualquier cosa para alejarlo de mí o para evitar que echara a perder el plan... Pero, creo que sería más peligroso desaparecerlo cuando era parte de la vida de más de uno de los siete objetivos.

Al día siguiente...

 El sonido de una alarma me hizo despertar, abrí los ojos con pereza.

— Son las 8:00 de la mañana ¿Es correcto que una chica tan linda se despierte tan tarde?

— Agsh, ¿Es correcto que el señorito Jeon Jungkook me despierte tan temprano? ¿Quién en su sano juicio hace eso?

— ¿Quién dijo que estaba en sano juicio? Estoy molesto porque viste Iron-man anoche y no me invitaste. ¡Yo, Que soy un fan de él! 

— ¿Me gritaste? ¡¿Yo, que te quiero con todo mi corazón, me gritaste?! ¡Ahh~!

— Entonces estamos a mano .

 Asentí mientras él abria las ventanas, en verdad algún día voy a vengarme por eso.

—Espera... ¿Dijiste que me amas con todo el corazón?

— ¿Yo dije eso? —él asintió

 — De verdad no lo recuerdo pero, si es así, no lo diré de nuevo.

 El chico se acercó peligrosamente a mí...

— Repitelo... Se oye bien viniendo de ti.

— No ¡No lo diré de nuevo!.

[...]

 Los dos salimos de el lugar, ambos contemplabamos la calle.

— Bien ¿Qué desea hacer usted?

— Mmmh ¿Qué me recomienda?

— ¿Que tal... Un beso?