Sin anillo no hay dinero | A-R-M-Y & Chanchan

15

 

Con T/N...

 

— ¡¿QUÉ HICISTE QUÉ?! —gritó mamá.

— ¡Yo te lo puedo explicar!

— ¡No, no necesito explicaciones, ya lo vi todo! 

— ¡Mami, entiéndeme, no había opción!

— ¡¿No?! ¿Qué tal: Decirle sus verdades, seguir ignorándolo...? ¡PURGARLO Y OBLIGARLO A PEDIR PERDÓN PORQUE SINO NO LE DABAS LA CURA, NO! 

 Papá apareció hecho risas, tenía rato escuchándonos. Le decía a mamá cómo fue que me vengué de Park, y la reacción que esperaba, la llevaba puesta mi papá con lagrimas.

— ¡Llevaba más de una semana esperando oír eso! —me abrazó— Esta es mi hija, mi orgullo.

— ¡¿ORGULLO?! —expresó mamá— Lo es —suspiró calmada— pero, eso fue una completa locura ¿No te dijo nada después?

 Reí.

— ¿Debía decirme algo? —me miró mal— No, solo me dijo que era una loca.

— ¿Cómo pasó todo? —papá brincaba emocionado— Un resumen explicito. 

— Pues...

.

.

.

 Luego del mensaje llegué al lugar, me senté y pedí una orden por ambos: Jajangmyeon y un pequeño regalito para que saboreara mejor su plato.

— ¿Esperaste mucho? —dijo acomodando su traje y yendo directo a la silla que se encontraba frente a mí— Oh, me gusta mucho el espaguetti. Buen apetito —sin más, comenzó a comer.

 Que mal educado, ni saludó, ni conversamos, solo comía y comía... Yo reía por dentro.

— ¿Qué querías que habláramos? —inicié a picar mi comida.

Limpió su boca y bebió un poco de agua.

— Me di cuenta que fui cruel contigo ¿Quieres volverlo a intentar? 

 En serio que es un hijo de... ¡Ash! ¿No se disculpará? ¡Es un tremendo imbécil y me las va a pagar!

— Jumm... Tal vez lo haga —sonreí—, si pides perdón, claro.

 Soltó un par de carcajadas.

— ¿Perdón? ¿Con quién crees que estás hablando? —negaba con su cabeza y seguía comiendo como animal, hasta que... Los efectos comenzaron.

  Era cómico como bebía agua y evitaba seguir comiendo. Sus expresiones estaban perfectas para una película de horror... Esta escena era idéntica a "The Other Woman". Solo faltaba que Jimin corriera al baño y le pagara a un tipo para comprarle jeans extra ajustados de un rojo tan fuerte que no pasaría de desapercibido. 

— ¿Sucede algo, ChimChim? —que cínica soy, me encanta.

— ¿Ehm? —sudaba— No-No, nada, estoy... Uff, ah... Bien, sí, solo necesito —se levantó como puso, doblando sus piernas y apoyándose en la silla— un baño, con permiso.

— Claro, ve. El estreñimiento es algo normal —le sonreí y me miraba confundido... Y notó que era yo la causante.

— Tú...

— Yo, nosotros, vosotros... 

— ¡Déjate de estupideces y dime qué me hiciste! —la gente volteaba a ver a Park de manera indignante. Se acercó a mí y agarró mis hombros sacudiéndome— ¡¡HABLA!!

 Esta vez no me afectaba, solo ocultaba lo divertido que era y fingí asustarme.

— Chi-ChimChim, me lastimas.

— Señor Park, si no la suelta llamaré a la policía —dijo un mesero.

 Se dirigió al baño y cuando todos dejaron de poner atención me levanté y caminé echa risas al lugar con la solución de su pequeñito problema. El antídoto. Era el único, se escuchaba claramente los golpes que le daba al inodoro...

— Ay~ Park Jimin —crucé mis brazos y me senté en los lavamanos—. No tuviste idea de con quién te metiste —reí.

— ¡Lo sabía, sabía que fuiste tú...A-Ah! —uno de sus pedos salió.

— Uy, eso huele mal, ChimChim. Deberías comenzar una dieta ¿No crees?

— ¡CÁLLATE Y DIME QUÉ ME HICISTE!

 Me callé.

— ¡¿NO PIENSAS HABLAR?!

— Dijiste que me callara.

— ¡¡AH!! 

— Ok, ok. Puse un saborizante de frutas.

— ¡NO ME VEAS LA CARA DE TONTO Y DIME LA VERDAD!

— Jeje, lo hice hace rato. En fin, es solo un purgante —reí—, y el efecto fue más rápido que inmediatamente —bromeé—. Pero, tengo la cura de tu indigestión.

— ¡¡DÁMELA!!

— Claro, es toda tuya si... Pides perdón.

— Jamás.

— Ay, es una pena —abrí la llave y dejé caer el agua— que deba tirarla.

— ¡T/N, T/N, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!

— Nada en especial, solo tirarla. No me sirve de nada —abrí el sobre y el me detuvo con un gritó.

— ¡MIERD... PERDÓN, PERDÓN! ¿Sí, está bien? Fui un patán contigo, no debí decirte esas cosas.

— Mmmh, suena creíble pero, lo dices solo para que te de el sobre, no porque realmente lo sientas.

— ¡Pues es la verdad, en serio me siento mal por eso intentaba contactarme contigo! 

 Reí a carcajadas y le pasé el sobre deslizándolo por el suelo hasta llegar a él.

— Es bueno como pierdes tu dignidad con alguien, y más porque soy una mujer y tú, un machista.

— ¡¡ERES UNA LOCA!!

.

.

.

 

— ¡Eres asombrosa! —dijo papá besando toda mi cara— Debemos celebrar esto.

 Abrió champan y nos sirvió. Bailamos y bromeamos, mamá seguía sorprendida de mi nivel de maldad pero, igual estaba con nosotros riendo.

 Espero que esto le haya quedado de lección a Park, porque nadie se mete conmigo.




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